Las mujeres reales: las que se han hecho un hueco en el ejercito, en los cuerpos de seguridad del estado y en cualquier otro puesto laboral que no implique una "formación superheróica" han sido la inspiración para Elizabeth Banks a la hora de lanzarse a actualizar al trío femenino más popular de la acción. 'Los ángeles de Charlie' vuelven así encarnadas en Kristen Stewart, Naomi Scott y Ella Balinska, tres interpretes cuya representación de las famosas espías tiene tanto potencial como atractivo. La verdad es que desde el rodaje (del que pudimos ser testigos en Berlín), desde el carisma de sus fichajes, desde los pequeños y necesarios cambios, en definitiva desde la teoría todo funcionaba, pero el resultado final no es tan espectacular como su materia prima.
Decir que estamos ante un blockbuster al uso de principios de la década (sino antes) es la descripción que más se ajusta a esta propuesta tan correcta que se presta a pasar desapercibida. Banks, que en este caso además de dar vida a una versión femenina de Bosley, es directora y guionista, sale airosa del reto de plantear escenas de acción resultonas que en la mayoría de los casos aguantan el tipo; pero no logra dotar de trascendencia a su libreto. Y este es en definitiva el principal problema de 'Los ángeles de Charlie': su guion. Falta chicha en las conversaciones y bastante más riesgo. Falta humor y actitud. Es todo demasiado blanco y carente de la potencia que llena a un personaje hasta asegurarse de que sea dificilmente intercambiable. Son sus protagonistas las que se encargan, sin demasiada ayuda, de dar forma y empaque a este nuevo equipo. Brilla especialmente en su papel Kristen Stewart, que ante la evidente falta de sustancia presentada por Sabina, se lanza a prestarle pedacitos de sí misma. Total que como Stewart es guay en la vida, pues su ángel también lo es. Así tal cual.
Pisando los talones de Stewart encontramos a Balinska, todo un descubrimiento de mujer de acción. Es absolutamente impresionante lo que hace con Jane Kano, ángel que fuese miembro de los servicios de inteligencia británicos. Sistemática, rígida como el acero y absolutamente impresionante cuando tiene que dar guantazos. De verdad: Balinska podría hacerse un hueco en cualquier saga de acción, de 'Fast & Furious' a 'John Wick', ¿protagonizar la suya propia? Algún día. En cuanto a Scott, en su personaje también se sospechan pedazos de la personalidad de esta actriz cuyos papeles han ido muy en la línea de abrir los ojos al mundo, algo que hace muy bien. Este caso no es una excepción si pensamos en la adorable expresión de sorpresa permanente que luce su Elena Houghlin.
Pero más allá del magnetismo de este equipo y de una fuerza que nace de ese algo especial que traían de casa, la película aporta poco y lo hace de manera torpe. Los acertados diálogos que nos invitan a asomarnos a un actualizado mundo femenino pueden llegar a brillar en algún momento concreto, pero su efecto se pierde en lo endeble de un argumento de todo menos compacto. La metáfora perfecta de esa sensación inevitable de producto lineal que transmite la cinta, se encuentra en su humor, anclado en una tierra de nadie que es de todo menos llamativa. Recuerdo la versión protagonizada por Cameron Diaz, Drew Barrymore y Lucy Liu tan hija de los 90, con ese humor paródico que funcionaba ridículamente bien, y la echo de menos porque a este nuevo tono le falta personalidad. Me gusta la diferencia y que la intención se acerque más a una misión imposible que a Natalie, Dylan y Alex repartiendo insólita estopa al ritmo de 'Smack my bitch up', pero no encuentro arrojo.
Muy buenas ideas no tan bien desarrolladas
Queda más que claro que el reconocimiento de su propio universo y el uso de los recursos del mismo para emprender una nueva dirección eran conceptos jugosos, eso es algo que se palpa en la película al tiempo que se queda en promesa latente como consecuencia de esa ejecución no tan brillante. El giro del personaje de Bosley, el concepto de globalización de la agencia Townsend, todo el background del personaje de Scott... Las ideas estupendas están ahí y las mencionadas intérpretes de lujo están más que equipadas para que luzca el material, pero todo se desaprovecha mucho. Otro ejemplo de esto es el personaje de Noah Centineo puramente anecdótico y absolutamente abandonado tras una escena más que estupenda compartida con Balinska en la que se descubre una química muy interesante.
Al final apostar por los ángeles es genial pero los personajes secundarios pueden aportar infinitamente, sobre todo en el aspecto cómico. Ni si quiera en la figura del villano hay un empaque, reitero, del tipo que sea. En la versión de los 2000 el personaje de Crispin Glover, que tan solo era la marioneta del malvado definitivo, tenía el triple de personalidad que cualquier minion que salga en esta secuela. El "hombre flaco" era absurdo, con su obsesión por arrancar el pelo de sus contrincantes y esos grititos de ave rapaz trasnochada, pero aportaba sustancia y un contrapunto interesante a las protagonistas. Aquí falta mucho de eso. Aún así al final prima de cierto modo un entretenimiento liviano muy sostenido en el montaje más que vivo y en esos personajes tan carismáticos.
Nota: 6
Lo mejor: El carisma de los ángeles, especialmente el de Kristen Stewart.
Lo peor: Que tras desaprovechar todas sus buenas ideas le falte sustancia.