El artículo contiene spoilers del capítulo 9x01 de 'La que se avecina'.
No cuenta con la factura más vanguardista, ni tampoco con espectaculares decorados, ni siquiera tiene cliffhangers de infarto que atrapen al telespectador. Pero es el mayor fenómeno de masas de la televisión española. 'La que se avecina' se ha ganado a pulso su lugar gracias a sus surrealistas guiones y un excelente elenco con una capacidad innata para la comedia más histriónica. Tras ocho temporadas y más de 100 capítulos, la serie creada por los hermanos Caballeros atraviesa su mejor momento y no solo ha sabido frenar los posibles síntomas de desgaste, sino que podríamos considerar la novena temporada como nuevo renacer.
La comedia de Telecinco regresa con el episodio 110, titulado "Una sonámbula, un hombre florero y un ácaro en chándal", donde descubrimos cómo han cambiado las cosas en Mirador de Montepinar. Después de muchos obstáculos en el camino, algunos vecinos conseguirán aquellas cosas que tanto anhelaban. Aunque no será la solución a sus desgraciadas vidas, sí dará un respiro a sus seguidores que veían como el destino de sus personajes favoritos estaba tomando un rumbo, en ocasiones, demasiado dramático.
Tras una caída a los infiernos, perdiendo su casa, sus hijos y acabando prácticamente en la indigencia, los Cuquis han tenido un golpe de suerte gracias al best seller erótico de Maite (Eva Isanta). Ahora son unos nuevos ricos que disfrutan (o no tanto) de su ansiada fortuna. Amador (Pablo Chiapella) tiene todo lo que siempre ha soñado: dinero y un descapotable. Pero no acaba de ser feliz como hombre florero y desea recuperar de nuevo a su Cuqui. El nuevo estatus social promete dar mucho juego, especialmente gracias a su nueva asistenta del hogar: La Chusa (Paz Padilla). Este personaje, que comenzó con una participación episódica en la cuarta temporada, ha ido ganándose el cariño del público con sus pequeñas intervenciones y, finalmente, ha conseguido un puesto fijo en Montepinar. Después de nueve temporadas, el carisma y la comicidad de Padilla son un auténtico soplo de aire fresco que nos regalará grandes momentos. Aviso: no esperéis ver a La Juani de 'Médico de familia'.
Nadie dijo que ver hecho realidad uno de nuestros sueños más deseados fuera a ser la solución a nuestros problemas. Tras una huída en toda regla, Enrique Pastor (José Luis Gil) se ha vuelto un rebelde que vive aventuras en la carretera con su Harley-Davidson, hasta que una llamada le cambiará la vida: la alcaldesa, Teresa (Verónica Forqué), ha dimitido y el partido quiere que él sea su sustituto. La pulcritud e integridad del antiguo concejal se verán atacadas por los verdaderos y corruptos planes del partido. No faltarán los constantes guiños al panorama político español. Sin duda, un giro necesario que proporcionará nuevas tramas para uno de los personajes más icónicos de la ficción.
Eso sí, no todo serán sueños cumplidos. Algunos vivirán su peor pesadilla. El hombre cojín, también conocido como Vicente Maroto (Ricardo Arroyo), verá alterada su sedentaria y rutinaria vida cuando sea proclamado presidente de Montepinar 7. Pero no estará solo. Su consuegro, el espetero y pícaro de playa Fermín Trujillo (Fernando Tejero), será el vicepresidente y el artífice de la mayor trama de corrupción que jamás ha conocido la comunidad. Estos dos personajes, que perdieron a sus parteners, se convertirán en una de las parejas más surrealistas y divertidas de la comunidad. Prometen no defraudar a los espectadores, aunque no lo tienen tan claro con sus vecinos... Desde que aterrizara en la serie a finales de la séptima temporada, Fermín se ha convertido en uno de los pilares que mantienen en pie a esta surrealista comunidad y parece seguir manteniendo el nivel.
