Trece años han pasado ya desde que los viejos rockeros decidieran que, aunque las décadas de los 70 y 80 quedasen algo lejanas, sus músculos todavía seguían con ganas de marcha. 'Los mercenarios' es una de esas sagas que no han dejado indiferente a nadie y aunque no siempre haya sido para bien, su presencia en la taquilla mundial siempre se ha hecho notar.
Y es que, ¿cómo vamos a decir que no a un largometraje protagonizado por súper machotes de la acción como Sylvester Stallone, Jason Statham, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Jet Li, Terry Crews y otros tantos más, en una trama llena violencia y potencia armamentística? Además y, como hemos comprobado en las anteriores entregas, esta gente no acepta un no por respuesta, así que si no queremos ganarnos una suite en nuestro hospital local, lo mejor es decir que sí.
Después de tres síes seguidos, la franquicia nos obliga de nuevo a confirmar nuestra presencia en el patio de butacas con 'Los Mercen4rios', donde esta vez, nuestro elenco de asesinos a sueldo tendrán que interceptar los planes del antiguo traficante de armas británico Rahmat, que pretende hacerse con un detonador de misiles nucleares para el perverso Ocelot.
Pese a que la paz del mundo esté en juego, nuestros musculitos tendrán una motivación mayor: la de despedir por todo lo alto a Barney Ross. Dentro y fuera de la cinta, Stallone ha sido uno de los creadores de este polifacético reparto de asesinos y tras esta última misión, colgará su boina definitivamente.
Varias eran las dudas que asaltaban este filme y, tras una muy criticada tercera entrega, la secuela ha decidido tomar un rumbo totalmente diferente. El primero de los mayores cambios ha sido el de la calificación R y a decir verdad, era uno muy necesitado que además, ha sido muy bien ejecutado.
El público ya había demostrado en incontables ocasiones su inconformismo por la acción tan blanda que 'Los Mercenarios' exponían. Estamos hablando de una producción que se basa en sus escenas de acción desmesurada (que por cierto, son imprescindibles, ya que vamos a ver una cinta de 'Los Mercenarios' y lo que no queremos es realismo), llenas de combates cuerpo a cuerpo y armas, su violencia era muy limpia e inexpresiva. Pero ahora todo ha cambiado, la clasificación de la película para un público más avanzado en edad permite que la saga despliegue todo su potencial y en esta ocasión, sus combates y sobre todo muertes, son mucho más brutales y divertidas.
El cambio en la dirección fue otro de los aspectos más señalados tras la última cinta de 'Los mercenarios 3'. Después de las críticas cosechadas por Patrick Hughes, Scott Waugh era el encargado de tomar el testigo y provocar un gran cambio en la franquicia y a pesar de ser un director primerizo, en cuanto a grandes blockbusters se refiere, el trabajo realizado por Waugh ha sido muy sólido. El director ha sido conocedor de las carencias que tenían los filmes previos y sin ser tampoco el mayor ejemplo en el cine de acción, ha conseguido paliar sus debilidades.
De manera algo irónica, su reducido reparto, que a priori podría parecer un defecto, ha impulsado tremendamente las posibilidades de esta cinta. Aunque su póster no sea tan atractivo como el de su precuela, la falta de grandes nombres deja un mayor espacio al elenco actual para que su trabajo sea más sólido y sobre todo, que la atención no quede tan dividida. Una de las críticas más recurrentes en el pasado, era el desperdicio del talento de su reparto, ya que grandes figuras como Wesley Snipes, Chuck Norris o Jean-Claude Van Damme pasaban muy desapercibidas.
Sin embargo ahora, el elenco mucho más reducido otorga una gran libertad para que los miembros de la película desarrollen su talento, destacando especialmente algunos de los puntos cómicos de Dolph Lundgren y sobre todo la química entre Stallone y Statham durante la primera mitad. Asimismo, este último es el amo y señor del largometraje, luciéndose tanto en sus escenas de acción como en las pequeñas partes donde el diálogo tenía algo más de peso.
En definitiva, esta cuarta entrega de 'Los Mercenarios' ha conseguido resurgir de sus cenizas como el ave Fénix donde Waugh y los suyos se reservan lo mejor para el final. Presentando una trama divertida y entretenida, 'Los Mercen4rios' cierran con un épico desenlace la despedida de Barney en un cinta que, además de su sangre, está manchada por un pequeño pero...
La disyuntiva del tiempo
Curiosamente, este filme contiene un aspecto que aunque es mayormente positivo, genera algunas dudas en cuanto al ritmo de la película y esa, es su duración. Con un total de 103 minutos de pura acción, su trama va bastante rodada y dura lo justo para que esta no se te haga larga y pesada. No obstante, al mismo tiempo genera que algunas de las partes del filme vayan demasiado rápido, de tal manera que no hay prácticamente desarrollo.
Las transiciones son muy bruscas y en apenas breves segundos, pasamos de una jocosa escena banal a que la cinta nos lance a la cara la 'misión principal' con sus nuevos personajes sin apenas presentación. Por ello, la oportunidad que los actores ganaban al reducir el nombre de grandes figuras, lo pierden con la rapidez con la que tratan la argumentación. Esto genera como consecuencia, que en ocasiones los papeles de Megan Fox, 50 Cent o Levy Tran sean algo discretos.
Concluyendo, y a pesar de este defecto, diría que estamos ante el mejor trabajo de la saga y aunque el elenco de actores no sea tan excelso, esta cuarta entrega es el perfecto ejemplo de cómo menos es, en ocasiones, mucho más; menos en la sangre, cuanto más, mucho mejor.
'Los Mercen4rios' llegará a nuestros cines el 29 de septiembre.