El cine de Isabel Coixet siempre ha sido una muestra de profundidad y sensibilidad con sus protagonistas, mayoritariamente femeninas. No es extraño que 'La librería', adaptación de la novela homónima de Penelope Fitzgerald, continúe por esa senda de aquellas mujeres cuya dignidad es su principal escudo de cara a una situación hostil.
Ambientada en 1959, Florence Green es una mujer viuda que, tras abandonar Londres, decide instalarse en una pequeña ciudad costera llamada Hardborough, en Suffolk. Al ver que no existe ninguna librería en la zona, y leer es una de las pasiones de Florence, la mujer se atreve a abrir una librería en la ciudad. Para ello, decide comprar Old House, una vieja mansión situada en pleno centro de Hardborough y que llevaba ya tiempo en un claro estado de abandono. Tras muchos sacrificios, Florence logra abrir su negocio. Pero, sin embargo, se topará con las ambiciones de la señora Gamart, que quiere comprarle Old House para poner allí un Centro Cultural de Arte para las clases altas. Esto provocará una fuerte fricción que hará que el poder de la señora Gamart se convierte en presión a Florence para cerrar su negocio.
Los valores y principios propios ante la presión social
'La librería' sigue la senda del cine delicado y de ambientación amable que Coixet mostró en 'Aprendiendo a conducir', de clara esencia francesa y que recuerda a otros filmes muy alabados como 'Rosalie Blum' o 'Pastel de pera con lavanda'. Ese toque logra que el filme, con una exquisita ambientación y un reparto de actores entregados, consiga profundizar en temas que son mucho más dramáticos de lo que, estéticamente, parecen. La directora, que escribe también el guion, crea una película en la que su protagonista, una mujer cuya determinación y dignidad son inquebrantables, debe enfrentarse a una sociedad hostil con ella por no doblegarse ni dejarse manipular.
Un mensaje muy fuerte, sin duda, al que se añade la pasión por los libros y la lectura de Florence, una protagonista única, diferente a las anteriores que creó Coixet. Emily Mortimer derrocha elegancia y clase con un papel cuyos principios e ideales van por delante que las presiones que recibe. Ella sólo quiere tener su librería y no entiende cómo otra mujer, con influencia y de clase alta, quiere arrebatársela cuando el edificio que ha comprado llevaba ya tres años disponible. Su valor y coraje hacen que se venga a la mente otro título estrenado recientemente con una protagonista igual de valiente, 'Una mujer fantástica'.
Coixet crea un personaje antagónico, que es el interpretado por Patricia Clarkson (que ya trabajó con la cineasta en 'Elegy' y 'Aprendiendo a conducir') que, curiosamente, es también la contraparte del personaje de Florence. Ambas tienen como concepto primero que sus principios y forma de pensar son su fuerte, pero una lo ejerce para transmitir su pasión y dedicación de su trabajo, mientras que la otra sólo lo hace por mero ejercicio de egocentrismo, al saber que carece de otro poder que no sea el del dinero. Es en esa fricción, en la que la directora crea una película donde la dignidad y la propia determinación son los principales valores, los únicos que quedan cuando se percibe el rechazo y, sobre todo, el deliberado conflicto hacia uno sólo por no seguir lo que dicta la regla social.
El mejor filme de Isabel Coixet desde 'La vida secreta de las palabras'
A diferencia de las protagonistas de 'Mapa de los sonidos de Tokio' o 'Nadie quiere la noche', Coixet condona la pena que paga su protagonista por seguir sus principios ofreciendo un rayo esperanzador que será el que, justamente, consiga que su película no sólo se disfrute con sus momentos dulces, sino también con aquellas sensaciones de amargura. También hay que destacar un estupendo desarrollo de personajes de reparto, siendo el señor Brundisher, interpretado por Bill Nighy, el que trae esos momentos de sutil pasión y de amor imposible, sello propio de la realizadora.
Con un guion solvente, unos actores entregados, una ambientación inglesa cuidadísima, una música que envuelve al espectador en el último año de la década de los 50 y un mensaje profundo y de rabiosa actualidad, 'La librería' es la película más redonda de Isabel Coixet desde la magnífica 'La vida secreta de las palabras'. Sin duda, uno de los mejores exponentes de una de las directoras más prestigiosas de Europa.
Nota: 8
Lo mejor: Su complejo y profundo mensaje. Su actriz protagonista, sus personajes de reparto y la ambientación.
Lo peor: Se echa en falta algo de mayor profundización en el personaje de Patricia Clarskon.