Si echamos un vistazo a las redes sociales cualquier día de la semana nos encontraremos con miles de quejas sobre el panorama cinematográfico actual. Ante las noticias de nuevos proyectos procedentes de Hollywood, el público se suele lamentar por la falta de originalidad y la saturación de remakes y secuelas que aqueja al cine comercial. Sin embargo, las cifras de taquilla cuentan otra historia. A la audiencia le gustan las propiedades conocidas y los universos compartidos (los que están bien hechos, claro), así que es lógico que los grandes estudios hagan más caso a los números que a las protestas en Internet.
En este clima nace 'La momia', el reboot que inaugura el nuevo universo cinemático basado en los monstruos clásicos de Universal Pictures, y que ha recibido la denominación oficial de Dark Universe. En un principio se rumoreó que 'Drácula: La leyenda jamás contada' sería la encargada de dar el pistoletazo de salida al Dark Universe, sin embargo, la película protagonizada por Luke Evans quedó como un falso comienzo, y la nueva era de los monstruos Universal arranca oficialmente con 'La momia', dirigida por Alex Kurtzman, quien ejerce junto a Chris Morgan de arquitecto narrativo de la saga.
Está claro que Universal Pictures pretende emular la estrategia de Marvel, con la esperanza de poder repetir también el éxito de La Casa de las Ideas, valiéndose del riquísimo catálogo de iconos del fantástico que tiene a su disposición. Sin embargo, su modelo se asemeja más al del Universo Extendido de DC, ya que como Warner Bros., ellos han decidido empezar la casa por el tejado. Antes de que 'La momia' llegase a los cines de todo el mundo, el estudio ya había anunciado cerca de nueve películas como parte de Dark Universe. Es pronto para concluir si Universal será capaz de cumplir con los ambiciosos planes que se ha propuesto, pero lo que sí podemos hacer por ahora es evaluar 'La momia' como película y como inicio de una macrohistoria que ya veremos si nos cuentan entera.
Conectada pero independiente
'La momia' traza un puente entre el antiguo Egipto y el Londres actual para contarnos la historia de la princesa Ahmanet (Sofia Boutella), heredera al trono cuyo destino fue arrebatado injustamente tras el nacimiento de su hermano. A causa de esto, Ahmanet enloquece hasta cometer los actos más atroces, lo que provoca que esta sea enterrada viva en una tumba en lo más profundo del desierto, alejada de Egipto con la intención de borrarla para siempre de la historia. Miles de años después, los exploradores Nick Morton (Tom Cruise), Jenny Halsey (Annabelle Wallis) y Chris Vail (Jake Johnson) encuentran su sarcófago durante una expedición en Oriente Medio y despiertan a la princesa, a quien transportan a Londres para su investigación. Convertida en el demonio ancestral conocido como la momia y con una gran sed de venganza acrecentada tras miles de años de espera, esta sembrará el terror en la capital británica para recuperar lo que le fue arrebatado. Nick y Jenny lucharán por sobrevivir a su amenaza y salvar al mundo de ser tragado por las tinieblas.
Con 'La momia', Alex Kurtzman se ha propuesto acercar el pasado al presente. El director se encarga de rendir tributo al clásico de los años 30 protagonizado por Boris Karloff en el papel del emblemático monstruo, pero a su vez guiña el ojo a la franquicia protagonizada por Brendan Fraser y se esfuerza en traer su mitología hacia nuestros días, revistiendo el homenaje de la acción espectacular y el despliegue técnico propio de las superproducciones modernas. El resultado es un híbrido de clasicismo y modernidad que no solo nos remite con nostalgia a la era monstruosa de Universal, sino que también posee cierto regusto al cine de aventuras de Indiana Jones, al mismo tiempo que sigue los dictados de las sagas contemporáneas.
Por otro lado, el realizador se asegura de que 'La momia' no sea un producto inacabado a pesar de su función como introducción a un eje narrativo que se desarrollará a lo largo de varias entregas. Afortunadamente, el film no adolece del mal de la "capitulitis" detectado en sagas como 'Los Juegos del Hambre' o 'El Hobbit', que dejaban a medias la historia sabiendo que el espectador volvería para completarla al año siguiente. Kurtzman sabe de la importancia de entregar a la audiencia un producto íntegro y autoconclusivo, sin perder de vista en ningún momento el esquema general, introduciendo, como en Marvel, DC o las franquicias que él mismo produce ('Transformers', 'Star Trek'), los elementos conectores pertinentes que más adelante serán recuperados para ir dando forma al Dark Universe. Es decir, 'La momia' es una película que empieza y termina, que tiene su planteamiento, nudo y desenlace, y cuyo final deja las puertas abiertas para más, pero no desvirtúa la integridad narrativa de lo visto hasta ese momento. Algo que, aunque parezca obvio señalar, hay que elogiar.
