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CRÍTICA

'La música del silencio': Sonata de sobremesa

Crítica de 'La música del silencio', dirigida por Michael Radford y protagonizada por Toby Sebastian. Narra la vida del tenor Andrea Bocelli, desde sus inicios hasta su consagración.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 24 de Agosto 2018 | 09:45
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Está claro que las figuras célebres siempre son carne de biopic, más aquellas historias en las que hay episodios de superación personal. Por ello, la vida del tenor italiano Andrea Bocelli era la candidata ideal para plasmarse en el cine. El divo es consciente de ello y él mismo ha querido llevar su biografía a la gran pantalla con 'La música del silencio', en la que el británico Toby Sebastian se mete en la piel del cantante del mítico tema 'Con te partirò'.

La música del silencio

Amos Bardi (álter ego de Andrea Bocelli) nace con una voz para el canto. Sin embargo, el joven padece de glaucoma congénito, una enfermedad que lo va dejando progresivamente ciego. Debido a un golpe cuando tenía 12 años, Amos se queda ciego del todo. El joven, que ya empezaba a estudiar el alfabeto Braille y estudiaba en un instituto para invidentes, no se da por vencido y decide seguir tomando clases de canto. Pese a las dificultades, que lo harán desilusionarse varias veces, Amos no perderá la esperanza de convertirse en tenor, logrando tener éxito internacional después de cantar al lado de Zucchero el tema 'Miserere'.

Biopic de manual

La película está basada en la propia biografía que escribió el tenor en 1999. De hecho, Bocelli cofirma el guion y también aparece en la película. Tal presencia constante del cantante es un arma de doble filo que termina siendo más perjudicial para la cinta que beneficiosa. El tener el aprobado constante del divo provoca que se esté ante un biopic clásico, en el que se hace especial hincapié en la superación personal del tenor, que puso toda su entrega en cantar, pese a la ceguera. Sí, efectivamente es una acción loable, pero el filme no logra en ningún momento transmitir ese esfuerzo y vehemencia. Es más, lo mostrado parece más propio de un telefilme alemán de sobremesa. Recuerda, salvando las distancias, al excesivo celo que tuvo Pierre Bergé en la película 'Yves Saint Laurent', al no permitir mostrar un lado más incómodo de su persona.

La música del silencio

Evidentemente, esto no es culpa de Bocelli, ya que el guion también lo firman el propio director de la película, Michael Radford y Anna Pavignano. Está claro que se está ante la cinta más floja tanto de Radford como de Pavignano. Nadie diría que son los mismos director y guionista de 'El cartero (y Pablo Neruda)'. Es más, se nota a leguas que se trata de un trabajo por encargo, al que le falta pasión y dedicación, ingredientes esenciales para una película que narra la vida de una figura tan célebre y respetada como la de Andrea Bocelli.

No está a la altura del gran Andrea Bocelli

En el terreno técnico, la película es correcta, siendo su diseño de producción, obra de Francesco Frigeri ('La leyenda del pianista en el océano', 'Malena') y de Domenico Sica ('Roma', 'Wonder Woman'), su punto más destacable, al lograr sentir la evolución en años en la cinta. Por otro lado están los actores, el británico Toby Sebastian lo intenta y pone todo su empeño en meterse en la piel de Bocelli. El resultado es regular, no logra transmitir del todo esa devoción del tenor por la ópera, por la música. Puede ser más por una mala dirección que por el propio actor en sí. Antonio Banderas y Jordi Mollà dan el toque español, lamentablemente ambos tampoco pueden salvar la película.

La música del silencio

Con lo cual, 'La música del silencio' es ideal para ver en la televisión, en la hora de sobremesa. Una película que no está a la altura de la figura que retrata, uno de los tenores más reconocidos de los años 90. Una cinta olvidable que hace desear ver un documental en la línea de 'Maria by Callas', 'Dancer' o 'McQueen' para ver un retrato digno del gran Bocelli.

Nota: 4

Lo mejor: El diseño de producción.

Lo peor: Al verla se antoja completamente innecesaria, un libro de Paulo Coelho es más efectivo.