Si en algo ha demostrado la industria cinematográfica francesa destacar ha sido en las comedias. Muy famosos son sus títulos llamados "comedia de salón", con los que se ha aprovechado para hacer una saga y ácida crítica a la sociedad burguesa en gala en la mayoría de los casos. Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte son maestros de este estilo de producción, al ser ambos creadores de la aplaudida 'El nombre'. Ahora dan un paso con su segundo largometraje, 'Lo mejor está por llegar', en el que cambian la ironía por el canto a la vida.
'Lo mejor está por llegar', a diferencia de 'El nombre', no es una adaptación de una obra de teatro, lo que hace que sea una producción hecha para el cine. Esa diferencia se nota, especialmente, por las continuas escenas en exteriores, que destacan por tener fuerza propia. La Patellière y Delaporte apuestan por una producción diferente a las que han trabajado (pues han escrito guiones de ácidas comedias como 'Un ilustre desconocido' o 'Papá o mamá'), con una cinta rodada en clave feel-good.
Un canto a la vida y a disfrutar de cada momento
En su apariencia ligera, la cinta combina elementos cómicos (un malentendido da inicio a la trama), con elementos dramáticos (dicho malentendido está relacionado con una enfermedad terminal). El tándem de cineasta evita caer en tópicos del género, evitando melodramas absurdos y escenas humorísticas fuera de lugar, logrando que la comedia y el drama surjan de forma espontánea según demande la propia trama.
Y ahí surge la habilidad de los directores, que hacen un canto a la vida incluso cuando la muerte está cerca y, sobre todo, es una carta de amor a la amistad, a esa que se ve poco, a aquella amistad entregada, que el paso de los años ha ido solidificando. Es más, hay que aplaudir enormemente que La Patellière y Delaporte muestren cómo dos hombres pueden expresar su cariño y amor mutuo sin ningún de miedo a mostrar esa parte más sensible de sus personas.
Luchini y Bruel, dos actores en estado de gracia
Y en esa combinación destacan dos grandes intérpretes: Fabrice Luchini y Patrick Bruel. Ambos no podían ser más contrapuestos, haciendo honor a sus personajes. Los dos actores tienen una visión completamente diferente de la profesión y eso queda plasmado en el filme pero, lejos de mostrarse como un punto conflictivo, se convierte en un interesante intercambio de pareceres, con el que se ve la admiración mutua. Luchini consigue salirse de esos personajes que son tipos insoportables pero entrañables, gracias a sus escenas con Bruel, acostumbrado a interpretar al golfo redomado.
El resultado final es un magnífico ejemplo de comedia dramática, con el que se hace gala del equilibrio entre una mirada de autor y una comercial, convirtiendo a 'Lo mejor está por llegar' en un ejemplo de que el cine francés sigue apostando por el camino del medio, aquel que busca la cohesión entre dos maneras diferentes de ver a la industria cinematográfica. Una comedia tierna, entrañable, con actuaciones magistrales, que conquista gracias a su mirada honesta.
Nota: 8
Lo mejor: La química entre Luchini y Bruel y cómo queda retratada la amistad masculina.
Lo peor: Su premisa feel-good puede ser demasiado liviana para espectadores que busquen una mirada más autoral.
