Lo mejor de 'Legion' es que excede las expectativas, y esa es una sensación tan genial para los seriéfilos que dan saltitos esperando un estreno... Y es que ante un aluvión de críticas positivas por parte de los medios norteamericanos y esos nombres que arropan a esta serie ambientada en el universo de 'X-Men', el porrazo podría haber sido morrocotudo y eso para un fan de la ficción televisiva es lo peor.
¿Que de dónde viene esa garantía que empuja a muchos a pensar que 'Legion' va a ser una de las mejores series del año? Noah Hawley. Para los que sean malos con los nombres o simplemente no vayan más allá de las caras de una ficción, Hawley es el creador y guionista principal de esa maravilla que es 'Fargo'. Todo un referente de la pequeña pantalla, algo que al final es completamente secundario cuando uno por fin se sienta a ver una ficción, o al menos debería serlo, como sucede en la gran pantalla, y es que en ese instante no hay figuras que valgan, la apuesta ha de volar por si sola.
'Legion' no solo vuela por si sola, sino que fascina por todos los buenos motivos. La estética es de aplaudir, la banda sonora, las interpretaciones... Todo. Eso sí, quizá la duración del primer episodio pueda dar pereza a algunos o transmitir una sensación de "lentitud", algo que seguro desaparece al llegar al desenlace. Solo entonces, parpadeando mucho, poniendo todas las caras de confusión del universo y dejando que cale lo que acabas de ver, se irá componiendo la imagen de lo que es esta serie protagonizada por Dan Stevens: una autentica locura. Como sucede con las mejores ficciones fantásticas, que desafían las leyes de la física, que juegan con los límites del espacio, de la psique o la imaginación, 'Legion' es un lío con todo el sentido del mundo, o al menos apunta a serlo. Sí, el asunto es así de complicado.
El embrollo comienza con David Haller (Stevens) atrapado en un carrusel sin fin de psiquiatras, pastillas, "¿y como te sientes al respecto?", más pastillas y así. Un rollo de proporciones épicas que haría que cualquiera perdiese la cabeza. Una cuestión muy interesante esta, la de perder la cabeza, porque ¿quién está loco? Según su diagnostico David sufre esquizofrenia, personalidad múltiple y autismo, pero, ¿y si todas esas "enfermedades" no fuesen un síntoma de locura sino, como sugiere la segunda en discordia de este episodio piloto, Syd (Rachel Keller), simplemente rasgos que le hacen ser quién es? Esta pregunta lanzada al aire por la que se convierte en la chica de los sueños de David desde que la ve aparecer, cambia por completo la percepción que este mutante en la sombra tiene del mundo. Y es que él sospecha que su mente es diferente en un sentido que ningún psiquiatra ha expuesto, pero necesita que "otra persona" se lo diga.
David está perdido en su paranoia y eso es exactamente lo que siente el espectador a lo largo de este viaje que es el primer episodio de una serie que nada tiene que ver con los 'X-Men' de Bryan Singer o los de la nueva generación, aquí los poderes no son tan fáciles de acotar y el plano físico sin duda pierde protagonismo frente a la espectacularidad de los recovecos de la mente de este mutante tan prometedor. Hijo de Charles Xavier y considerado como el X-Men más poderoso, David es una jugosa caja de Pandora, que se abre, se desata el caos, se cierra... ¿Realmente ha pasado? Y así. El 13 de febrero en Fox España podréis descubrir a qué me refiero.
Aviso: a partir de este punto el artículo contiene SPOILERS
*En algún momento teníamos que aportar datos más allá de ponernos intensos con esta maravilla inabarcable de episodio.
¿No habéis entendido nada? Aquí la explicación
Este es el rinconcito al que tenéis que recurrir cuando os quedéis con cara de póquer tras ver el pistoletazo de salida de 'Legion'. No porque aquí la que os escribe sea experta en Marvel/ 'X-Men', sino porque he dejado volar mi imaginación para intentar abarcar, dar sentido y digerir todo lo que sucede en el primer episodio de esta serie de FX. Teorías va a haber mil, ese es uno de los puntos fuertes de esta ficción que es una 'Perdidos' en potencia en este sentido, vamos, que como ninguno somos los guionistas y tenemos que conformarnos con tan solo algunas piezas del puzzle, el debate está servido.
Así, a la pregunta ¿qué parte del episodio sucedía dentro de la cabeza de David y que parte no? Mi apuesta es clara: Todos aquellos momentos en los que la "bestia de ojos amarillos" esté presente no son reales. Y me diréis "¿qué sentido tiene eso sí está presente prácticamente en todo momento?". He ahí la clave de la serie: es una ficción que se va a ambientar en la cabeza de David casi por completo, por lo que la única manera de que el espectador se guíe será ese "tótem/ bestia" que significa para David lo que representase para Leonardo DiCaprio en 'Origen' su peonza.
Lo mejor de entender de esta manera el episodio es que ese final de traca se vuelve aun más interesante porque apunta a que Syd nunca existió y no es más que una de las "múltiples personalidades" de David. ¿Demasiado loco todo? ¡Abrimos debate!