'Madame Web' es la nueva entrega del universo arácnido de Sony Pictures en asociación con Marvel Entertainment, cuya colaboración nos dio 'Venom' y su secuela, además de 'Morbius'. Para quien tenga la cabeza hecha un lío con este tema, esta película existe al margen del Universo Cinematográfico Marvel y forma parte de su propia franquicia basada en los personajes de los cómics de Spider-Man, cuyos derechos pertenecen exclusivamente a Sony. Es decir, al contrario que con el Spider-Man de Tom Holland, compartido entre estudios mediante un acuerdo especial, aquí Marvel Studios ni pincha ni corta.
Desenmarañada esa telaraña, pasemos a hablar de la superheroína que nos ocupa hoy, Cassandra Webb, personaje creado por Denny O'Neil y John Romita Jr. cuya primera aparición en las viñetas se remonta a 1980. En los cómics -y en la serie de animación de 'Spider-Man' de los 90-, Cassandra aparece como una anciana mutante con poderes precognitivos, pero en su salto al cine en acción real, el personaje no es mutante (de eso también tiene los derechos Marvel Studios) y rejuvenece en la piel de Dakota Johnson para contarnos su historia de orígenes.
En la película, Cassandra es una paramédica de Nueva York que, tras un accidente en el trabajo, descubre que tiene la habilidad de predecir el futuro. A partir de ahí se dará cuenta de que su vida está conectada a la de tres adolescentes desconocidas, a las que deberá proteger de un enemigo común que las persigue con intereses oscuros, mientras explora su pasado y aprende a usar sus visiones para cambiar el futuro.
De los guionistas de 'Morbius'
De entrada, poca confianza nos daba el proyecto sabiendo que detrás del guion estaban Matt Sazama y Burk Sharpless, el mismo tándem que escribió la universalmente vilipendiada 'Morbius'. Pues bien, dejémoslo claro desde el principio, 'Madame Web' no es peor que 'Morbius', lo cual no es decir mucho, pero al menos es algo. Al contrario que en la película protagonizada por Jared Leto, aquí hay más virtudes y un mayor sentido de la diversión y la emoción, aunque al final acabe cayendo inevitablemente bajo el peso de sus muchos defectos.
Empecemos con lo bueno: su reparto. Pese a lo flojo del guion, las actrices consiguen elevarse por encima del material gracias a su buen hacer y su química coral. Johnson despliega ese encanto natural con el que suele imbuir a todos sus personajes, haciendo de Cassandra, Cassie para los amigos, una protagonista bastante simpática. Pero cuando más brilla es junto a las tres actrices que interpretan a sus protegidas, Sydney Sweeney, Isabela Merced y Celeste O'Connor.
Por separado, estas Supernenas del Spider-Verso (no, en serio, las personalidades encajan tan bien) son lo más divertido de la película. Pero es que a partir de que sus caminos se cruzan con Cassandra, 'Madame Web' hace amago de despegar gracias a una dinámica de grupo que acaba siendo el corazón de la cinta. Por desgracia, un guion torpe y perezoso no le sabe sacar todo el provecho a sus actrices, dándole más peso a otras cosas que no funcionan tan bien, y dejándonos con las ganas de ver más acción como grupo.
Como por ejemplo, el villano, Ezekiel Sims, interpretado por Tahar Rahim ('Un profeta', 'El padre (The Cut)'), actor que aporta una oscuridad muy marcada al personaje, lo que lo hace a priori más interesante, aunque al final pase lo que suele pasar con los villanos del cine de superhéroes: motivaciones poco claras y función meramente instrumental. Con un material en condiciones, un actor dramático como él podría haber brillado mucho, pero no ha podido ser.
Pese a técnicamente formar parte de la saga arácnida, 'Madame Web' es en realidad una película muy independiente narrativamente (de hecho, su directora asegura que existe en un mundo aparte del de las anteriores películas de la franquicia), lo que otorga bastante libertad para contar una historia más cerrada sin las ataduras de tener que conectarlo todo y, por tanto, sin que el espectador tenga que ver todo lo anterior para seguir el hilo. Esta sería otra de las virtudes del film, que contiene alguna conexión a Spider-Man (y bastante grande, además), aunque al final, no sea demasiado importante dentro de la historia de Cassandra, y por tanto, resulte prescindible.
