En 2021, Fer García-Ruiz trajo su ópera prima con 'Descarrilados', una producción con cierto aroma a 'Resacón en Las Vegas', en la que tres cuarentones carrozas hacían el viaje de Interrail para cumplir con la promesa de un antiguo amigo fallecido (y cobra su herencia). Tres años después, el realizador hará doblete esta temporada estival. Mientras que lanzará a finales de agosto la esperada 'Odio el verano', primero estrena una propuesta muy distinta: 'Mala persona'.
Mostrada en el BCN Film Fest, 'Mala persona' parte de una premisa que bien podría recordar a la de 'Breaking Bad'. Pepe es un pedazo de pan, un hombre cercano a la cincuentena que regenta un bar en el extrarradio de Barcelona, junto con su generosa esposa, su malcriada hija y su ingrata suegra. Todo da un giro cuando le detectan un tumor cerebral en estado avanzado, comentándole que le quedan pocos meses de vida. Tan bueno es, que buscará que su familia no sufra, hasta el punto de convertirse en el ser más despreciable del barrio para que su muerte no produzca dolor alguno.
Si en 'Breaking Bad', un amable profesor de Química de un instituto de Nueva México termina convirtiéndose en un peligroso narcotraficante para asegurar el bienestar de su familia cuando muera (dado que padece cáncer de pulmón en estado avanzado), en 'Mala persona' es un excesivo bonachón dueño de un bar. Lejos del dramático thriller que era la ficción de AMC, esta propuesta es una comedia con claro espíritu cañí, con Hospitalet de Llobregat como escenario de esa España de barrio que, precisamente, es la que disfruta más de este tipo de propuesta popular.
La cinta bien hubiera podido ser una ser de gags forzados y tirar de clichés. Sin embargo, el guion de Santos Mercero y Daniel Padró opta por enfocarlo desde un punto más propio del cine feel-good francés. Es más, aunque así, a primeras, se piense en 'Breaking Bad', el cómo Pepe va destruyendo su reputación y el cariño de sus seres queridos evoca más bien a 'Dejad de quererme', el film de Jean Becker en el que Albert Dupontel encarnaba a un abogado que, en apenas 48 horas, destruía todo el universo que había construido tras serle detectado un cáncer fulminante.
Arturo Valls ofrece una de las mejores interpretaciones de su carrera en esta divertida y gamberra comedia
No hay lugar más acertado que llevar la historia a un protagonista de clase obrera, que ve el mundo con optimismo desde una perspectiva que permite que el público pueda comprender más sus intenciones. También, esto no hubiera sido posible sin la magnífica interpretación de Arturo Valls.
Aplaudido como humorista y como presentador, su popularidad en estos ámbitos provoca que el público recuerde menos que es también un gran actor. Con 'Mala persona', el valenciano ofrece la mejor interpretación de su carrera en el cine y una de las más aplaudidas de su filmografía en general. García-Ruiz logra reunir un buen número de actores y humoristas de primer nivel. Al lado de Valls, está una siempre fascinante Malena Alterio. Aplauso también para Julián Villagrán y ese toque de canalla simpático que ofrece en la cinta, uno muy similar al que tiene José Corbacho, con un sacerdote que parece sacado de una película de Almodóvar.
Quizás por su carácter de película más pequeña, 'Mala persona' es una estupenda y divertida propuesta, en la que no falta un mensaje de trasfondo que recuerda que aquel famoso refrán ('de bueno, tonto') y de cómo decir que no en determinados momentos y comunicar lo negativo ayuda, precisamente, a las buenas personas a canalizar ese lado incómodo de su carácter. Una comedia que sabe ser comercial y tener un trasfondo que atraiga al espectador menos familiarizado con este tipo de propuestas.