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CRÍTICA

'El libro de las soluciones': Un delirante y formidable ejercicio de autoficción

Crítica de 'El libro de las soluciones', dirigida y escrita por Michel Gondry. Protagonizada por Pierre Niney y Françoise Lebrun. Mostrada en la Quincena de Realizadores del 76 Festival de Cannes.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 22 de Diciembre 2023 | 15:54
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Imagen de 'El libro de las soluciones'
Imagen de 'El libro de las soluciones' (BTeam Pictures)

Ocho años han pasado desde que

Michel Gondry

dirigiese 'La loca historia de Microbio y Gasolina', una road movie adolescente con la que continuaba con ese halo de prestigio que había logrado recuperar tras lo sucedido en la posproducción de 'La espuma de los días', una de sus películas más importantes y también la que supuso un punto de inflexión en su carrera. El cineasta ha querido mostrar su lado más personal y autobiográfico y hacer un ejercicio de retrospectiva sobre lo que vivió en ese momento, del que justo se cumplen ahora diez años.

El libro de las soluciones

Fechas muy simbólica en las que llega 'El libro de las soluciones', que se estrena en salas españolas tras haberse visto en la Quincena de Realizadores del 76 Festival de Cannes. Un ejercicio de retrospectiva en el que no falta el tono de humor, con una mirada muy personal en la que se ven los demonios propios de un artista y se también se muestra la importancia de visibilizar la salud mental.

Pierre Niney encarna a un excéntrico cineasta, Marc, quien huye del estudio en el que trabaja junto con su nuevo proyecto cinematográfico. El objetivo es terminar la posproducción por su cuenta y así evitar la intromisión de los productores en su creación. Se marcha al pueblo donde vivía su tía Denise, quien encarna ese referente maternal y de autoridad familiar que tanto necesita. No sólo porque es caótico, sino porque el realizador lucha contra sus propias neurosis, en un juego en el que se desconoce hasta qué punto la creatividad debe ir unidad a lo excéntrico.

El libro de las soluciones

Gondry, quien firma el guion, hacer un ejercicio autocrítico de una reflexión artística en la que se ven retazos de su propio sello como director. En ciertos momentos, no sólo evoca a cómo fue la posproducción de 'La espuma de los días'; sino que trae parte de esa fina línea entre la ensoñación y la narrativa lineal que mostró en 'La ciencia del sueño'. Además, la cinta busca rendir homenaje tanto a la sufridora tía Denise, como al equipo técnico y artístico que le apoyó en los momentos más complicados.

Gondry regresa por la puerta grande

En ese retrato de la neurosis, Gondry no podría haber encontrado un mejor actor que Pierre Niney. Antiguo miembro de la Comédie Française, es considerado uno de los mejores actores de su generación y ha podido verse su faceta más irreverente en títulos como 'OSS 177: Desde África con amor'. Con 'El libro de las soluciones', Niney se desmelena completamente, sabiendo mimetizarse en Gondry. A su vez, logra transmitir una humanidad genuina en su personaje.

El libro de las soluciones

Niney no es el único que brilla, Françoise Lebrun está fabulosa y logra ese equilibrio que Gondry buscaba: ser una figura de autoridad y maternal, a la par que mostrar un lado entrañable y afabel. Mención también Blanche Gardin y Camille Rutheford, las cuales también sirven de muro de contención para esa vena artística excesivamente delirante de su protagonista.

Gondry firma una obra personal, que se analiza sin perder ese toque de locura propia de su cine. Realiza una de sus películas más redondas, con permiso de '¡Olvídate de mí!' Con unos actores maravillosos, que logran transmitir esa sensación de estar ante una mente formidable y creativa, la cual ha sido capaz de deconstruirse para narrar una historia que cautiva, especialmente a los seguidores más acérrimos de su cine.

8
Lo mejor: La interpretación de Pierre Niney y cómo Gondry logra crear una autoficción con mirada crítica y humana.
Lo peor: En ciertos momentos, el protagonista irrita.