La literatura ha dado muchos detectives emblemáticos que también han conquistado el cine, el teatro, la radio y la televisión. El caso más notable es el de Hercule Poirot, el sagaz investigador belga creado por Agatha Christie, o también el de Sherlock Holmes, el habitante del 221B de Baker Street que surgió de la mente de Arthur Conan Doyle. Pero no son los únicos, como bien demuestra el regreso a la gran pantalla del detective Jules Maigret, el afamado investigador de la Sûreté francesa que protagonizó una auténtica serie literaria de la mano de Georges Simenon.
Aunque Rowan Atkinson lo encarnó en la aplaudida miniserie británica emitida entre 2016 y 2017 por ITV, cierto es que escuchar a Maigret interpretado en su lengua nativa, el francés, resulta una experiencia mucho más inmersiva y qué mejor actor para encarnarlo que Gérard Depardieu, quien ofrece una de sus interpretaciones más sobrias y contenidas de su filmografía reciente, mostrando que el actor de 'Cyrano de Bergerac' aún es capaz de sorprender, pues se trata de una de sus mejores actuaciones en la gran pantalla, al dotarle a Maigret de un aura crepuscular que marca muy bien el espíritu de los años 50, en una Francia en reconstrucción tras haber terminado la Segunda Guerra Mundial apenas un lustro antes.
Esto es obra de Patrice Leconte, veterano cineasta que revisita la obra de Simenon tras llevar al cine 'Monsieur Hire' en 1989. En esta ocasión, se atreve con el personaje más popular de la bibliografía del autor belga, con un estilo de ejecución clásico, una producción de época en la que el misterio muestra poco a poco sus cartas, de manera académica, de forma que permite enfocarse más en la psique de su atormentado protagonista, el cual debe lidiar también con su propio duelo personal a la vez que investiga el caso.
Un sublime ejercicio cinematográfico de misterio
Cierto es que este 'Maigret' no revoluciona el género, pero tampoco lo busca. Es más, Leconte, quien firma el guion junto con Jérôme Tonnerre de la adaptación de la novela 'Maigret y la joven muerta', reivindica la mirada clásica, con la que hace alarde de un estilo cinematográfico con el que puede sobresalir por su cuidado diseño de producción (creado por Loïc Chavanon) y una pálida fotografía, obra de Yves Angelo, que recalca esa sensación de década inhóspita, en la que Leconte aprovecha para dejar en evidencia cómo esos años turbios apenas han afectado a la alta clase pudiente, mientras que las mujeres de origen obrero son presa fácil de sus perversiones.
Leconte evoca al cine de antaño, a aquel que la Nouvelle vague tapó pero que ofreció un momento de evasión para el público de los años 50, aquel tipo de cinematografía que estética y narrativamente seguía ligada a los años 40, con Jean Renoir, René Clair o Julien Duvivier como principales cineastas o figuras como la de Jean Gabin, leyenda de la cinematografía gala, aquellos títulos previos a la llegada del cine de Bresson o Truffaut. Con cierta mirada contemporánea, Leconte recuerda que el clasicismo aún tiene su sitio en la gran pantalla, con relatos que aspiran a ser atemporales y una estética que puede ofrecer su mejor versión, precisamente, en una sala de cine.
'Maigret' regresa por todo lo alto al cine. Una elegante propuesta de misterio con una atmósfera sublime y un protagonista en estado de gracia, que ofrece también la mejor película del cineasta desde 'Confidencias muy íntimas'. Solo queda la incógnita de si el afamado detective francés tendrá más aventuras en la gran pantalla o si pasará como con la Adèle Blanc-Sec que encarnó Louise Bourgoin en la cinta dirigida por Luc Besson en 2010, que fue un fugaz reencuentro nostálgico. Solo en tiempo lo dirá pero, eso sí, ojalá surja otro caso para el gruñón policía parisino.
Nota: 8
Lo mejor: Su cuidada ambientación de los años 50 y la interpretación de Gérard Depardieu.
Lo peor: No gustará a aquellos que busquen thrillers más enrevesados.