Los Parr están de vuelta, y se han hecho de rogar. La última (y primera) vez que les vimos fue en 2004 y Pixar todavía estaba en sus primeros pasitos. Pero 'Los increíbles' fue un paso más que sólido hacia ese puesto privilegiado que ganaron en el terreno de la animación. Y quién les iba a decir que, años después de presentarnos a sus superhéroes, la mitad de la cartelera serían películas de hombres y mujeres con identidades secretas y poderes. Ellos pueden decir que lo clavaron cuando todos los demás lo intentaban (y fracasaban) una y otra vez.
Brad Bird regresa como director y guionista de la secuela, que empieza justo donde lo dejamos hace años. Resulta extraño que no haya pasado nada de tiempo, pero cierto es que los dilemas de cada uno de los Parr podían dar para mucho más, como ha demostrado 'Los increíbles 2'. Una pareja de hermanos, dueños de una empresa de telecomunicaciones, contactan con Elastigirl, Mr. Increíble y Frozono para ofrecerles un plan para convencer a la opinión pública de que vuelvan a legalizar a los superhéroes. Pero quieren a Elastigirl como portavoz, porque es la menos proclive a destrozar media ciudad intentando salvarla. Así, Helen es ahora la que sale a trabajar, y Bob quien se queda en casa con los niños.
Este cambio de roles en el hogar es uno de los puntos más importantes de la película, y no podía venir en mejor momento. A Elastigirl le sienta genial el ser la protagonista de la película, no solo porque sabe perfectamente lo que hace, sino porque en la era en la que Hollywood busca la paridad, es fantástico que una película para toda la familia muestre que la mujer puede salir a traer el pan a la mesa, y el hombre quien se quede a cargo de la casa. Eso Bob al principio lo lleva bastante mal, porque está acostumbrado a ser quien se lleve la gloria y los aplausos. No solo tiene que aprender a cuidar a tres niños con superpoderes (uno de ellos con muchos, muchísimos), sino que tiene que aprender a gestionar que sea su mujer quien ocupe el primer plano y no al revés. Hay momentos de la película en los que Bob se comporta como un auténtico imbécil, pero ojalá más de un padre se vean reflejados en él y se den cuenta de lo infantiles que resultan algunas reacciones a una opción que debería ser tan usual como que sea el hombre quien va a trabajar, o los dos.
También le veremos, como ya he comentado, lidiando sus tres hijos, que siguen teniendo sus "problemillas" en esta entrega. Dash sigue siendo un niño hiperactivo y bastante impulsivo, aunque su principal problema serán las Matemáticas. Violet tiene problemas de chicos y está muy resentida con sus padres porque adolescencia. Y luego está Jack-Jack. Como ya vimos, sus poderes han despertado y al ser un bebé, no están definidos del todo, así que tiene todo un arsenal de habilidades que no controla muy allá. Suma los líos cotidianos de tres niños y los inconvenientes añadidos de ser superhéroes, y la cosa se complica porque ya han luchado contra el crimen todos juntos, cómo les dices que no vuelvan a usar sus poderes. Como ya ocurría en la original, esta dualidad de vida cotidiana y vida superheroica funciona a las mil maravillas, y genera los mejores gags de la película. Pero la mención especial es para Jack-Jack, que está mucho más aprovechado y no solo es adorable, sino que tiene las mejores escenas de la película. Él y la aparición de la grandísima Edna Moda (que sigue siendo de los mejores secundarios de Pixar junto con Dory) son lo mejor que tiene la película.
