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CRÍTICA

'Un mal día lo tiene cualquiera': Todo se puede derrumbar en una noche

Crítica de 'Un mal día lo tiene cualquiera', ópera prima de Eva Hache, escrita por Helen Morales. Protagonizada por Ana Polvorosa. Producida por Álex de la Iglesia y Carolina Bang.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 26 de Enero 2024 | 09:27
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Imagen de 'Un mal día lo tiene cualquiera'
Imagen de 'Un mal día lo tiene cualquiera' (Warner Bros España)

Llamó la atención ver que Eva Hache se atrevía en la dirección. Aunque, inicialmente, se anunció que iba a encargar de una adaptación de uno de los cómics de Moderna de Pueblo, finalmente la actriz y humorista se ha atrevido a lanzarse en la realización con un proyecto completamente original. De la mano de Pokeepsie Films, la productora de Álex de la Iglesia y Carolina Bang, debuta con 'Un mal día lo tiene cualquiera', una producción refrescante cuyo estilo demuestra que Hache es una directora más que prometedora.

Un mal día lo tiene cualquiera

'Un mal día lo tiene cualquiera' comienza con una treintañera que, por fin, está cumpliendo su sueño. Sonia representa a esa generación que se consideraba perdida. Tras años como profesora universitaria suplente, por fin va a defender su tesis. No sólo eso, ha conseguido vivir sola y en un piso pequeñito en pleno centro de Madrid. Aunque vive de manera precaria, puede decirse que ha triunfado. Sin embargo, el día previo a la tesis, justo cuando está tirando la basura, se encuentra con una antigua amiga que acaba de romper con su novio.

Ahí comienza la acción y es fascinante cómo Eva Hache realiza un auténtico ejercicio de pura adrenalina, cuya tensión va en constante aumento. La directora, quien lleva a la gran pantalla un guion de Helen Morales, convierte a Sonia en una especie de versión ácida y socarrona de 'Alicia en el país de las maravillas'. Sólo que esta Alicia se introduce en un auténtico descenso a los infiernos en los que aprende una poderosa lección: es imposible tener el control de todo.

Un mal día lo tiene cualquiera

Pero Eva Hache no sólo se queda con ese mensaje, va más allá. En la odisea que vive Sonia en una noche en Madrid, en la que su frágil equilibrio se tambalea, la cinta muestra la cara más inhumana de la capital, de cómo se vive en un frío y distante individualismo. La trama sumerge a la protagonista en una paradoja: ella nadie le ayuda, pero muy probablemente ella actuaría de la misma manera.

Eva Hache debuta por la puerta grande como directora

Reflexiones que, por otro lado, también buscan retratar Madrid de una manera diferente. Sí, Sonia está sola ante el peligro, pero en ningún momento se enfrenta a una realidad en la que se plantean riesgos más allá de haberse quedado en la calle sin las llaves de su casa, sin dinero y sin teléfono móvil. Por ello, Eva Hache ofrece una imagen distinta de Carabanchel, de Villaverde, de Usera. Es más, podría decirse que crea un escenario paradójico, el ambiente no es hostil, pero la odisea que vive la protagonista sí.

Un mal día lo tiene cualquiera

Una trama que bien podría recordar a las mejores producciones de Álex de la Iglesia. Eva Hache demuestra tener un pulso cinematográfico espléndido. Su mirada bien podría ser una respuesta comercial a la que planteó Carlota Pereda en la aplaudida 'Cerdita', dado que ambas muestran una cara nada complaciente con sus protagonistas femeninas y miran el discurso feminista desde un enfoque incómodo, ese que despierta pasiones entre el público. Todo ello con una estupenda Ana Polvorosa. La actriz de Getafe ofrece una de sus interpretaciones más extremas.

Eva Hache debuta por la puerta grande con 'Un mal día lo tiene cualquiera', demuestra tener una mirada atrevida, con fuertes dosis de humor ácido y socarrón. Un thriller y una comedia a la vez que es capaz de mostrar tanto el lado más inhóspito de la sociedad como ofrecer un final medianamente condescendiente con su protagonista, de esos que sabe rematar todo el viaje lleno de adrenalina que propone al público. Bienvenida sea la mirada de Eva Hache en su vertiente de realizadora.

7
Lo mejor: Su ritmo adrenalínico, no da tregua y consigue enganchar en la odisea de su protagonista.
Lo peor: Hay ciertas situaciones en las que es evidente que el guion busca llevar demasiado al límite a su protagonista.