Es curioso cómo la televisión es capaz de traer episodios oscuros de la historia y hacerlo de una manera tan entregada que, sin duda, provocan que surja la pregunta de por qué esas historias no han podido verse en la pantalla grande. Aunque los libros de historia lo tengan escrito, pocos se acuerdan de qué ocurrió con muchos exiliados españoles al cruzar la frontera con Francia. La realizadora Sílvia Quer trae un episodio de este momento histórico, lo hace con 'La luz de Elna', que resalta la figura de Élisabeth Eidenbenz, una mujer que entre 1939 y 1944 salvó de la muerte a mujeres embarazadas, bebés recién nacidos y niños tanto de la República como judíos que huían de la Gestapo.
Año 1942 en Elna, situada al sur de Francia, cercana a la frontera con España. El país se encuentra en un momento convulso, la zona del sur está dominada bajo el régimen de la Francia de Vichy. En medio de ese horror está la Maternidad de Elna, un antiguo palacete abandonado que ha sido restaurado, por voluntarios, para convertirlo en un lugar donde las mujeres españolas provenientes del campo de refugiados de Argelès-sur-Mer puedan dar a luz a sus hijos sin peligro de muerte tanto para el infante como para la madre. Sin embargo, el nuevo gobierno está decidido a cerrar el Hogar de Maternidad. Por ello, su directora, la enfermera suiza Élisabeth Eidenbenz, enfermeras, colaboradoras y las propias madres se unirán para evitar su cierre.
Una historia femenina de esperanza
Inspirada en hechos reales, el filme trae a la luz, nunca mejor dicho, cómo Eidenbenz logró salvar la vida de más de 800 niños y sus madres, inicialmente republicanos que huían de la dictadura franquista y que fueron recluidos en condiciones inhumanas en campos de refugiados. Al igual que sucedió en la historia real, finalmente acaba siendo también un refugio para huidas políticas de origen judío. Una historia que Sílvia Quer y las guionistas Ana Sanz y Montse Ganges, bajo el pseudónimo de Margarita Melgar, defienden magníficamente, sobre todo, teniendo en cuenta el poco presupuesto que se le ha dado a la película que, gracias a un correcto guion y unas interpretaciones excelentes, no le resta calidad a la cinta.
Porque 'La luz de Elna' es un retrato femenino de resistencia, de esperanza, de cooperación, de unidad. Un ejemplo de esas heroínas silenciadas por la historia que salvaron la vida a miles de personas. Aunque el mensaje está centrado en un momento histórico muy concreto, el filme guarda cierta crítica a la sociedad actual al remarcar la situación de los refugiados españoles y hacer cierta metáfora a la crisis que se están viviendo en la Europa actual con los refugiados provenientes de Oriente Próximo. El símil es sutil pero directo, provocando una reflexión sobre lo que dice la propia historia.
Magnífico reparto de actrices
Más allá, sus actrices y el guion logran que se perciba menos que se trata de un telefilme y no de una producción para la gran pantalla. Cierto es que se echa en falta escenas en el campo de refugiados, que se solventan con descripciones de lo que sucede en aquel horrible lugar. Sin embargo, el filme sabe sacar provecho de su desventaja al centrar toda la trama en el Hogar de Maternidad, provocando que se se sienta que es un lugar como un oasis en medio de un infierno.
No hay que olvidar hablar de sus actrices, todas espléndidas. Sin duda, Noémie Schmidt es la revelación francófona. Ya demostró sus buenas dotes en recientes estrenos como 'Manual de un tacaño' o 'El Sr. Henri comparte piso'. Con 'La luz de Elna', la actriz helvética se enfrenta a su primer papel protagonista y lo defiende con una austeridad suiza, propia de su nacionalidad como del personaje. Junto a ella están una maravillosa Natalia de Molina, la mejor actriz de su generación sin duda, y una magnífica Nausicaa Bonnín, con un papel incómodo y con un pasado desolador. No hay que olvidar también a Nora Navas y Blanca Romero, soberbias en sus interpretaciones.
'La luz de Elna' es un relato espléndido de dignificación y que honra a esas heroínas del día a día, aquellas que, aunque tengan presente la muerte, son capaces de darlo todo por seguir dando vida, luz y esperanza. Un filme que demuestra que las buenas películas pueden encontrarse también en la pequeña pantalla. De hecho, recuerda, salvando mucho las distancias, a la estupenda 'Un amor por ocultar', producción francesa para televisión del 2005. Un proyecto hecho por mujeres, protagonizado por mujeres y con un mensaje universal que, sin duda, no dejará indiferente a nadie. Magnífica.
Nota: 8
Lo mejor: Sus actrices, espléndidas, y su guion.
Lo peor: Verla como un telefilme de sobremesa, es muchísimo más que eso.
