Desde la fabulosa 'Incierta gloria', el desaparecido Agustí Villaronga fue probando con distintos proyectos de diversa índole. Desde la megaproducción 'Nacido rey', película de estudio con fines propagandístico por parte del gobierno de Arabia Saudí para ensalzar la figura del monarca Fáisal bin Abdulaziz, figura clave del panislamismo y el antisionismo en los 60 y 70; hasta la austera 'El vientre del mar', de espíritu teatral.
Su último largometraje, 'Loli Tormenta', supone una despedida con sabor agridulce. En el momento de iniciar el proyecto, el cineasta catalán ya padecía el cáncer que acabaría con su vida el pasado 22 de enero a los 69 años de edad. Con lo cual, Villaronga era muy consciente de que este film sería el último que realizase. Curiosamente, la cinta no solo supone su primera aventura por la comedia, sino también por cierto cine familia con un tono feel-good.
'Loli Tormenta' es la lucha de dos niños para evitar que su abuela, su tutora legal y único familiar que les queda, sea llevada a una residencia, dado que padece Alzheimer y su condición ha ido empeorando rápidamente. Ambos saben que su destino sería un lugar de acogida, con el riesgo de ser separados. De ahí, que hagan todo lo posible para que nadie sospeche la situación real de su querida abuela, otrora una figura histórica del atletismo español.
La despedida agridulce de Villaronga
La manera en la que ejecuta Villaronga el film evoca a esas comedias feel-good francesas que tienen cierto tono dramático, como 'Intocable', 'La familia Bélier' o 'Una razón brillante'. Al menos, al inicio, dado que, poco a poco, el drama va instalándose y lo que parecía una historia familiar se torna en un relato más propio de Robert Guédiguian o Hirokazu Kore-eda. Es más, diríase que los niños evocan a esos hermanos que luchaban para no ser descubiertos después de que su madre los abandonase en 'Nadie sabe'.
Pero Villaronga, quien firmó el guion junto con Mario Torrecillas, juega a la comedia familiar, lo que provoca que el trasfondo dramático no termine de sobresalir, a pesar de su temática invitaba. Tampoco ayuda que los personajes secundarios no terminen de lucirse, como el caso de Fernando Esteso, el cual encarna a un villano digno de la saga 'Los futbolísimos' y lo que ahonda en esa falta de mirada dramática. En ese sentido, solo funcionan los menores, con Joel Gálvez y Mor Millán logran traer esa mirada dramática y humanista donde se ven retazos ese drama social que oculta la película. Mención también para María Anglada Sellarès, tercera en discordia entre los personajes infantiles y única con un trasfondo dramático.
Con una Susi Sánchez siempre espléndida, 'Loli Tormenta' es una despedida agridulce, en la que se ven buenas intenciones y un espíritu muy humano. Unas virtudes que hacen del film una experiencia entrañable, de esas que conquista por sus pequeños detalles.