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CRÍTICA

'Lucy': Scarlett, relájate y disfruta de tus poderes

Luc Besson y Scarlett Johansson se alían en esta entretenida cinta de acción que es mejor no tomarse muy en serio. Estreno en cines, el próximo viernes 22 de agosto.

Por Adrián Lavado Moreno 21 de Agosto 2014 | 10:10

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El estreno de 'Lucy' en España viene precedido de una interesante expectación por su gran éxito en Estados Unidos, al tener la suerte de estar protagonizada por una gran estrella que cuenta con el favor del público como es Scarlett Johansson. No estamos acostumbrados a ver cintas de acción donde la protagonista sea una mujer, por lo que Luc Besson se apunta un tanto, tras el fiasco de su aventura estadounidense con 'Malavita', con esta alocada película de acción que es mejor no tomarse muy en serio.

'Lucy'

El famoso director y productor francés da rienda suelta al desenfreno con esta cinta de acción, que pese a su intensa campaña promocional, se siente mucho más disfrutable y apetecible cuando se olvida de discursos hipotéticos sobre el poder de la mente y deja que Lucy haga uso de sus poderes. La película comienza lanzándonos a una vorágine de locura, en la que las escenas de violencia explícita se entremezclan con unas interesantes imágenes simbólicas que dejan constancia de la presencia de Besson.

Lucy, una joven vulgar y algo bobalicona, se ve inmersa en medio de una red criminal de tráfico de drogas que quiere comercializar su nuevo producto en Europa. Obligada a ejercer como mula, y tras un fatal error, la joven americana desarrolla una serie de superpoderes al mismo tiempo que inicia una sangrienta venganza. Con banda yakuza de por medio, 'Lucy' podría haberse convertido en una suerte de revisión de 'Kill Bill', pero lejos de contentarse con el divertimento propio de la serie B, la película comienza a discurrir por terrenos más solemnes forzando en exceso su peculiar argumento.

'Lucy' es una aceptable película cuando da mamporros, cuando no se toma en serio a sí misma, cuando juega con el nuevo estado de su protagonista solo para entretener al espectador. Sin embargo, la nueva obsesión de Hollywood de "nolanizarlo" todo, hace que la diversión decaiga en detrimento de un intento de trascendencia, que aparte de no ser necesario, no cuadra con el alegre y juguetón comienzo. Mientras que Johansson se diviniza, el interés decae en detrimento de una forzada y algo estúpida conclusión.

'Lucy'

Capacidad mental en continua evolución

Las escenas de acción, aunque menos abundantes de lo esperadas, están bien resueltas y logran llamar la atención. Se hace también agradable la inclusión de ciertos toques de humor que aligeran la trama y saben dosificarse a lo largo del metraje. Mención especial merece su endiablado ritmo, que nunca decae pese a la inclusión de esa comentada trama más "sesuda", y que juega con el desarrollo constante del potencial mental de la protagonista.

Scarlett Johansson se erige como estrella absoluta de la función, y como casi siempre, cumple con su cometido sin implicarse demasiado. La actriz disfruta del divertido disparate y muestra una vez más su lado más gamberro, ese que casa tan bien con su inmanente sensualidad. También deja constancia de su gran capacidad interpretativa con una emotiva y extrañamente nada discordante escena en la mesa de operaciones de un hospital. Mucho más perdido se encuentra Morgan Freeman, cuyo personaje no es más que un títere que suelta una retahíla pseudocientífica y que está para dar esa pretendida profundidad a lo que se está contando.