Cuando te dicen 'La Gallina Turuleca' lo primero que se te viene a la cabeza es la famosa canción de los Payasos de la Tele que se ha ido pasando de generación en generación entre padres e hijos. Es por ello que hacer una película basada en una canción tan popular tenía cierto riesgo. Todo el mundo tiene una imagen mental ya hecha de la gallina, ¿cumple esas expectativas la gallina cinematográfica?
'La Gallina Turuleca' cuenta la historia de una gallina diferente a las demás tanto físicamente como en cuanto a sus capacidades. Como bien dice la canción original, se trata de una gallina que "parece una sardina enlatada", ya que "tiene las patas de alambre, porque pasa mucho hambre y la pobre está todita desplumada". Además, se trata de una gallina, en principio, incapaz de poner huevos, pero que cuenta con una habilidad especial que ninguna otra gallina tiene, que es la de hablar y, por ende, cantar.
Todas estas características le hacían bastante complicado a los diseñadores del dibujo animado crear una gallina que fuera a la par fiel a la descripción de la canción, pero que fuera querida por los niños, ya que sin duda se trata de una película infantil. Sin embargo, el equipo lo ha conseguido con creces. El aspecto físico de la gallina cumple con todas las características de la canción, cuenta con el cuello quebrado, tiene las patas de alambre, está desplumada y sus enormes ojos curiosos destacan por encima de cualquier otra parte de su cuerpo, sin embargo, es un dibujo que ya sabes que va a ser entrañable con solo mirar los primeros fotogramas de la película.
Un hecho que se acentúa cuando Turuleca aprende a hablar y a cantar. La voz de Eva Hache, que da vida a la gallina, sin duda le ha dado ese toque especial que hace que Turuleca sea un personaje con el que te emociones, empatices y al que apoyes. Es decir, es un personaje que llega al espectador desde el más pequeño al más mayor. Incluso me atrevería a decir que hay partes en las que puede llegar a emocionar a los espectadores de forma más profunda, al sentirse identificados.
Contra el bullying y el darse por vencido
Si hay dos mensajes claros en esta película es que te van a rechazar cuando seas diferente, pero que no hay que darse por vencido sino explotar precisamente todo lo que puede diferenciarte de los demás para conseguir aquello que ansías y alcanzar tus sueños. Un mensaje con el que probablemente muchos niños se puedan sentir identificados y que les ayude a no acobardarse ante su propia valía personal, a no ocultar aquello que los diferencie y a potenciarlo para alcanzar todo aquello que desean.
Cuando comienza la película, todas las gallinas se burlan de Turuleca porque es diferente, no es muy agraciada físicamente y no puede poner huevos, sin embargo, Isabel, la anciana que la compra, apuesta por ella y la enseña a no darse por vencida y a seguir intentando poner huevos.
Según avanza el planteamiento de la película, Turuleca descubre que puede hablar y, no solo eso, sino que también puede cantar, de hecho, este descubrimiento lo hace gracias a que empieza a entonar la tradicional canción que supuestamente le ha compuesto Isabel para animarla a que no desista en su intento de poner huevos.
Un desgraciado acontecimiento hace que Isabel acabe en el hospital de "la gran ciudad" y Turuleca no cesará en su objetivo de ir a buscar a Isabel, su amiga y la que ha confiado en ella desde el principio. Bajo la frase que dice en varias ocasiones "yo no me voy por vencida" la gallina hará todo lo que esté en su mano para alcanzar su objetivo y a la vez sus sueños: actuar en el circo.
Y es que otro de los valores que comparte la película es que siempre hay que perseguir aquello que queremos lograr en la vida y que nos va a hacer felices. Así, Turuleca, hasta en los últimos momentos en los que todo parece imposible, todo el mundo está en su contra, y la situación parece un callejón sin salida, ella continúa y lucha por conseguir su objetivo.
Las voces de José Mota y Eva Hache
José Mota y Eva Hache han sido los encargados en esta ocasión de poner las voces del villano Armando Tramas y Turuleca respectivamente. Ambos le han aportado el toque perfecto a cada uno de sus personajes que completa las personalidades de la gallina y de Tramas y que hace que sean dos personajes totalmente creíbles para el espectador.
Creo que la experiencia de ambos en el mundo del doblaje y su habilidad para modular la voz, además de su toque de comedia característico, han hecho que estos personajes lleguen de forma más directa a los espectadores a través, no solo de sus voces como tal, sino de las onomatopeyas y del "lenguaje gallino", en el caso de la gallina, como decía Eva Hache, que han tenido que aportar a cada personaje, y que es lo que contribuye a que el espectador vea claramente ante sí una gallina y al malo.
Guiños a Don Pepito y Don José, y a E.T.
Como no podía ser de otra manera, la película da la sorpresa de incluir algunos guiños a otro clásico de los Payasos de la Tele, la canción tradicional de Don Pepito y Don José, que decía aquello de "Hola Don Pepito, Hola Don José, pasó usted ya por casa, por su casa yo pasé", a través de dos personajes que participan en la compañía de circo a la que se incorpora Turuleca, Circo Daedalus, y que son los que representan la parte más de payasos propiamente dicha.
Así, aunque ambos aparecen a lo largo del largometraje, hay una escena de la película en la que cuentan con un protagonismo completo cuando interpretan su tradicional canción a la vez que representan el típico número que hacen los payasos en el circo.
Pero este no es el único guiño nostálgico que hace la película, sino que también en una de las escenas podemos ver cómo el niño protagonista montado en su bici con Turuleca en su cesta, salta una serie de coches en la carretera y se queda durante un momento suspendido en el aire viéndose únicamente su sombra, lo que es una clara referencia a E.T.
En definitiva, el largometraje infunde unos valores y unos mensajes en los más pequeños que acudan a ver la película que probablemente les haga salir del cine con más ganas de enfrentarse a todo aquello que les hace sentirse pequeños por dentro y que les impide perseguir sus sueños. Por su parte, los mayores podrán emocionarse y reírse con la gallina tan famosa que tienen ya metida en su mente desde hace tiempo y que les recuerda a su infancia o a su juventud, aunque sin duda ahora olvidarán que la gallina está desplumada y que tiene patas de alambre, pues su ternura, decisión y perseverancia es lo que ahora la caracteriza por encima de todo.