Haciendo mención al título que acompaña el presente texto sobre 'Llega de noche', cabe decir que éste no ha sido utilizado cual spoiler en clave pseudopoética, sino que hace alusión directa 'El triunfo de la Muerte', el óleo pintado por el holandés Pieter Brueghel el Viejo hacia 1562, y que representa una alegoría sobre la peste negra que asoló la Europa del siglo XIV.
El propio Trey Edward Shults es quien utiliza directamente la obra de Brueghel al comienzo de su segundo film, dejando claras sus intenciones a la hora de situar al espectador ante un marco temporal que, si bien no es preciso en cuanto a qué es lo que ha podido llevarnos ante lo que vamos a ver, sí que dibuja un futuro postapocalíptico en el que una epidemia ha diezmado a la población y, con ello, a la reclusión total del último reducto institucional de la humanidad: la familia.
De la mano de A24, el estudio que lleva abanderando el cine indie de calidad durante los últimos años (a ellos les debemos títulos tan interesantes como 'La bruja', 'Moonlight', 'Under the Skin', 'La habitación', 'Langosta' o 'Spring Breakers', solo por citar algunos), responsables también de la ópera prima de Shults, 'Krisha', este acercamiento al cine de género puro se convierte en un arma de doble filo en lo que a su representación del horror se refiere. Y es que, pese a que hayan querido vendernos 'Llega de noche' como la última sensación del cine de terror, las costuras del juego con lo horripilante están en un segundo plano.
Aquí es donde subyace lo que cualquier espectador podría echar en cara a la película, en lo que a su honestidad se refiere (y a una campaña de marketing parecida a la de 'La bruja' de Robert Eggers, excelente drama de época con tintes de terror vendida como el título que iba a revolucionar el género). Sin ir más lejos, y dejándolo claro desde un primer momento, 'Llega de noche' bebe más del cine postapocalíptico que del horror puro, género con el que únicamente comparte ciertos elementos de estilo que acaban quedándose en tierra de nadie.
Dichos elementos aparecen en el film a modo de pasaje onírico plagado de todos los vicios del terror (estrepitosas subidas de volumen, primeros planos que pretenden asustar al espectador y coqueteos con el gore), los cuales funcionan como excusa perfecta sobre la que apoyar la teoría de que estamos ante "el título que revolucionará el cine de terror". Sin embargo, la película que protagoniza Joel Edgerton tiene unas lecturas mucho más interesantes, más allá del cine de género.
Acreditado también como productor, Edgerton parece sentirse cómodo en el cine indie que juega con las normas del género ('El regalo', 'Midnight Special', 'Bright'), y se convierte en uno de los principales focos en los que se va a centrar la historia. Una historia que, como ya he adelantado, gira sobre el concepto de la familia, de la cual el actor encarna a Paul, emblema patriarcal que antepondrá la seguridad de los suyos a todo lo que se atreva a acercarse a sus dominios.
Shults nos lleva hasta un tiempo indeterminado, dominado por el miedo a lo desconocido (al contagio) y la supervivencia, en el que un reducto de humanidad se ve invadido por un extraño, en plena noche. Este invasor, Will, tendrá el rostro de Christopher Abbott, quien debutó en 'Martha Marcy May Marlene' y a quien pudimos ver totalmente entregado en 'James White', título con personaje llevado al límite que bien podría compararse con la Krisha del debut de Trey Edward. Dicho lo cual, no es de extrañar que el realizador decidiera contar con Abbott para encarnar a la figura totalmente opuesta a la de Paul.
La gran problemática que presenta 'Llega de noche' es que todo lo que viene a contarnos ya lo hemos visto antes. Desde misterios familiares con canibalismo de por medio como el de 'Tear Me Apart', a los dramas de supervivencia extrema en la línea de 'The Survivalist' o ''Young Ones', o apologías antiabortistas de la talla de 'En el bosque', pasando por conflictos entre extraños como los de 'Z is for Zachariah'. Es por eso que estamos ante un título más, el cual no llega para redifinir el género ni se convierte en el no va más del cine postapocalíptico.
Pese a sus defectos, 'Llega de noche' sí que interesa cuando dibuja ciertos aspectos en cuanto a la simbología de representa. Y es que, además de hacer referencia a 'El triunfo de la Muerte' como símil de la situación que bien podrían estar viviendo los protagonistas, el uso de la puerta roja como símbolo benefactor según el catolicismo (donde el rojo simboliza la sangre de Cristo y, por ende, una vez se cruza una puerta roja se entra en lugar sagrado) o las creencias de la antigua América colonial (donde era símbolo de refugio seguro), además de jugar con las pulsiones sexuales y una suerte de búsqueda de identidad por parte del protagonista adolescente, Travis (Kelvin Harrison Jr.), todo ello acaba convertido una especie de deriva sobre la cual el espectador puede sentirse un tanto perdido, pese a la sensación de que ya hemos sido partícipes de todo esto antes.
Nota: 6
Lo mejor: Verla esperando un drama familiar sobre el Apocalipsis.
Lo peor: Verla como el título de terror que no es.