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CRÍTICA

'La favorita': El alto precio del empoderamiento

Yorgos Lanthimos ('Canino', 'Langosta') dirige su tercera película en inglés, la primera que no tiene guion propio y quizá la propuesta más sólida de su carrera.

Por Javier Pérez Martín 16 de Enero 2019 | 17:58

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El cine de Yorgos Lanthimos siempre se ha basado en premisas muy atractivas. 'Canino' revolucionó las facultades de Comunicación Audiovisual en 2009 con una familia aislada de la sociedad cuya inocencia se tornaba en crueldad (porque todo se torna en crueldad en el cine de Lanthimos). 'Alps' mostraba a un grupo de personas que se ganaba la vida sustituyendo a los muertos a petición de sus familiares. En 'Langosta', su primera película en inglés (con un magnífico Colin Farrell), las personas sin pareja eran convertidas en animales si no lograban huir de la soltería.

Pero el griego tiene un problema de autocontrol, y sus películas siempre están en la fina línea de la autoparodia. En 'El sacrificio de un ciervo sagrado' muchos de sus defensores nos bajamos del carro: el innegable talento visual de Lanthimos no redimía a una película simplemente sádica, y su robótica y deshumanizada dirección de actores nos privó de lo que más queríamos de ella, una gran interpretación de Nicole Kidman.

'La favorita'

Por eso 'La favorita', la tercera película de Yorgos Lanthimos en inglés, es quizá su propuesta más sólida hasta el momento. Lanthimos dirige pero no escribe el guion por primera vez, y gracias a ello, 'La favorita' es mucho más que una buena idea que acaba dando vueltas sobre sí misma.

No hay una explosiva idea "high-concept", sino una historia basada relativamente en hechos reales: 'La favorita' nos transporta a la corte de la Reina Ana de Gran Bretaña a principios del siglo XVIII. Ana tiene una amiga íntima y consejera, Lady Sarah, con la que mantiene una relación dependiente y tóxica. La Reina tiene todo el poder sobre Gran Bretaña, Sarah tiene todo el poder sobre la Reina, que no toma una decisión sin la "ayuda" de Sarah. A cambio, Sarah tiene que prestarle toda su atención y compañía a una mujer que es caprichosa, cambiante y que está, en el fondo, profundamente deprimida.

Todo se mantiene en un frágil equilibrio, incluso cuando el país se encuentra en una guerra contra Francia que está costando ganar. Ese frágil equilibrio se verá trastornado con la llegada de Abigail, una prima de Lady Sarah que ha perdido todo y llega a la corte en busca de trabajo. Pero Abigail es una chica lista y ávida de poder que no tardará en planear su ascenso social aprovechando la cercanía de la Reina con su prima.

Un trío de reinas, Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone, dan vida a estas mujeres, y las tres construyen personajes muy complejos y con motivaciones muy claras. Colman y Weisz repiten con Lanthimos tras 'Langosta', y tanto ellas dos como Stone podrían estar aquí en los mejores papeles de sus distintas carreras.

'La favorita'

'La favorita' podría haberse quedado en una alocada comedia "de tacitas" llena de preciosos escenarios y vestidos de época, ataques velados y conspiraciones en las sombras (algo que, bien hecho, ya es de agradecer, como en la reciente 'Amor y amistad'), pero gracias en gran parte a las interpretaciones de sus protagonistas consigue esconder en sus pasadizos secretos el trágico relato de tres mujeres que conocen el precio del control, el poder y la soledad.

El trabajo más goloso lo tiene Colman, que se entrega físicamente a la reina Ana, como no podía ser de otra forma en una película de Lanthimos, el rey de las heridas y las autolesiones. La superestrella de la televisión británica encarna a una reina oscura, peligrosa sobre todo para sí misma, autodestructiva, antojadiza, inmadura, irresponsable en su soberanía; arranca risas incómodas e inspira pena en sus momentos más bajos, cuando uno ve que Ana es una mujer que sufre constante y profundamente, física y espiritualmente. Esta bien podría ser la interpretación de la temporada, y hace que nos preguntemos si podremos olvidarla cuando Colman llegue a Netflix este mismo año para interpretar a otra reina de Inglaterra, Isabel II, en 'The Crown'.

A las tres grandiosas interpretaciones de las protagonistas se les une un reparto muy consistente de hombres que están alrededor (o más bien debajo) de ellas: Mark Gatiss, James Smith, Joe Alwyn y el más destacado de todos, Nicholas Hoult, cuyo emperifollado Harley intenta usar las maquinaciones de la Reina y sus consejeras con fines políticos.

La turbia pugna por el poder a la que juegan las tres mujeres resulta interesante y entretenida durante gran parte del metraje, que por otra parte es quizá algo largo de más. 'La favorita' se puede disfrutar como una comedia de enredos, sobre todo en su primera mitad llena de frases para enmarcar y escenas que parecen rodadas para acabar convirtiéndose en memes y gifs en Twitter.

Pero lo que empieza como una amena guerra aristocrática acaba convirtiéndose en un descarnado combate por la supervivencia. 'La favorita' termina con una nota amarga que plantea una compleja reflexión sobre el alto precio del empoderamiento. En la Inglaterra del siglo XVIII, caer en gracia a la persona adecuada podía separar a una joven de un futuro de prostitución, pobreza y enfermedad. En esa desesperada lucha por hacerse con el control y afianzar su libertad, Abigail se lanza a un triángulo (mucho más que amoroso) en el que aprenderá que no hay prisión más inquebrantable que el propio sufrimiento.

'La favorita'

Esencia Lanthimos

El guion, en realidad escrito por unos casi desconocidos Deborah Davis y Tony McNamara (ella, que escribió el primer borrador de la historia en 1998, no ha vuelto a firmar otro libreto; él es un nombre recurrente en la televisión australiana), es muy superior a todos los firmados por el propio Yorgos Lanthimos, pero en realidad 'La favorita' encaja en su esencia y espíritu a la perfección con el cine del griego.

No solo por la cruel, trágica y desesperanzada naturaleza del relato, sino porque Lanthimos sigue imprimiendo en la película dos características que forman parte de su sello personal: la estilización visual y una lejanía incómoda y despiadada de sus personajes y su situación en el mundo. Ya sea por el uso de grandes angulares que deforman el palacio y a sus habitantes o por los bailes anacrónicos, 'La favorita' no es otra película de época; no ocurre en un momento o un lugar determinado, más bien en la cabeza de Lanthimos. Y mostrárnosla tal y como está ocurriendo ahí dentro sigue siendo un gran talento, aunque a veces no nos guste lo que vemos.

Nota: 8

Lo mejor: La descarnada interpretación de Olivia Colman.

Lo peor: El tercer acto se hace demasiado largo.

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