Antes de conocer la firmeza de la suela de los zapatos de Kathleen Kennedy, Phil Lord y Chris Miller enamoraron al mundo con 'La LEGO película'. El proyecto suscitó todo tipo de dudas, ya que sonaba inverosímil la idea de dotar de vida a unos minúsculos seres inertes que sólo danzaban en nuestra imaginación. Y precisamente de imaginación andan sobrados estos dos cineastas, incapaces de no hacer reír con sus películas. Sus personajes de LEGO nos encandilaron por el humor inteligente y cargado de picardía que les imbuían de vida, pero, como es habitual, las siguientes entregas de la franquicia han ido bajando el listón.
'Batman: La LEGO película' mantenía la mordaz audacia de su predecesora, pero la narración terminaba por dilatarse en exceso y los chistes se diluían en ese océano. Meses después, llega a los cines 'La LEGO Ninjago Película', una película con un tono mucho más infantil, como la serie de Cartoon Network de la que proceden su universo y sus personajes. La tercera entrega de la saga relata las dificultades de Lloyd, hijo del mayor villano de la región, por compaginar sus facetas de adolescente denostado en el instituto por sus compañeros y de enmascarado ninja especializado en salvar a su ciudad de los caprichos megalómanos de su progenitor. El protagonista es cada vez más irascible en lo que respecta al desprecio con el que le trata su padre, que desconoce la identidad del héroe que no para de frustrar sus maquinaciones.
Una premisa que desemboca en una comedia familiar con instantes hilarantes que no terminan de engrasar una trama demasiado vaga y cansina. El filme no arranca a pesar de los chistes circunstanciales y algunas originales y alocadas situaciones motivadas por el antagonista, Garmadon, que bien merece regresar en próximas entregas del universo cinematográfico de LEGO. En ese enquistamiento del relato influye mucho la nula aportación y carisma de los compañeros de Lloyd, que forman un escuadrón ninja de lo más insulso, únicamente motivado por sacar lo mejor de un líder que no está a la altura de los previos protagonistas de las películas de LEGO: el desorientado Emett y el magnético Batman. Si 'La LEGO película' era una locura constante, 'La LEGO Ninja Película' no alcanza el grado de desenfreno necesario como para que sus abigarrados componentes satisfagan a largo plazo.
Absolutamente apta para niños
Esa pérdida de fuelle repercute sobre todo en lo compacto de la propuesta, ya que en última instancia el espectador se va a casa con algunas gracias sueltas, echando en falta una historia mejor elaborada y conducida. Obviamente, tan sólo los adultos se darán cuenta de tal merma de la elocuencia narrativa, porque los niños disfrutarán la película con locura. 'La LEGO Ninjago Película' cuenta con todos los ingredientes necesarios para mantener la atención de un niño: tiburones a modo de artillería, chistes de gatos, humor asequible, personajes arquetípicos... Es la película idónea para la generación que ha nacido bajo el cobijo del caleidoscopio disperso que es YouTube. Constantes estímulos ahuyentarán el tedio de los más pequeños y de buena parte del público adulto, siempre que se busque un producto ágil y ligero, aunque entre sus cualidades no se encuentre la originalidad refrescante que nos regalaron Miller y Lord hace tres años.
'La LEGO Ninja Película' demuestra el viraje hacia el terreno exclusivamente infantil que está sufriendo la franquicia de LEGO, sin llegar al indolente humor blanco, pero recortando en profundidad e ironía con cada una de sus nuevas entregas, que cada vez parecen más interminables.
Nota: 5
Lo mejor: Los agudos toques de humor propios de la franquicia.
Lo peor: La manida estructura de descubrimiento, viaje y redención, que, unida al tono mucho más infantil, le arrebata interés a la película.