Pero la trama revelación de la temporada prometen protagonizarla los Recio. Después de un divorcio y una boda, el matrimonio formado por Antonio Recio (Jordi Sánchez) y Berta Escobar (Nathalie Seseña) parece pasar por su mejor momento. Pero el regreso de su hijo Alvaro, reconvertido en Alba Recio (Víctor Palmero), promete regalarnos las situaciones más desternillantes de la temporada. Tan solo ha bastado un episodio para descubrir que Alba Recio es la gran revelación. No resulta fácil incorporar un nuevo personaje dentro de un reparto tan consolidado, de hecho, los hermanos Caballero han preferido recurrir a rostros ya conocidos de la etapa de 'Aquí no hay quien viva' para que resulte más sencilla su aceptación. Pero la hija de los Recio ya llegó pisando fuerte en el desenlace de la anterior temporada y ahora se convierte en la gran protagonista del primer episodio. La vis cómica de Palmero unida a las enormes posibilidades que ofrece el personaje son una de las grandes sorpresas de la temporada.
Más difícil lo ha tenido Petra Martínez. Cuando Gemma Cuervo y Mariví Bilbao abandonaron el complejo residencial, dejaron huérfanas las tramas de la tercera edad. La llegada de Fina (Martínez) en la octava temporada generó todo tipo de opiniones, el listón estaba muy alto y el recuerdo de Mari Tere e Izaskun seguía todavía presente. Tampoco ayudó demasiado el personaje que parecía no encajar en la comunidad. Pero, poco a poco, fue asentándose y en la nueva etapa demuestra que ser una más en Montepinar. Si no terminabais de conectar con las ocurrencias de esta señora, tranquilos, esperad a ver las putadas que les tiene preparadas a Javi (Antonio Pagudo) y Lola (Macarena Gómez). Fina promete.
La despedida de un león
Cuando un actor decide abandonar una serie para emprender nuevos proyectos, los guionistas se ven obligados a tomar medidas para suplir su ausencia. Pero cuando los guiones ya están escritos, con trama amorosa incluida, y el intérprete se baja del barco en el último momento, la situación se vuelve más peliaguda. Desde que Luis Miguel Seguí avanzase en exclusiva a eCartelera.com que no volvería a dar vida a Leo, no sabíamos cómo se produciría su salida de Montepinar. Se desconocía si sería a la francesa, como Rebeca (María Adánez), o con un desenlace más trágico como el de Goya (Beatriz Carvajal), finalmente optaron por la segunda opción.
A pesar de lo complejo que resulta matar a uno de los personajes históricos de 'La que se avecina' sin perder el tono cómico, los guionistas lo han logrado. La muerte de Leonardo Romaní, más conocido como Leo, nos ha permitido disfrutar de las variopintas reacciones de sus seres queridos. Insuperable ha sido la despedida de su novia Alba Recio, convertida en la nueva viuda de España. También destaca el incomprensible monólogo de Amador, entre llantos, que únicamente Leo habría sabido traducir. Atrás quedará la frase "no toques, ¿por qué tocas?" que ya nunca podrá pronunciarse (o sí).
Fórmula reforzada
No podemos decir que la novena temporada suponga un cambio radical respecto a sus predecesoras, pero la fórmula ha sido reforzada. El giro de ciertas tramas, unido a las potentes incorporaciones, que ya hemos visto o están por llegar, prometen ofrecernos una de las mejores temporadas de 'La que se avecina'. Aunque el primer episodio cuenta con un factor en contra, debe presentarnos la nueva situación de los personajes, prometen recuperar su frenético ritmo en las siguientes entregas. Sus inverosímiles tramas parecen inagotables después de más 100 capítulos y eso que nadie daba nada por ellos en sus orígenes. La ficción de Contubernio ha conseguido enganchar al complicado público juvenil que vive más pendiente de la red que de la vieja y pequeña caja tonta. Estos surrealistas vecinos vienen dispuestos a repetir su éxito, el martes 5 de abril a las 22:30 horas en Telecinco.
