Para su ópera prima, el brasileño Madiano Marcheti ha querido poner el foco en una realidad tremendamente alarmante: los asesinatos perpetrados a personas trans en su país. En Brasil la esperanza de vida de una persona transexual es de 35 años, una estadística que deja entrever la impunidad que existe en lo referente a los homicidios por delitos de odio del que el colectivo trans sufre. Según la Asociación Nacional Brasileña de Travestis y Transexuales (ANTRA), 140 personas trans fueron asesinadas en 2021, una cifra que pone al gigante sudamericano como uno de los países donde ser trans significa estar en riesgo de muerte continuo.
De ahí, que Marcheti, haya querido abordar esta situación en 'Madalena', mostrada en la Selección Oficial del Festival de Cine de Róterdam. Realmente, el cineasta lo que explora, más que el delito en sí, son las consecuencias que deja, partiendo el filme en tres relatos, siguiendo un patrón que recuerda al que tuvo González Iñárritu en 'Amores perros' y 'Babel'. Sus protagonistas son una vecina que convivía con la fallecida en el barrio -y que ambas tenían a la misma casera-; el hijo de una importante política y dueño de un campo de soja, donde aparece el cuerpo de la mujer asesinada, y una amiga muy cercana a la víctima, quien tiene que recoger todo lo quedaba en el apartamento de la finada.
Madalena, precisamente, es la protagonista ausente, cuya historia queda en un eterno limbo, pues Marcheti, quien también firma el guion junto con Tiago Coelho, Thiago Gallego y Thiago Ortman, opta por darle el protagonismo el entorno y las consecuencias del crimen, que se queda sin resolver, como tantos otros que sufren personas trans y que, detallando en la estadística, un 95% de ellas son mujeres trans y, de ellas, un 78% son mujeres que ejercían la prostitución, según lo detallado por ANTRA.
Una película cuya denuncia social brilla por su ausencia
Y es ahí donde se ve la oportunidad perdida. A pesar de que el filme tiene como título el nombre de la mujer asesinada, esta termina siendo un mero Macguffin para realizar un retrato de la vida diaria del estado federal de Mato Grosso del Sur, pues la vida de Madalena ni siquiera se explora. Esto, por supuesto, provoca que la propuesta de Marcheti no esté a la altura de lo que, supuestamente, pretende denunciar. Aunque se presuponga que el cineasta tuvo buenas intenciones, estas tampoco logran vislumbrarse.
De ahí que la división por episodios se convierta, simplemente, en un ejercicio contemplativo de la vida en Mato Grosso del Sur. En ese sentido, es un trabajo medianamente decente, gracias a una cuidada fotografía, obra de Tiago Rios y Guilherme Tostes, cuyas tonalidades verdes le otorga a la cinta un aura de realismo mágico.
No obstante, eso no quita de que 'Madalena' sea una obra demasiado diferente a lo que, supuestamente, es su premisa original. No deja la sensación de ser cine de denuncia y la realidad del colectivo que, supuestamente, busca reflejar, queda en un mero Macguffin, que bien puede provocar decepción y cierto enfado, especialmente tras verse otros largometrajes mucho más comprometidos con la representación LGBT en el país sudamericano, como 'Desierto particular'. Una oportunidad perdida.
Nota: 5
Lo mejor: Su fotografía tiene la capacidad de crear cierta atmósfera de realismo mágico.
Lo peor: ¿Dónde está la denuncia ante la realidad que sufre la gente trans?