La II Guerra Mundial es un tema recurrente tanto para el cine como para la televisión, pero normalmente, sólo se nos muestra lo que pasó durante, y no el después de uno de los episodios más vergonzosos de la historia. 'La conspiración del silencio', sin embargo, se centra en esto, en cómo era la vida después de la guerra de víctimas y asesinos.
A través de los hechos ocurridos durante los juicios de Auschwitz (o de Frankfurt), prácticamente desconocidos por la gran mayoría de los alemanes y por el resto del mundo, el director Giulio Ricciarelli nos muestra una sociedad hipócrita y olvidadiza, que en vez de enfrentarse a los hechos, los oculta bajo una manta de rock and roll y fiestas. El fiscal Johann Radmann pasará de investigar multas de tráfico a investigar por qué los responsables de los campos de concentración están libres, después de que un periodista llegue a la fiscalía asegurando que su amigo ha reconocido a uno de los soldados que estaban en Auschwitz, que ahora es maestro de un colegio. A partir de este momento, Radmann se verá envuelto en el caso más difícil que podría encontrar, ya que parece que todo el mundo, incluso los altos cargos, tienen algo que ocultar.
El joven Alexander Fehling, prácticamente desconocido en el cine internacional, pero con una gran trayectoria en su Alemania natal, da vida a Radmann para el que todo en la vida es blanco o negro, sin tonos grises, y al que el pasotismo de sus amigos sobre los crímenes nazis y un horrible descubrimiento sobre su padre, le harán perder la cabeza.
Historia sin morbo
Durante una escena de la película, numerosas víctimas y supervivientes del campo de concentración de Auschwitz se sientan en la fiscalía y relatan su historia, sin sonido. La secuencia sólo nos muestra como unos narran y otros ponen caras de horror, sin permitirnos escuchar ninguna de la barbaridades que se llevaron a cabo, gracias a la música que oculta el resto de sonidos. Para mí esto es un logro, pues los avances en maquillaje y efectos especiales en ocasiones pecan de mostrar una violencia extrema e innecesaria, que sólo provocan que el espectador sufra. Quizá por falta de medios, o por inteligencia, Racciarelli se ahorra mostrarnos o contarnos las miles de atrocidades que se llevaron a cabo en Auschwitz, y realmente es de agradecer, pues la gran mayoría no son desconocidas.
Con un ritmo pausado pero llevadero, 'La conspiración del silencio' se posiciona desde el primer momento y busca como objetivo ensalzar la figura de todos aquellos héroes anónimos, que tras la guerra, continuaban luchando por una sociedad justa.