Mujeres ¿al poder?
Ahora bien, a pesar de todo lo anterior, 'La momia' no deja de ser en ningún momento una "película de Tom Cruise". El famoso actor, conocido por involucrarse al cien por cien en los proyectos en los que participa, ejerce como socio creativo del film, por lo que no es de extrañar que por momentos parezca que estamos viendo una nueva entrega de 'Misión Imposible' con elementos sobrenaturales. Secuencias de acción como la del avión, en las que el actor sigue insistiendo en realizar sus propias acrobacias de riesgo (con buenos resultados, como siempre), es donde salta a la vista el ADN "cruisiano", acrecentando así la sensación de que no estamos viendo nada novedoso en ninguna de sus facetas.
Eso sí, en esta ocasión Cruise se ha asegurado personalmente de que las mujeres de la película tengan mayor protagonismo, con dos personajes femeninos fuertes al frente de la historia. Por un lado está Ahmanet, la primera Momia del cine interpretada por una mujer (decisión del propio Kurtzman), actualización del icono del terror que en este caso resulta orgánica y nos deja a una seductora villana con un lado humano muy desarrollado que la convierte en algo más que un monstruo. Por otro tenemos a Jenny, intrépida y decidida egiptóloga que no duda en entrar en acción cuando la situación lo requiere. Ambas forman parte de un triángulo que aparentemente huye de estereotipos, pero lo cierto es que no hay verdadera transgresión en el rol de los personajes femeninos, especialmente el de Jenny, que parece que va a darle la vuelta al cliché de "la chica del héroe", pero acaba siendo justamente eso. Lo que decíamos, 'La momia' es una película de Tom Cruise, y no hay duda al respecto. La única diferencia es que el actor ya no desprende el carisma de antaño, dando vida a un personaje cortado por el patrón de Indiana Jones, que no obstante se queda muy lejos del descaro y el encanto del personaje de Harrison Ford.
Como Marvel, pero con terror
Marvel y DC tienen a los superhéroes, Universal tiene a los monstruos. La primera cuenta con la fórmula no tan secreta del éxito, la segunda intenta reproducirla añadiendo una variante que (por ahora) no poseen las sagas comiqueras: el terror. Esto es lo que diferencia a 'La momia' de otras superproducciones, que pretende construir el mismo tipo de narración interconectada y espectáculo hollywoodiense apoyándose en el cine de miedo. Así, la película destaca por ser más oscura (tanto que a veces no se distingue bien la acción) e incluir imágenes espeluznantes, criaturas macabras como muertos vivientes y algún que otro sobresalto.
Por lo demás, Universal sigue la plantilla marveliana al pie de la letra, cambiando superhéroes por monstruos. Tenemos una organización secreta, Prodigium, que ejerce como nexo de unión entre los diferentes monstruos y sirve en este caso para introducir al Dr. Jekyll y Mr. Hyde (Russell Crowe) en una escena más que correcta si la descontextualizamos, pero insertada de forma postiza en el metraje. Tampoco falta el clímax apocalíptico con una ciudad en peligro que nuestros héroes deben salvar. Y por último, para que el espectador conecte con los personajes, el film echa mano (demasiado) del humor, departamento en el que hace aguas. Sí, Cruise, Wallis y Johnson tienen su química, pero la dinámica entre los personajes se antoja artificial (Vail y Nick no son ni por asomo la pareja hilarante que intentan vendernos, sobre todo porque la comedia no es el don más natural de Cruise) y el humor a base de chistes facilones resulta forzado, desentonando con el carácter sombrío de la historia.
En resumen, como aventura escapista y como cinta de acción dentro del canon del cine de Tom Cruise, 'La momia' es un trabajo relativamente eficaz. Y aunque no logra duplicar la fórmula del éxito de otros universos cinemáticos, la mayor parte del tiempo consigue contener la unidad de la historia y no perderse en la necesidad de conectarlo todo. Desafortunadamente, el guion no está a la altura de su ambiciosa empresa y esto puede resultar en indiferencia. Y es que la lucha por descifrar la naturaleza del bien y del mal que vertebra 'La momia' es la de siempre, por lo que la película no ofrece nada que no hayamos visto ya. ¿Es así como se vende a largo plazo un universo cinemático? Ya lo veremos.
Lo mejor: La mezcla de acción y terror funciona. Visualmente cumple de sobra, con buenos efectos digitales y un lujoso diseño de producción. Salta a la vista que se ha invertido mucho dinero.
Lo peor: El humor está metido con calzador y falta inspiración en los diálogos. No da nada nuevo por lo que emocionarse de cara a próximas entregas.
Nota: 6