Las novedades de la novena temporada de 'La que se avecina'
Teodoro (Ernesto Sevilla)
El hermano de Amador llega a la urbanización de visita y su estancia se prolongará indefinidamente cuando el Cuqui le convenza para que se quede a vivir con él. La idílica convivencia entre los hermanos Rivas se complicará cuando Teodoro inicie un noviazgo con Alba, la hija transexual de los Recio, hecho que suscitará los celos de Amador. Optimista y romántico, Teodoro desea fervientemente que su novia se opere para poder consumar su relación. Además, su excelente labor como gestor le permitirá reflotar Mariscos Recio, iniciativa de la que recelará Antonio, convencido de que el novio de su hija es un advenedizo que pretende arrebatarle su imperio empresarial.
Alba (Víctor Palmero)
La fatalidad y las grandes dificultades marcarán los primeros compases de la nueva vida de Alba en su regreso al complejo residencial: un accidente de paracaídas culminará con la inesperada muerte de Leo y el proceso de su cambio de sexo se prolongará más de lo esperado. El fallecimiento de su novio sumirá a la hija de Antonio y Berta en una profunda depresión, situación de la que logrará salir tras enamorarse de Teodoro, a quien desea entregarse plenamente.
Vicente (Ricardo Arroyo)
A sus 65 años, Vicente se verá obligado a asumir la mayor responsabilidad de su vida: la presidencia de Montepinar 7, cargo al que llegará tras la celebración de un sorteo que aceptará cuando su hijo Javi se ofrece a costearle el fútbol de la televisión de pago. En su mandato presidencial le acompañará Fermín, su asesor personal y mano derecha, que le animará a poner en marcha catastróficas iniciativas. La alta morosidad, los continuos enfrentamientos entre los vecinos y los pésimos consejos de Fermín provocarán las airadas quejas de los residentes de Mirador de Montepinar, hecho que llevará a Vicente a pedir ayuda a Enrique, su predecesor, que no podrá desentenderse de la nefasta gestión de la cúpula presidencial debido a su innato sentido de la responsabilidad. Mientras, Antonio, herido en su amor propio cuando los demás propietarios rechazan su candidatura presidencial, decide crear innumerables problemas a la comunidad.
Los Cuquis (Pablo Chiapella y Eva Isanta)
Convivir juntos bajo el mismo techo aparentando ser una familia ideal es la estrategia que pondrán en marcha Amador y Maite para recuperar a sus hijos, caso que ahora llevará Mercedes, la nueva y estricta asistente social. Convertida en una escritora de novela erótica de éxito, Maite disfrutará de una vida acomodada mientras descubre que su privilegiada situación económica suscita los recelos y la envidia de los vecinos. Para controlar a Amador, le pondrá un sueldo mientras su "ex", convertido en "hombre florero", luchará por recuperar su admiración. La convivencia entre ambos será insostenible y Maite acabará echándole de su hogar: él iniciará un noviazgo sin querer con Yolanda, la empleada de una Retoucherie, y ella, que desea disfrutar al máximo de sus últimos años de atractivo, se enamorará de un artista multidisciplinar.
Chusa (Paz Padilla)
Determinada a rehabilitarse, la exnovia de Coque comienza a trabajar en casa de Maite, sin remuneración alguna pero a cambio de cobijo. Para ganar algo de dinero, Chusa ejercerá su antigua profesión esporádicamente. Su vida se complicará sobremanera cuando los Cuquis logren finalmente la custodia de sus hijos, ya que a su larga lista de tareas domésticas cotidianas se sumará una más: el cuidado de Carlota, Nano, Rodrigo y "Ojos de Pollo". A pesar de verse sobrepasada por la situación, verá aflorar nuevamente su instinto maternal y comenzará a plantearse la maternidad en solitario.