'Los Increíbles 2' es muy similar a la película original, y casi podríamos decir que estamos ante el segundo capítulo de una serie sobre los Parr. Se trata de una historia que empieza y acaba en la película, y que casi se puede disfrutar sin la necesidad de haber visto la primera. La ambientación mantiene ese toque retro y maduro que la aleja quizás del público infantil, aunque se lo pasarán bomba como les gusten los superhéroes, pero que encantará a los adultos (y más a los que guardamos en un lugar especial la primera). Es madura hasta en la duración, ya que dos horas para una película de animación son inusuales, pero las escenas de acción son tan emocionantes que la película se pasa volando. Precisamente es en la acción donde esta entrega sobresale, con misiones trepidantes y peleas entre superhéroes que son una maravilla. El salto tecnológico de catorce años está más que aprovechado (de hecho, hace que la original parezca que ha envejecido un poquito mal, técnicamente hablando). Las texturas de los trajes, el agua, el fuego, las expresiones faciales, el pelo, los poderes... todo está mejorado y luce de vicio. Los escenarios han ganado muchísimo en detalle y dejan una secuela más urbana, en la que las ciudades son una preciosidad que casa perfectamente con el aire vintage de la banda sonora de Michael Giacchino. El diseño de producción es, de nuevo, de lo mejorcito que hemos visto en Pixar.
También resulta muy interesante Screen Saver, el villano de esta entrega, que a pesar de tener un misterio predecible detrás, está bien desarrollado y tiene un discurso muy interesante. Y sigue teniendo ese aire de villano de película de superhéroes de antaño como lo era Síndrome. En la película consigue poner en un aprieto a Elastigirl y compañía, y ayuda a que la acción se desarrolle con emoción y agilidad. También ayudan a mover un poco el cotarro los nuevos superhéroes, que no es que tengan un gran peso en la trama o lleguemos a conocer mucho de ellos, pero nos permite situaciones de acción más variadas. De hecho, dejan claro que el universo 'Los Increíbles' tiene mucho espacio para crecer. Quién sabe, quizás con una posible serie en la futura plataforma de streaming de Disney.
Los verdaderos superhéroes
Pero la familia Parr (y Frozono un escalón más abajo) son los únicos y verdaderos protagonistas. Brad Bird consigue que vuelvan a parecer una familia real, normal y corriente, a pesar de sus poderes. Violet, Dash, Jack-Jack, Bob y Helen siguen siendo cinco personajes maravillosamente construidos, con conflictos en los que nos vemos reflejados, y dilemas heroicos que a muchos ya nos gustaría llegar a tener. Pero, sobre todo, resulta maravilloso que ya estuviera gestándose años antes en Pixar una película que reflejaría tan bien a lo que deberíamos aspirar como sociedad: a que las mujeres puedan perseguir una carrera profesional en las mismas condiciones que los hombres, y que los hombres aprendan lo duro que es mantener a flote un hogar y una familia. Por esta (y otros detalles), el giro feminista de 'Los Increíbles' en esta secuela no solo es rabiosamente relevante, es una de esas lecciones que es maravilloso que la presenten a grandes y pequeños un estudio que suele ser tan escuchado.
Aunque en la trama no haya avanzado el tiempo, ellos llevan todos estos años reservándose para volver a conquistarnos, y lo vuelven a lograr sin despeinarse y sin perder ese toque cool de su mundo y sus peripecias. Lo hacen en una aventura que, de nuevo, es más movidita que emotiva, como ya lo era la primera. No os preocupéis, que esta vez podéis dejar los pañuelos en casa. 'Los Increíbles 2' ha venido a entretenernos, y en esta ocasión vuelve a ser misión cumplida. Y vuelve a enseñar a los universos marvelitas, DC y demás cómo se hace una película con gente con poderes en los que la personalidad y el corazón son mucho más importantes que gastarse millones en explosiones. Hemos tenido que esperar catorce años para volver a verlos, pero la espera ha merecido la pena. Si siguen estando tan en forma como ahora, espero que para la próxima no tengamos que esperar tanto.
Nota: 8
Lo mejor: Los Parr siguen estando en plena forma. La acción es súper emocionante. Jack-Jack y Edna Moda, premio a los personajes del año.
Lo peor: Tarda un poquito en despegar y quizás se hace algo larga en algunos tramos.