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CRÍTICA

'Loving Pablo': Droga dura para amar a Javier Bardem y Penélope Cruz

Javier Bardem y Penélope Cruz cuentan el universo de Pablo Escobar en 'Loving Pablo', con aciertos en materia de personajes y errores en la narrativa.

Por Sandra Sánchez Guerra 9 de Marzo 2018 | 09:40

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Javier Bardem y Penélope Cruz elevan una película que, sin ellos, probablemente hubiera sido insoportable. Fernando León de Aranoa se ha pringado hasta el cuello en una producción arriesgada por culpa del único actor español con un Oscar, que empezó a interesarse en Pablo Escobar en 1999. Juntos, han podido hablar por fin de un personaje al que Netflix ya ha exprimido, colocando el listón en la Puerta del Sol. No resultaba a priori una buena idea seguir hablando de Escobar, aunque el director creía tener algo diferente que contar, otro punto de vista: la relación entre el patrón del mal y Virginia Vallejo, afamada presentadora de la televisión colombiana.

La decisión más inteligente ha sido recurrir a dos de nuestros actores más internacionales para que se sumerjan en una espiral de pulsiones sin muros, sin fronteras, de contención. Igual el mejor piropo que podríamos hacer a su trabajo en 'Loving Pablo' es decir que son dope en pantalla. No es el caso, pero tampoco cabe despreciar la entrega de ambos y el espléndido trabajo interpretativo que realizan en una producción cuyo planteamiento narrativo flaquea en algún momento.

 'Loving Pablo'

Los responsables de 'Loving Pablo' ya han contado que fue inviable rodar la película en castellano. Si querían contar con el presupuesto deseado, la opción más rentable era hacerlo en inglés. Una decisión más de producción que de guión, pero que es lo primero que ha acabado pasando factura al filme. Por esas escenas en las que se acaban entremezclando el inglés y el español de forma casi arbitraria, con líneas de diálogo en nuestro idioma que rechinan. Explicaba Bardem en una entrevista que sabían que resultaría raro, en un principio, ver a Escobar hablando en inglés, pero que una vez entrase el espectador en la película pasaría a un segundo plano el idioma. Aranoa dice también a este respecto que el lenguaje de las películas no viene condicionado por el idioma en que se ruedan.

Razón no les falta. Y si bien es verdad que el que los protagonistas hablen en inglés no impide que te metas en la historia, no puedes evitar preguntarte en algún momento por qué los personajes hablan en una lengua extranjera en contextos en los que no tendrían por qué. Aquí el mérito es, de nuevo, de lo que han construido los actores, con unos acentos que le dan dimensión al guión.

Luego resalta también el cómo se ha contado el biopic, partiendo de la biografía escrita por Vallejo, titulada 'Amando a Pablo, odiando a Escobar', una frase que incluso llega a referenciarse en el guión. El largometraje que dirige Fernando León de Aranoa, al reencuentro de Javier Bardem en pantalla después de 'Los lunes al sol', relata la vida de Escobar desde que conoce a Virginia, que le visita en la Hacienda Nápoles a punto de fundarse el cártel de Medellín, hasta la caída del narcotraficante. Lo hace contando con la voz de Penélope Cruz como narradora en su papel de Virginia Vallejo, marcando así el punto de visto de la historia que, todo hay que decirlo, a veces se pierde.

 'Loving Pablo'

López de Aranoa propone en 'Loving Pablo' un guión frenético, con un recorrido que nos lleva a escenarios distintos y va superando años a gran velocidad, una propuesta diferente al tipo de cine que estamos acostumbrados a ver del director. De ahí, el que nos movamos entre rótulos que vayan contextualizando los distintos episodios que se desarrollan al avanzar la historia, un planteamiento parecido al de 'El hombre de las mil caras' y que hace de la película un producto más interesante a nivel internacional. A pesar del buen ritmo, hay momentos en que la narración parece no ajustarse tanto a la mirada de la periodista como encargada de conducir la historia y deja alguna escena vacía que podría haberse cortado. En este sentido, 'Loving Pablo' puede pagar caro la ambición de haber recorrido por completo la ruta del narcotráfico que Escobar emprendió en los 80 hasta su muerte en 1993, pudiendo haber acotado más el conflicto.

Las comparaciones son odiosas

Es obvio e inevitable que quien haya visto 'Narcos' juzgue en comparación esta nueva película sobre el líder del cartel de Medellín y vea en ella cierto caos y pocos respiros a la hora de relatar el universo Escobar. Dos horas frente a dos temporadas de una serie no tienen comparación y, aun así, el Pablo Escobar de Javier Bardem es mucho más interesante de lo que hemos visto hasta ahora. Se enfrenta a la comparativa con éxito y razones de peso, y no simplemente por el hecho de haber lucido una barriga falsa, que puede gustar más o menos.

 'Loving Pablo'

Por la visceralidad con la que se mueve en pantalla, apoyada sobre todo en una turbia mirada que nos ayuda a entender la manipulación y los impulsos que empujaban su ambición. Hay una escena de Escobar con su hija en la que se nos muestra el odio recalcitrante del narco hacia quien intentó poner coto a sus movimientos. Todo ello nos da una magnitud distinta del personaje, una dimensión interesante del Escobar más físico, más al descubierto que nunca. Y si eso no nos ofrece una buena perspectiva del ímpetu arrasador con el que Pablo Escobar decía públicamente que había que formar una muy berraca, muy berraca en Colombia para establecer el orden que el quería, la paz que el quería, que venga una nueva película o serie sobre él.

El personaje de Penélope Cruz tampoco se libra de generar conflictos al espectador por un comportamiento muy afectado en su forma de moverse y relacionarse con el resto en pantalla. Algo que tenía Virginia Vallejo pero puede parecer desproporcionado y exagerado en 'Loving Pablo'. Sin embargo, destaca su actuación, sobre todo, en un par de escenas dramáticas muy marcadas a la par que disfrutables.

Nota: 7

Lo mejor: Lo físico del Pablo Escobar de Javier Bardem. El ritmo de la película.

Lo peor: Se desdibuja a veces el punto de vista de Virginia Vallejo y la cronología de hechos que recorre la película es demasiada.