Enrique y Araceli (José Luis Gil e Isabel Ordaz)
Una llamada de la dirección de su partido pondrá fin al apacible retiro de Enrique: la alcaldesa ha sido imputada y él debe convertirse en el nuevo regidor del ayuntamiento hasta que finalice la legislatura. Tras aceptar la propuesta, su vida se convertirá en un infierno: las presiones de su partido, los oscuros intereses económicos de diversos lobbies y el continuo acecho de vecinos y allegados determinados a sacar provecho de su amistad serán una constante. Decidido a no transigir con las múltiples peticiones, no tardará en recibir las primeras amenazas. Acomplejado por su asesora, convencerá a Araceli para que ejerza de primera dama en los actos públicos. Su exmujer desatará el interés de dos pretendientes: Fermín y el señor Zhong, un poderoso inversor chino.
Los Recio (Jordi Sánchez y Nathalie Seseña)
Recién casados, los Recio tendrán que abordar el delicado anímico de Alba, en shock tras el repentino fallecimiento de su amado Leo. Acuciado por las deudas, el inicio de la debacle de su imperio empresarial y el acecho de Hacienda, Antonio afrontará uno de los mayores reveses de su vida cuando Alba decide someterse a una operación de cambio de sexo. Mientras Berta sufre por el grave desencuentro entre su marido y su hija, él boicoteará la gestión de Vicente y Fermín. Recuperar el control sobre su familia, su empresa y la presidencia del complejo residencial será su prioridad absoluta.
Raquel, Nines y Coque (Vanesa Romero, Cristina Medina y Nacho Guerreros)
Enamorado "hasta las trancas" de Nines, Coque está determinado a dar un paso adelante en su relación. Llevan tres años de noviazgo, sus respectivos padres se conocen y según él, ya ha llegado el momento de pasar por el altar. Obcecado con casarse con su novia, emprenderá la búsqueda del anillo de pedida para convencerla de que de el "sí, quiero". Testigo de sus desvelos será Raquel, la prima de Nines, que convive bajo el mismo techo que la pareja y que encontrará la estabilidad profesional tras incorporarse a la plantilla de una galería de arte.
Fina (Petra Martínez)
Arisca, retorcida e intransigente, Fina proseguirá su particular cruzada contra los residentes de Mirador de Montepinar. Tras martirizar a los Recio con sus ruidosas y atípicas costumbres nocturnas, la anciana la tomará con Javi y Lola, pareja que no dudarán en plantarle cara. Sin embargo, el matrimonio Maroto no será la única víctima de la excéntrica propietaria, que también le hará la vida imposible a Araceli.
Judith (Cristina Castaño)
Angustiada por la cercanía de los cuarenta y en conflicto permanente con Enrique, a quien recrimina que apenas se haga cargo del cuidado de Dylan, Judith afronta una etapa particularmente difícil. Vivir en paz, desvincularse de los problemas comunitarios y ampliar su horizonte profesional serán sus principales objetivos. En el plano sentimental, encadenará un fracaso tras otro mientras intenta rehacer su vida: un vigoréxico, un ultracatólico, su nuevo jefe y hasta Amador serán algunas de sus fugaces conquistas.
Lola y Javi (Macarena Gómez y Antonio Pagudo)
Sabe que no le pega nada pero, aun así, está decidida a convertirse en una devota esposa, una fabulosa madre y un ama de casa perfecta. Ante la falta de proyectos laborales como actriz, Lola, en su nuevo rol, volcará su energía en su familia criando a su hija y buscando una mayor intimidad con su marido. Javi, en cambio, agobiado por la triple carga familiar -Ursulita, Fermín y Vicente-, desea que su esposa encuentre trabajo cuanto antes, mientras espera que la desastrosa gestión de su padre como presidente de la comunidad no le salpique.