Tras la resaca que todavía perdura en la retina de los espectadores con 'La Bella y la Bestia', ha quedado claro que el efecto nostalgia sigue siendo uno de los puntos fuertes de la industria cinematográfica. Recurrir a personajes de nuestra infancia se ha convertido en algún bastante común, por lo que no era extraño que tras ver el díptico de 'Los Pitufos' con Neil Patrick Harris, estos pequeños seres azules decidieran volver a a la gran pantalla. En esta ocasión, no cuentan con la ayuda de actores reales y toda la película es de animación. 'Los Pitufos: La aldea escondida' se convierte en el regreso a los orígenes de la famosa serie de televisión animada basada en las historietas de Peyo, en la que volveremos a ver personajes tan míticos como Papá Pitufo, Pitufina, Pitufo Fortachón, etcétera.
La película se centra en Pitufina, la única chica de la aldea pitufa y también la única que no tiene una característica que destaque por encima de cualquier otra. Buscando su propia identidad, pronto se verá envuelta en una misión de alto riesgo en la que una aldea perdida se convertirá en su objetivo. Con Gargamel acechando y planeando atrapar a todos los Pitufos, Pitufina se unirá a Fortachón, Torpe y Filósofo para poder destrozar los planes del malvado mago. Una aventura en la que todos descubrirán qué significa ser un Pitufo.
A diferencia de otras dos películas más recientes de los Pitufos, la realidad es que este film capta de una forma interesante la esencia de la serie a la que estamos acostumbrados. En cierta forma, esta característica puede ser tanto positiva como negativa, dado que para los fans o seguidores en su infancia será un bonito homenaje, para los niños una buena película pero para aquellos jóvenes o que no son tan niños y no conocen a los Pitufos, puede flaquear. Aun así, se ha sabido cómo captar la atención del público, volviendo a explicar el origen de Pitufina, cómo funciona la aldea, quién es Gargamel... Son elementos imprescindibles para intentar captar a una nueva generación que pueda engancharse a los Pitufos. Lo interesante también ha sido poder ver una innovación en cuanto a la concepción que se tienen de estos personajes, algo que adaptado a nuestros tiempos ha sido realizado de una forma conseguida y da la impresión de estar viendo algo actual y sin olor a viejo.
El factor que más sorprende en la película es la introducción del feminismo de una forma directa, pero también necesaria. La manera en la que el film ahonda en este tema de una forma que pueda ser entendida por los más pequeños, hace que el valor de la cinta sea mayor. Es cierto que puede ser oportunista su mensaje, pero eso no quita que sea necesario, en especial por los tiempos en los que vivimos. Es interesante ver el cambio de tuerca y ya no sólo centrarse en qué les pasa a los Pitufos que ya conocemos, sino explorar más allá de ello y, de esta forma, dar una coherencia a que no son los únicos que existen en la Tierra ni mucho menos. Es cierto que el único inconveniente que tiene es que se hace muy notorio el interés que se tenía por mostrar que era una película feminista, dado que desde el principio se ve que gira en torno a la figura de la mujer. El problema no es que se enfoque desde este punto de vista, sino que se ve la intención de impresionar al público más adulto con este factor, lo que hace que no fluya de una manera totalmente natural y se vea forzado en algún momento. La sorpresa y la incógnita que se puede guardar en torno a esta parte de la trama, ni es tan impactante y se podría decir que incluso se ve venir en cierto momento de la película.
Sobre los personajes, es todo un acierto haberlo enfocado desde Pitufina y dejar de mostrarla como la dama en apuros que podía ser en el pasado. La forma en la que se ha dibujado su personalidad opaca en cierta manera al resto de sus compañeros que se quedan en un plano más superficial, pero es entendible, no es una película que vaya a hablar de los Pitufos, sino un film que habla de cómo Pitufina no termina por encontrarse dentro de este universo. En cierta manera, este punto de vista no había sido explorado anteriormente y siempre durante la historia de 'Los Pitufos' habíamos aceptado que Pitufina estaba ahí sin razonar por qué era un Pitufo. También hay destacar la fuerza y el mensaje que da este personaje de confiar en uno mismo y no dejar que te influya el entorno. Aunque suena a la típica positividad infantil, lo cierto es que lo ha sabido manejar de una forma que no sea totalmente edulcorada. Una manera de poder llegar con los más pequeños y que consigue emocionar en algunos momentos, sobre todo al final, también a los más grandes. Una muestra de cómo un personaje que no ha sido muy trabajado en el pasado puede convertirse en toda una heroína.
Animación conseguida
En los tiempos que corren ha quedado atrás la animación tradicional a la que estábamos muy acostumbrados durante los 90 y principios del 2000, algo que debo remarcar que para mí es una pena que se haya perdido. La manera en la que se dibujan a estos Pitufos animados está mejor realizada que la que pudimos ver en su día con la versión en acción real, donde no terminaba de gustar su diseño. Esta vez, mantiene los parámetros establecidos de 'Los Pitufos', pero también da una sensación de calidez y son más parecidos a los cómics originales. Esto permite que estemos ante una animación que aunque no es innovadora ni nada del otro mundo, encaja a la perfección con la película que estamos viendo. Es importante que hablemos de este elemento técnico, dado que en una película infantil como es 'Los Pitufos: La aldea escondida', la manera de realización de la animación es imprescindible. Un dibujo amable y apegado a la esencia original que gustará tanto a los niños como a los seguidores empedernidos de la serie.
En conclusión, 'Los Pitufos: La aldea escondida' es una película que vuelve a los orígenes de los dibujos animados de antaño con un giro de tuerca diferente. La figura de la mujer es la principal baza y lo que hace que tenga un mayor valor a nivel cinematográfico. La manera de dibujar a los personajes femeninos ha sido un acierto y un nuevo enfoque que permite que se vea la necesidad de educar también a partir del cine. En cierta manera, es una película interesante y que aunque sea demasiado infantil para captar un rango variado del público, seguramente acabe encantando a los niños. La emoción, la nostalgia y, por qué no, alguna lagrimilla también se podrá ver en los padres de familia y personas que hayan crecido con estos pequeños seres azules.
Nota: 6
Lo mejor: El enfoque feminista que tiene la película.
Lo peor: Demasiado infantil como para captar nuevos seguidores de estos personajes.
