Ha pasado un tiempo desde el estreno de 'El guardián invisible', la primera adaptación cinematográfica de la Trilogía del Baztán escrita por Dolores Redondo, una saga literaria de éxito que tiene ya visos de convertirse en una serie más extensa. La inspectora Salazar regresa con un caso más complejo en 'Legado en los huesos', con el que la franquicia da un giro, con una trama con mayor raíz sobre la tierra, la mitología que envuelve al valle y también sobre los lazos familiares y cómo estos pueden ser una auténtica losa para la vida de los hijos.
Ambientada justo un año después de que Amaia Salazar resolviese los crímenes que aterrorizaron al valle navarro, en esta entrega podrá verse que la inspectora está decidida a zanjar lo vivido, especialmente porque está embarazada. Su recién estrenada maternidad pronto se verá interrumpida por un nuevo caso: varios presos que, aparentemente no tenían relación, se han suicidado dejando una palabra escrita en sus celdas: Tarttalo. Lo que parecía una investigación más se tornará en algo personal cuando su propia madre esté entre los implicados.
Una película cercana a sus propias raíces
Realmente, 'El guardián invisible' era una carta de presentación de los personajes creados por Redondo, cuyo apartado técnico estaba bien cuidado, recordando a sagas nórdicas como 'Los casos del Departamento Q'. Sin embargo, en 'Legado en los huesos' se da salto notable en todos los sentidos, al ser una película más cercana al clásico toque de thriller español que al de propuestas extranjeras. Su ambientación y tono evocan a éxitos nacionales del género como 'El alquimista impaciente' o 'Que Dios nos perdone'.
Ayuda mucho a que su trama entremezcla mejor la investigación policial con los mitos y leyendas propios de la región y de las culturas vascas y navarras. También ayuda a que su protagonista tenga más aristas y más trasfondo, al mostrar la realidad de muchas mujeres trabajadoras que se encuentran con dificultades para conciliar maternidad y vida laboral. La inspectora Salazar se convierte en una auténtica heroína, tanto en el día a día personal como en su trabajo de policía, siendo ella la auténtica líder de la investigación. Esto gracias a Marta Etura, cuyo personaje parece haber estado escrito para ella.
Como contraparte está un nuevo personaje, el juez Markina, interpretado por Leonardo Sbaraglia. Pese a su afable sonrisa, el actor argentino tiene un amplia experiencia en personajes ambiguos, cuyas intenciones no quedan del todo claras. El intérprete derrocha savoir-faire con un papel misterioso, a la par que hipnótico. Al ser una película que va más enlazada con la tercera y última entrega (hasta el momento), la forma en la que se crea expectación sobre el magistrado está hecho con sumo acierto, obra de Luiso Berdejo, candidato este año al Goya por el guion de 'La trinchera infinita'.
Un notable thriller
Junto con personajes potentes, la casi ausencia de Elvira Mínguez (sale poco) apenas se nota, se une una trama más retorcida y siniestra que en la anterior película, en la que los personajes secundarios juegan un papel fundamental, especialmente el de Susi Sánchez como matriarca de las hermanas Salazar, cuya influencia en sus hijas ha acabado siendo un gran peso para cada una de ellas, especialmente para Amaia.
'Legado en los huesos' es un notable thriller, que devuelve algo de brillo al género, en un año bastante irregular en lo referente a títulos españoles. Fernando González Molina vuelve a hacer alarde de su capacidad de crear estupendas producciones comerciales, con una película que supera con creces a filmes recientes como 'El silencio de la ciudad blanca' o 'El asesino de los caprichos'. Una propuesta que sabe crear expectación, recuperando estupendamente la fórmula 'Millennium', y que abre camino a 'Ofrenda a la tormenta', que llegará en marzo de 2020.
Nota: 7
Lo mejor: Apostar por hablar sobre la maternidad en un thriller policial.
Lo peor: Algunos diálogos siguen viéndose demasiado "literarios".
