En el baúl de juguetes de la infancia (y no tanta infancia) de casi todas las personas que conozco, siempre ha habido un elemento en común, que me hace recordar que las cosas antes eran más simples e imaginativas cuando se trataba de jugar: los LEGO. Recuerdo que una de las cosas más desagradables era pisar uno de esos bloques de colores, toda una tortura, y ahora tras infinidad de videojuegos y alguna que otra incursión menor en la pequeña pantalla a modo de serie o telefilme, es la hora de que uno de los juguetes más populares y respetados que hay tenga su propia incursión en la gran pantalla, y lejos de ser una campaña de marketing evidente como su título, 'La LEGO película' consigue algo muy curioso, y es que consigamos pasar un buen rato volviendo a imaginar el cómo era jugar con estos bloques, y sobre todo, que todo está tan bien incluido en ella que a los cinco minutos ya estamos enganchados a su vaivén.
El filme cuenta la historia de Emmet, una figurita LEGO absolutamente normal y fiel a las normas que es identificada por error como la persona más extraordinaria y la clave para salvar al mundo. Se ve entonces inmerso en una búsqueda épica para detener a un malvado tirano junto a un grupo de desconocidos, una aventura para la que Emmet no está preparado en absoluto, lo que resulta especialmente divertido. El argumento tiene el acierto de colocar al personaje más simplón posible de su historia como protagonista, siendo este punto a favor clave en el planteamiento de la historia y sobre todo logra conectar especialmente con el público, que por cierto, puede variar mucho de edad, ya que si los más pequeños disfrutarán de ver a las figuritas en acción, los más mayores pueden ver también algunos matices muy bien escogidos.
Durante todo el metraje las bromas sobre el tipo de comportamiento cuadriculado, permisivo y conformista está muy bien instaurado, y la crítica hacia ello le ofrece un gran atractivo, ya que de cierta manera se trata de una parodia del mundo en el que vivimos. Tan solo viendo el tráiler (algo que nunca recomiendo, ya que para mi suele matar parte del encanto de ver una película sin saber nada de ella), se puede ver un poco por donde van los tiros, cuando al protagonista se le vende un café a 32 dólares, y se siente alegre por ello. Y es que en el filme se dará mucho peso a esa visión del mundo donde parece que todo está bien, cuando en realidad, nos procuran mantener distraídos con otros asuntos para evitar que veamos realmente que nos venden un envase, sin importar lo que hay dentro.
El punto de crítica está por ello en todo el filme, salpicando las secuencias con alguna que otra joya sobre el consumismo, el abuso de poder y la política autoritaria, siendo por lo tanto un aliciente para todo aquel mayor de edad que quiera darle una oportunidad a la historia, que gracias a unos personajes carismáticos, consigue que queramos segur viendo como estos pequeños muñequitos hacen de las suyas con ese acabado stop-motion que tan bien le sienta, aunque eso sí, me temo que se trata de una animación por ordenador, y aunque pueda romper un poco el encanto, después de verla queda totalmente justificado, ya que si fuera en realidad hecha fotografía a fotografía, hubieran tardado siglos en acabarla debido a toda la acción y movimiento que ofrece el largometraje.
El ritmo por lo tanto es bastante estable durante muchas de las secuencias, con detalles especialmente graciosos e inteligentes, todo un logro para una película de animación de esta categoría, que sorprende por la multitud de matices que esconden sus personajes, y cómo estos son especialmente carismáticos y lógicos en sus acciones, debido a un buen guión que no toma al espectador por tonto, y sí da los suficientes detalles como para encontrar la broma en ellos sin ser risa fácil, aunque también haya de eso. Algunos de los puntos de humor más interesantes son a base de parodiar diferentes actitudes de los personajes que salen en pantalla, algunos de los cuales son tan simbólicos como Batman (que es a su vez uno de los personajes principales, todo un acierto), Superman, Gandalf o Han Solo.
