Los años 80 dejaron un recuerdo en la memoria colectiva que ha provocado que el evocar la nostalgia es casi sinónimo de retrotraerse a esta década. En el último bienio, el cine español ha revisitado ese momento histórico, con una mirada melancólica pero profundamente realista.
Primero lo hizo Manu Gómez sobre su infancia como vasco de origen andaluz en 'Érase una vez es Euskadi'; luego vino Alexis Morante, quien echó la vista a la realidad de una familia obrera que vuelve a Campo de Gibraltar en 'El universo de Óliver'. Ahora es el turno del gallego Dani de la Torre, quien cambia el thriller por la aventura juvenil con 'Live Is Life', con la que forma un estupendo tándem artístico con Albert Espinosa, creador de 'Pulseras rojas' y 'Los espabilados', quien regresa al cine 11 años después de 'Héroes'.
Basada en unos relatos del propio Espinosa, 'Live Is Life: la gran aventura' parte de una premisa similar a la de los filmes de Gómez y Morante. Sin embargo, como ya sucedió con ambos títulos, aunque los protagonistas sean un grupo de niños (en este caso, adolescentes de 15 años), su trasfondo es muy distinto a 'Érase una vez en Euskadi' y 'El universo de Óliver', al ser una producción más luminosa por narrar una aventura durante las vacaciones, que reúnen a niños procedentes de diferentes partes de España en el pueblo del que son originarios sus padres o abuelos.
En este caso, De la Torre aprovecha para hacer un homenaje a su propia infancia (el director es oriundo de Monforte de Lemos), con la Ribeira Sacra como escenario natural. Precisamente, esta zona que comprende las riberas de los ríos Cabe, Sil y Miño es casi como el otro protagonista cómplice, al ser un lugar mágico, ideal para un largometraje que comienza con un estilo similar al de la emblemática 'Los Goonies', cinta de Richard Donner estrenada originalmente justo en el año en el que se ambienta el filme, 1985.
Una mirada nostálgica entrañable y con cierto toque social
Eso sí, De la Torre y Espinosa no idealizan una década que fue mucho más oscura de lo que la nostalgia permite que se recuerde. Decenio marcado por fuertes crisis económicas, niveles de delincuencia altos y, sobre todo, fueron los años más duros de la heroína y otro tipos de drogas, además de la irrupción de la pandemia del sida, que tantas vidas se llevó, borrando prácticamente a toda una generación de jóvenes que no veían futuro con altas tasas de desempleo, en gran parte por la importante desindustrialización que vivieron varios países europeos, como la propia España.
Esa realidad se intuye. Cabe destacar que 'los malos' de la cinta son un grupo de quinquis. Como el espectador más maduro sabrá, fueron en los 80 cuando salieron a la palestra, siendo sinónimo de vida marginal. Más allá de mostrar unos personajes villanescos con los que se intuyen unos años duros, De la Torre y Espinosa son más explícitos en una secuencia que no duda en destacar que sí, los 80 para los niños fueron años llenos de nostalgia, magia y aventura; pero para los más adultos fue también el período de cómo las drogas poseían y arrebataban vidas. Es ahí donde 'Live Is Life' pasa de ser 'Los Goonies' a acercarse a 'Cuenta conmigo'.
De la Torre sale ileso de su salto sin red al cine familiar, aunque 'Live Is Life' cuente con ciertas con secuencias que recuerden a 'El desconocido' y 'La sombra de la ley'. Una bella y realista manera de rendir tributo a esos 'maravillosos años', que el paso del tiempo permite mirarlos de manera poliédrica, pues el largometraje será un regreso al pasado para su público más maduro, pero permitirá conocer a las nuevas generaciones cómo era tener 15 años cuatro décadas atrás. Por otro lado, el estreno en salas comerciales de 'Live Is Life' permite ver un tipo de experiencia distinta en la gran pantalla, alejada de los blockbusters pero sin perder ese toque familiar que aúna a diversas generaciones, que actualmente es casi un milagro para el deleite en salas.
Nota: 7
Lo mejor: Sus escenarios naturales, la manera en la que aborda ciertas realidades incómodas de los 80 como los drogodependiente o la inseguridad laboral.
Lo peor: Se echa en falta un mayor desarrollo en los personajes adultos, prácticamente ausentes en toda la historia.