Santo Tomás de Aquino dijo: "La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano". Tras la particular 'Primavera en Normandía', Anne Fontaine vuelve al cine más intimista con 'Las inocentes', un angustioso drama histórico que logró el premio FIPRESCI en la 61ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, la Seminci, y que estuvo en la selección oficial del Festival de Sundance.
Basado en hechos reales. Polonia, año 1945, Mathilde Beaulieu es una joven médico voluntaria en la Cruz Roja que ayuda a la recuperación y repatriación de los prisioneros franceses durante la Segunda Guerra Mundial. Un día, una monja se presenta en el hospital improvisado y solicita su ayuda urgente. Al llegar al convento, Mathilde verá con asombro cómo una buena parte de las religiosas están embarazadas. El motivo, tras acabar la guerra, los soldados de las tropas soviéticas entraron en el convento violando a todas las monjas, incluidas las más mayores y la madre superiora. Ante este horror, Mathilde ayudará en máximo secreto a sacar adelanta a estas mujeres víctimas de un ultraje.
Intimista y profundamente espiritual
Para su nueva película, Anne Fontaine se dota de una sobriedad poco vista en su cine pero en la que se palma y siente la realidad femenina que muestra. En el caso de 'Las inocentes', la cineasta muestra las dudas de la fe, sobre todo tras enfrentarse a un hecho tan horroroso como es de la violación, como las fatales consecuencias que deja un acto tan vil e inhumano. Lo hace de una manera espeluznantemente viva, en la que se siente cómo la mujer ha sido tratada como un trofeo de guerra, cómo el hombre es capaz de mostrar su cara más inmoral y cruel. Fontaine no duda en filmar cómo las víctimas han desarrollado horribles consecuencias psicológicas a este repugnante acto, como el trastorno por estrés postraumático.
Esa terrible realidad, junto a la crisis de fe, la directora las muestra magníficamente, como si de una respuesta a la magistral 'De dioses y hombres' se tratase. La religión es tratada respetuosamente y deja la principal frase de la película: "La fe son 24 horas de duda y un minuto de esperanza". Los problemas de fe, como la forma creer en Dios, provocan un diálogo interesante entre las propias protagonistas, mostrando una profunda reflexión sobre realidad y religión.
La mejor película de Anne Fontaine
Además, la película cuenta con un reparto magnífico, con Lou de Laâge siendo esa luz de esperanza para las religiosas, que tienen en Agata Buzek y Agata Kulesza las dos caras de la fe en Dios, una luminosa, otra tenebrosa. Una película de personajes femeninos fuertes que van acompañados por una estupenda fotografía, obra de Caroline Champetier, que ya se encargó de la citada 'De dioses y hombres'.
Una película poderosa, conciliadora, activista y espiritual. Anne Fontaine firma su mejor obra desde la polémica 'Nathalie X'. Una cinta de personajes marcados, hecha con pasión casi litúrgica y con cariño y respeto por todas esas mujeres que fueron víctimas de aquellos que se hacen llamar hombres. Maravillosa, la directora firma uno de los mejores filmes femeninos del año, a la altura de otras películas igual de poderosas como 'Mustang' o 'Bar Bahar'. Valeroso relato de una realidad oculta, que ahora sale a la luz.
Nota: 8
Lo mejor: Sus interpretaciones, su guión, su fotografía y su poderoso mensaje.
Lo peor: Al ser de temática religiosa y no ir en contra de ella, echará para atrás a cierto tipo de público.
