En la filmografía de Gary Ross encontramos títulos que, pese a su índole diferenciada, siempre se ha podido detectar cierto aroma clásico. En su ópera prima, 'Pleasantville', realizó una carta de amor a la década de los cincuenta dándole color al filtro en blanco y negro; mientras que en 'Seabiscuit, más allá de la leyenda' retrocedió hasta la Gran Depresión para contarnos la historia de un hito en la hípica. Tras darse un paseo por la distopía en la primera (y cuestionable) entrega de la adaptación de la saga superventas, 'Los Juegos del Hambre', Ross vuelve a poner la vista en el pasado para el que es su cuarto film, aunque esta vez retroceda más de un siglo, hasta otro de los momentos clave de la historia estadounidense: la Guerra de Secesión.
Basándose en la historia real sucedida en pleno conflicto armado, y tomando la figura de Newton Knight como eje central, 'Los hombres libres de Jones' (del título original 'Free State of Jones') se nos presenta como un descarnado título bélico con cierto deje a western, que parte desde la primera línea de la batalla, transmitiendo al espectador que estamos ante un ejemplo realista de la guerra gracias a una apabullante secuencia en la que sendos bandos beligerantes se enfrentan de forma cruenta.
El ímpetu con el que arranca la historia pronto acaba derivando en algo que, pese a estar bien contado, fluctúa hacia dos vertientes, las de las dos líneas temporales que trata de abarcar la historia. Por un lado, la lucha de Knight (Matthew McConaughey) contra el ejército Confederado y la proclamación del Condado de Jones como el Estado Libre de Jones, conformado por renegados de la guerra, antiesclavistas y esclavos huidos, y que refleja la barbarie del enfrentamiento entre civiles, el conflicto surgido a partir del cuestionamiento de la esclavitud, con todo el dilema moral y ético que ello implica.
Por otro lado, y totalmente prescindible, nos encontramos con una historia que viaja 85 años hacia adelante, que sirve de detonante para la pertinente y mil veces vista antes historia de amor interracial. Porque 'Los hombres libres de Jones' viene a ser dos películas en una, una de las cuales (la segunda en presentarse) no tiene sentido sin la principal, y ésta sin necesitar de una historia paralela para contar lo que quiere contar.
Está claro que en ningún momento Gary Ross pretende sentar cátedra, pero queda más que claro que la épica que podría pertenecer al conjunto de sucedáneos de 'El nacimiento de una nación' de Griffith, queda ensombrecida por el melodrama poco trabajado que se añade a la trama.
Siendo efectiva como recreación histórica de ese periodo de la historia gracias a una cuidada puesta en escena en la que el diseño de vestuario juega un excelente papel, 'Los hombres libres de Jones' puede llegar a servir como spin-off del 'Lincoln' de Steven Spielberg, y hace que nos preguntemos que qué hubiese sido de ella si el hilo que teje la trama hubiese sido igual de sólido en todas las subtramas que presenta.
Por consiguiente, y con más de un acierto en lo que a planteamientos clave se refiere (la primera batalla, el costumbrismo con el que se nos presenta la comunidad de renegados en el pantano, el surgimiento del Ku Klux Klan -con sobrecogedora secuencia mediante-), más vale recordarla como el producto disfrutable que es (siendo en todo momento consciente del público al que va dirigido) que como lo que nos gustaría que fuese.
Nota: 6
Lo mejor: McConaughey y la dirección de arte.
Lo peor: La trama secundaria, que acaba nublando el conjunto y convierte el título en algo más regular de lo que merece.