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CRÍTICA

'Liberté': Perversiones bajo la oscuridad de la noche

Crítica de 'Liberté', dirigida y escrita por Albert Serra. Premio Especial del Jurado en la sección Una Cierta Mirada del 72º Festival de Cannes.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 15 de Noviembre 2019 | 10:10
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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El Marqués de Sade, en su célebre y muy polémica novela 'Justine o los infortunios de la virtud' escribió: "Amar es una cosa muy diferente a disfrutar; la prueba está en que se ama todos los días sin disfrutar, y con mayor frecuencia aún se disfruta sin amar". Con cada nueva película, el cineasta español Albert Serra (más afincado en Francia desde hace algunos años) logra obtener mayor beneplácito tanto de la crítica, que suspira ante de sus propuestas en cada festival que se presenta, como es el caso de 'Liberté', proyectada en Cannes; como de un grupo cada vez más grande de seguidores, que lo ha encumbrado como uno de los realizadores españoles más relevantes del cine de arte y ensayo.

Liberté

Tras su crónica del largo sufrimiento del Rey Sol en 'La muerte de Luis XIV', Serra de un paso más adelante en la historia, hasta el año 1774, en los albores de la Revolución Francesa. El cineasta reúne a una serie de personajes de la nobleza, ahora considerado marginados por haber sido expulsados de la corte de Luis XVI por ser unos libertinos. Inspirado en una obra de teatro que el propio Serra presentó en el teatro Volksbühne de Berlín, parte del metraje proviene de una exposición del Museo Reina Sofía de Madrid, lo que, efectivamente, da indicios de hacia dónde va a llevar Serra su particular propuesta.

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Porque, es cierto, Serra no es un director de público, sino una figura exclusiva de amantes del circuito cinéfilo con el sentido más extremo del concepto "arte y ensayo"; como también de exposiciones de arte contemporáneo, cuyo significado (mas no estética) va muy en la línea de las inspiraciones de artísticas del realizador de Bañolas. Con lo cual, aquel que se acerque a esta obra tiene dos opciones: dejarse llevar por la viciosa espiral de obsceno y escatológico libertinaje o, por el contrario, ver el filme como una sucesión de secuencias arbitrarias, con contenido repulsivo y gratuito y cuya supuesta complejidad es, realmente, una masturbación mental del cineasta.

Liberté

Es la esencia del cine de Serra, que permite ver sus películas con diferentes caras, siendo todas ellas ciertas y, a la vez, erróneas. Lo que queda claro es que consigue provocar reacciones ante las escenas que muestra. Con lo cual, en su afán provocador, el director halla su máximo triunfo. Para ello usa los últimos años del reinado de Luis XVI en Francia, quizás buscando la metáfora de la decadencia más absoluta. Por otro lado, el realizador huye de elementos morales, siendo sus personajes una especie de demonios que muestran su verdadero rostro bajo el resguardo de la siniestra oscuridad de la noche.

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La pregunta es si vale la pena derrochar 133 minutos en los que suceden escenas cada vez más explícitas y extremas. Serra no pretende ser Pasolini en 'Saló o los 120 días de Sodoma', ni Cavani en 'El portero de noche'. Aunque haya traído a Helmut Berger cual vieja gloria, tampoco pretende ser Visconti. O quizás sí pretenda ser todos ellos, es siempre la incógnita que deja su cine, ya convertido en sello personal.

Liberté

Quizás como fragmento de exposición de arte contemporáneo funcione más, el caso es que 'Liberté' consigue provocar reacciones completamente adversas, lo cual tampoco, realmente, dice mucho sobre su calidad cinematográfica. Lo que sin duda conseguirá es conquistar de nuevo a esos amantes de su cine, que disfrutarán cual cochinos de esta travesía por el pecado de la lujuria.

Nota: 5

Lo mejor: Ver de nuevo a Helmut Berger en el cine.

Lo peor: Que sea el público que lo decida.

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