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CRÍTICA

Judd Apatow desnuda el amor contemporáneo con 'Love', la nueva serie de Netflix

El maestro de la nueva comedia americana, Judd Apatow, se suma a la causa de Netflix y ofrece una de sus obras más redondas hasta el momento con 'Love'. Estreno el 19 de febrero.

Por Alejandro Rodera Herrero 18 de Febrero 2016 | 16:40

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Amor. Un concepto que, a pesar de lo abstracto de su naturaleza, ha sido uno de los principales instigadores de la inspiración en el mundo de las artes. Su omnipresencia también está patente en el cine, prácticamente en cualquier género y de manera más o menos artificial. Es el sentimiento que nos invade cuando en 'Luces de la ciudad' Chaplin recoge una marchita flor, cuyos pétalos van chocando contra el suelo, y al darse la vuelta se encuentra con su amada al otro lado de un escaparate. Pero el amor ya no se entiende así en la vida real, si es que alguna vez ha llegado a serlo, sino que esa idealización ha dejado paso a una sociedad encubierta por redes sociales y en la cual aquello que hemos visto en cintas como 'Antes del amanecer' o 'Buscando un beso a medianoche' es la excepción de lo que nos encontramos a nuestro alrededor. Por eso la nueva serie de Netflix, 'Love', se convierte en una mirada tan certera de la situación actual de esa emoción, incomprensible y totalmente deseable al mismo tiempo.

Love

Los adictivos diez episodios que componen la ficción creada por Judd Apatow, Paul Rust y Lesley Arfin nos presentan las desventuras y logros de Gus (Rust) y Mickey (Gillian Jacobs) en Los Ángeles. Él es tutor de actores adolescentes en sets de rodaje, con la ambición de convertirse en guionista; mientras que ella trabaja como productora de un programa de radio, y realmente no tiene deseos que alcanzar. Podrían conocerse, enamorarse profundamente y ser felices, pero lo que hace diferente y trascendente a 'Love' es que sus protagonistas no son clichés andantes. No se trata de polarizar a ambos personajes para que sea casi obligatorio identificarse con uno de ellos, sino que la empatía se produce con ambos en diferentes puntos de la serie, a medida que ambos van evolucionando. Al igual que no se trata de una serie romántica al uso en el sentido de que los dos protagonistas tampoco pasan excesivo tiempo juntos en pantalla. Por lo que la excelente construcción de ambos es imprescindible para que sus tramas en paralelo resulten tan interesantes como cada vez que se cruzan.

Como es habitual en el universo de Apatow, la reflexión sobre la madurez, inherente cuando se habla de un sentimiento tan fácilmente confundible como es el amor, está presente. Tanto Gus como Mickey tienen que superar obstáculos, ya sea solos o acompañados, y se nos muestra como algo evidente que el amor no te puede salvar la vida, sino que es uno mismo el que tiene que salir a flote. Pero todo esto no quita que nos encontremos ante una comedia -aunque tenga su contrapunto dramático necesario-, y probablemente de las mejores que se han creado en los últimos años. Desentrañando a la sociedad contemporánea y sus hábitos (con series de dudosa calidad imponiéndose en audiencia) y con convenciones sociales desarticuladas y un uso natural de las redes sociales, una de las mejores citas "románticas" de la televisión, lanzamiento de blu-rays al grito de "'Cars 2' es un pedazo de mierda" y algún chiste de Bill Cosby por el camino, 'Love' se afianza como una de las propuestas televisivas más necesarias y acertadas del momento.

Love

Atracón de comedia

El propio título de crédito de la serie ya nos revela la naturalidad cambiante y volátil del amor, algo que queda reflejado de manera comprensible y rara vez artificiosa en esta temporada inicial de 'Love'. Puede que no cuente con la acidez de 'You're the Worst', pero tampoco le hace falta, ya que tiene el poder de atracción necesario para capturarnos desde el primer episodio. Lo único que se le puede reprochar a Netflix es la brevedad de la serie, ya que los diez capítulos se desvanecen en un suspiro. Aunque, a decir verdad, es una fresca bocanada. Con personajes secundarios que sorprendentemente no parecen de relleno, una entretenida atmósfera del mundo del espectáculo y la comprensión de ese sentimiento, que da título a la serie, tan difícil de describir y capturar. A partir de ese retrato de la sociedad coetánea, Gus y Mickey, dotados de humanidad por Rust y Jacobs, emergen para vivir y, lo más importante, hacernos vivir su aventura desastrosamente amorosa.

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