El verdadero viaje en el tiempo es ver esta película
Dicho esto, 'Madame Web' no consigue escapar a su naturaleza de película estancada en el pasado. Si 'Venom' salía airosa en este sentido gracias a lo alocado de la propuesta, aquí no hay tanta suerte. Eso, y que la película no llega en el mejor momento para el cine de superhéroes, con Marvel y DC de capa caída y la impresión generalizada de que el público está dándole la espalda al género, que ya no es tan infalible (con excepciones).
'Madame Web' transcurre en 2003 y parece que la película se ha tomado muy en serio esa ambientación. Pese a los curiosos detalles de las calles de Manhattan que nos retrotraen a la época, la película tampoco ofrece mucho aliciente desde el punto de vista visual y creativo. La puesta en escena es plana, con momentos estilísticos inexplicables (esos irritantes zooms del principio, para luego olvidarse de ellos), y pese a algún destello de imaginación a la hora de plasmar los poderes de Cassandra, tampoco es capaz de desarrollar el potencial que brinda el personaje en ese sentido.
Pero lo que no se puede perdonar en una película como esta (además de la peluca de carnaval de Sydney Sweeney) es un CGI que, efectivamente, parece hecho en 2003. Eso, sumado al montaje y confusas decisiones en la dirección de S.J. Clarkson (quien ya había trabajado en el género superheroico dirigiendo varios episodios de 'Jessica Jones' y 'The Defenders'), hace que la película se termine de hundir del todo en su tercer acto, un clímax de acción digital flagrantemente patrocinado por Pepsi en el que falta sentido y coherencia visual, donde no sabemos qué está pasando ni por qué.
Otra seña de estancamiento en el pasado es un guion lleno de clichés superheroicos y diálogos plantilla, además de muchos agujeros que provocan que nos preguntemos constantemente por qué ante determinadas decisiones narrativas sin sentido (por ejemplo, que Cassandra se marche una semana al Amazonas dejando a sus tres protegidas solas mientras las persigue el villano o que robe un taxi y se pase media película conduciéndolo por Manhattan a pesar de estar siendo buscada por la policía).
Por no hablar de los flash-forwards. Las visiones tipo 'Destino final' (ojo, que juraría que hay guiño) son un elemento crucial en la construcción de Madame Web como personaje y heroína, sí, pero aquí, cada vez que Dakota se pone en modo 'Raven' ralentiza bastante la acción por la falta de ingenio a la hora de afrontar la repetición, un requisito indispensable si queremos contar una historia con saltos en el tiempo. En su reciente aparición en 'Saturday Night Live', Johnson bromeaba diciendo que 'Madame Web' es "como si una inteligencia artificial hubiera creado la película favorita de su novio". Y no, no iba desencadenada.
¿Dónde están las superheroínas?
Pero lo peor de 'Madame Web' no es nada de lo mencionado anteriormente, sino la sensación de oportunidad desaprovechada. Hay varias escenas que nos ponen la miel en los labios y nos muestran flashes de la buena película que podría haber sido, como la secuencia de acción en el metro, que es la primera vez que se juntan las protagonistas huyendo del villano. Son ellas cuatro las que aguantan el fuerte, las que con su energía mantienen a flote la película cuando está perdiendo agua por todos los rincones. Pero no es suficiente.
Por otro lado, se entiende que, al ser una historia de orígenes, no puede empezar la casa por el tejado, pero aun así, llama bastante la atención que haya tan poca acción superheroica en una película de superhéroes; especialmente cuando los avances y los carteles nos prometen un supergrupo arácnido del que apenas vemos nada, lo que hace que sentir que hemos sido engañados sea inevitable.
La tensión entre la visión que dibuja (acertadamente) la historia de Cassandra Webb como un thriller psicológico y la necesidad de ajustarse a lo que se supone (o se suponía) que debe ser el cine de superhéroes acaba provocando una desconexión que salta a la vista, sobre todo en su final. La sensación es que falta chispa, llega tarde y no tiene nada nuevo que ofrecer, que es el teaser de algo que no termina de formarse y no sabemos si veremos algún día.
'Madame Web' se estrena el 14 de febrero exclusivamente en cines.