El gran número de cameos de personajes de otras franquicias hacen que poco a poco todo vaya ganando más relevancia, y hace que el filme sea bastante completo en cuanto a personajes secundarios, siendo por ello bastante interesante de ver, ya que cambia de localizaciones con facilidad, todas ellas animadas con especial mimo, y llenas de detalles en forma de bloques, movimientos propios de los juguetes LEGO, y en definitiva, que casi parece que todo fuera un gran escenario montado por algún niño que está jugando a imaginar una historia.
Esta es una de las lecturas más inteligentes y bien situadas de la película: tras verla querrás volver a ponerte a jugar con ellos. Si bien, consigue este objetivo sin intentar venderte nada, no se trata de un 'product placement' de libro, sino que uno ya sabe lo que va a ver, viniendo de donde viene no es ningún secreto que hay Legos por todas partes, pero no por ello intentan vendernos nada descaradamente, sino que lo importante en la cinta es el juego, y ese juego es llevado a su realización con la suficiente agilidad como para no ser aburrida, y aunque hayan puntos menos interesantes que otros, una de las cosas mejor trabajadas es la lógica de todo lo que rodea a las situaciones que van pasando los protagonistas.
Gracias a ello veremos la película con un cierto toque realista, ya que no se ha querido ir a un mundo idílico donde los juguetes son en realidad algo vivo en cuanto a que no tienen nada que ver con esta galaxia, sino que habrán algunas referencias clave que harán que todo tenga un sentido más particular y real, por lo que sí, por momentos sentimos que toda la película en si podría ser perfectamente una de las múltiples historias que muchos niños se hacen cuando juegan con sus Legos, y este toque de infantilidad en cuanto al juego, y la seriedad y diferentes lecturas que ofrece su argumento hacen que sea un filme realmente interesante para ambas partes, tanto jóvenes como adultas, y aunque no llega a ser 'Toy Story', tampoco pretende serlo, sino que con su propio mundo logra montar una historia lo suficientemente fluida como para enganchar.
Grata sorpresa
Eso sí, no todo será perfecto de principio a fin, y sí se nota que ciertas etapas de su viaje son menos interesantes o bajan algo el ritmo, y pese a que la película en su totalidad funciona bastante bien, sí hay partes del metraje que se dilatan demasiado o tienen menos carisma que otras, haciendo que por momentos estemos esperando que cambien ya de localización o ocurra algún cameo interesante para seguir enganchados al filme. En cuanto a cameos no se queda corto, y habrán algunos momentos que los entendidos de cine sabrán aplaudir, además de que se usan referencias al la parodia de algunos personajes para añadir humor, que por lo general, resulta ser bastante sano y simpático como para tenernos enganchados.
Con un protagonista tan simplón como es Emmet, uno no tarda en encontrarle simpatía, y la verdad, resulta un placer emprender este viaje junto a él, aunque en algunos momentos esté demasiado sobrecargado y queramos frotarnos un poco los ojos ante tanto color y movimiento de bloques. Todo ello no desmerece tampoco a una animación muy orgánica para ser un animación limitada por basarse en unos muñecos que no tienen especialmente mucha movilidad, más aún con esas manos en forma de 'C' que tendrán más de una broma inteligente con ello, siendo de agradecer el aspecto de la comedia en mucha parte de su metraje, al ser bastante fresca y efectista, sin ser facilona del todo.
En definitiva, 'La LEGO película' es una sorpresa bastante agradable en cuanto a la animación actual, sobre todo por desligarse a lo que nos tiene acostumbrados Disney, Pixar y compañía. Hay que valorar también que su metraje cuenta con las suficientes lecturas y bromas inteligentes como para resultar atractiva no solo a los más pequeños, sino que los que hemos dado el salto a otro tipo de entretenimiento, y ya no nos ponemos a jugar con los juguetes que dan nombre al filme, nos sintamos a su vez algo nostálgicos de los mundos imaginativos que podía dar de si el ver esos bloques desparramados que podían ser cualquier cosa que imaginemos. Y esto es muy importante en la cinta, que muestra que la imaginación aún tiene que ser incentivada desde más pequeños, y en serio, dan ganas de guardar la videoconsola en un cajón y volver a eso de imaginar y dejarse llevar por nuestras propias aventuras, algo que 'La LEGO película' hace muy bien, y eso es una sorpresa agradable para el cine de animación por ordenador.