El cine francés ha sido y es uno de los principales referentes del cine europeo. A lo largo de la historia han demostrado una libertad creativa, artística y comercial propia, diferente, de la que han salido movimientos como la Nouvelle vague, cineastas reconocidos o actores que enriquecen con una visión completamente distinta del celuloide. Bertrand Tavernier es una de las grandes figuras del cine francés, realizador, guionista, escritor y crítico, el legado que ha dejado en el séptimo arte es de un valor incalculable. Aunque esta vez, Tavernier no trae un nuevo relato, sino una retrospectiva de aquellas películas que marcaron su carrera, su vida. Porque 'Las películas de mi vida' hace honor a su nombre.
A lo largo de 195 minutos, el cineasta Bertrand Tavenier narrará aquellas películas que marcaron su vida, desde su más tierna infancia hasta sus inicios en la dirección. El cine entró en su vida cuando, postrado en la cama de un hospital, pudo ver, 'Dernier Atout', de Jacques Becker. Desde ese instante, el cine estuvo ligado a su vida. A lo largo del documental, Tavernier mostrará aquellos títulos, realizadores y actores que impulsaron su vocación por el séptimo arte. Se podrá ver a Renoir, Vigo, Carné, Godard o actores como Jean Gabin o Jean-Paul Belmondo.
Un viaje al corazón del cine francés
Como hiciese Scorsese en 'Un viaje personal con Martin Scorsese a través del cine americano' y 'Mi viaje a Italia', Tavernier muestra una pieza de un legado tan esencial como el cine francés. A diferencia de lo que se podría pensar, el cineasta apenas toca la Nouvelle vague, siendo referenciada con el cine de Godard y 'Los 400 golpes' de Truffaut principalmente. El cineasta narra el cine francés anterior a esta gran ola creativa para hablar del cine de los 30 y 40, el de esta década llama especialmente la atención por haberse producido durante la Francia ocupada.
Con 'Bajo los techos de París' de René Clair, producido en 1930, como el largometraje más antiguo hasta 'El relojero de Saint-Paul', ópera prima del propio Tavernier, el cineasta hace una interesante selección con el que aquel amante del cine se dejará llevar por un extenso recorrido en el que Tavernier expondrá de manera personal, pero también profesional la selección de estos títulos que marcaron su vida. Con este recorrido, Tavernier se convierte en un auténtico catedrático de cine narrando una clase magistral en una sala oscura, algo romántico, didáctico e increíblemente magnético.
El espectador más contemporánea descubrirá a cineastas como Jacques Becker, eterno y al que Tavernier tiene una admirable devoción; René Clair, una de las grandes figuras del cine de los años 30 en Francia; Jean Renoir, cineasta complicado al que Tavernier admira sólo por su perfil profesional; o Jean-Luc Godard, maestro del cineasta y principal valedor en sus inicios. Directores, en la mayor parte, que fueron clave para entender la evolución que tuvo el cine francés hasta la ruptura que supuso la Nouvelle vague.
Un documento imprescindible para el amante del buen cine
Aunque el documental no sólo va de cineastas, también títulos como 'L'Atalante', una de las obras maestras del cine y que dirigió Jean Vigo; 'Hotel del Norte', película que se pudo ver en vísperas de la Segunda Guerra Mundial; o 'París, bajos fondos', otras de aquellos filmes de Becker que tanto influenció en Tavernier. También tiene tiempo para hablar de aquellos actores ya inmortales en la historia como el gran Jean Gabin, aquél actor que marcó toda una época en el cine francés, o Jean-Paul Belmondo, una de las piezas clave de la Nouvelle vague.
Todo esto convierte a 'Las películas de mi vida' es una verdadera lección de cine, hecha para amantes del séptimo arte, que se deleitarán durante sus 195 minutos con las grandes etapas que tuvo el cine francés hasta la llegada de la Nouvelle vague. De esa época, Tavernier también tiene tiempo de hablar, prueba de ello son las escenas que se ven de 'Alphaville', 'Los 400 golpes' o 'Pierrot, el loco'. Sin embargo, quizás no sea suficiente para aquel público que desee conocer sólo esta época cinematográfica.
Pero, al fin y al cabo, ya lo advierte el título, son las películas de la vida de Tavernier las que se muestran. Quien avisa no es traidor, de esa manera, el cineasta trae un documental con un valor excepcional, de gusto exquisito. Toda una lección didáctica que saca la vena del Tavernier espectador y testigo de una época. Una pieza artística que todo amante del cine debe ver. Imprescindible, magnífica.
Nota: 8
Lo mejor: Escuchar y ver a Tavernier dando una clase magistral de historia de cine francés.
Lo peor: Le costará mucho conectar al cinéfilo más joven.