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CRÍTICA

'Libreros de Nueva York': Los tesoros escondidos en estanterías

Crítica de 'Libreros de Nueva York', documental dirigido y escrito por D.W. Young. Presentado en el Festival de Cine de Nueva York en 2019. Un recorrido por el mundo de los libreros de la Gran Manzana.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 26 de Febrero 2021 | 16:30
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Ya lo dijo Marcel Prévost: "El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma". Para su cuarto largometraje, el director D.W. Young ha querido acercarse a uno de los sectores con más alma de Nueva York: las librerías. Centenarias, de segunda mano y saldos, de franquicias, para coleccionistas, convertidas en anticuarios o en puestos de superventas, el gremio de los libreros queda retratado en el documental 'Libreros de Nueva York', un filme con el que les rinde tributo como guardianes no solo del saber en papel, sino de una manera de entender el mundo y la vida que, en la actualidad, es todo un ejercicio de resistencia.

Libreros de Nueva York

Mostrado en el Festival de Nueva York y en BNC Film Fest, 'Libreros de Nueva York' transmite una libertad fascinante. Más allá de realizar un homenaje al gremio de libreros, su legado y su importancia en la actualidad, el filme de Young es una manera divulgativa y emocionante de recorrer las librerías más emblemáticas de la Gran Manzana, emulando esa sensación de ir recorriendo estanterías, buscando un título de colección, una obra que sorprenda, como si fuera un tesoro escondido en una bóveda.

De esta manera, el público más profano podrá conocer a las hermanas Adina Cohen, Naomi Hample y Judith Lowry, de la icónica librería Argosy; a Stephen Massey, fundador del departamento de libros de Christie's Nueva York, o a Nancy Bass Wyden, propietaria de la librería Strand. Por otro lado, aparecen grandes nombres como la autora Fran Lebowitz, de actualidad por la miniserie 'Supongamos que Nueva York es una ciudad' de Martin Scorsese; u otras figuras como el escritor y periodista Gay Talese, el anticuario Justin Croft o el poeta y profesor Kevin Young.

Libreros de Nueva York

Un formidable encuentro con el otro alma de Nueva York: Las librerías

Cierto es que el recorrido por estos templos del saber evoca a la nostalgia y reivindica la importancia del libro, del papel, del aroma a añejo de las librerías de segunda mano o el aroma a recién abierto de las de novedades. En cierta forma, es honrar también a un espíritu neoyorkino en peligro de extinción, aquel que se deja llevar por la experiencia de la erudición y la sapiencia desde la perspectiva más elitista a la más democrática, mostrando que aquel que descubra un libro, sea de donde sea y provenga de donde provenga, descubrirá un universo que va más allá de lo conocido, retratando la manera más primitiva de salir del círculo de confort.

Libreros de Nueva York

Aunque 'Libreros de Nueva York' no muestra mucha euforia por el futuro a corto plazo, sí, en el fondo, reivindica la importancia de lo físico, del papel, de lo tangible, frente al mundo virtual. Lo interesante, viéndolo desde el presente, es que muestra que, más que nunca, un libro es el formato más cercano a la propia Humanidad, cuya experiencia siempre gozará de una sensación muy diferente a los ebooks, pues, como dijo Paul Valéry, "los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los animales, el tiempo y su propio contenido".

Tras 'Ex Libris: La biblioteca pública de Nueva York', 'Libreros de Nueva York' funciona como estupenda contraparte, que reivindica el lugar público del saber. Una experiencia cinematográfica impresionante, que fascinará a los más profanos y encantará a aquellos que hayan recorrido los pasillos de esos lugares de resistencia frente a una realidad entregada al pleno consumismo y, sobre todo, la inmediatez. Una demostración de que el género documental es el que está ofreciendo las propuestas más fascinante del cine actual.

Nota: 8

Lo mejor: Poder conocer esas librerías llenas de pasión y vocación, que rebosan vida del pasado, presente y -por qué, no, también futuro.

Lo peor: No gustará a aquellos que busquen un documental más canónico.

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