Aunque hay quien entiende a las comedias francesas como un solo todo, pero, realmente, hay de muchos tipos, desde aquellas con un toque elegante y con pedigrí, como las estupendas 'La delicadeza' o 'Pastel de pera con lavanda'; a otras con un aparente tono feel-good pero con un trasfondo mucho mayor, el caso de 'La biblioteca de los libros rechazados' o 'Rosalie Blum'; y luego están las comedias comerciales de brocha gorda, esas que suele protagonizar Christian Clavier, como las dos entregas de la saga 'Dios mío...'. En esta producción no aparece el actor pero bien podría hacerlo, puesto que 'Maldita jungla' es de ese tipo de comedias, aunque mucho más extrema y surrealista.
Desde el inicio, hay que interpretar a 'Maldita jungla' como una broma de mal gusto y carente de sentido. Solo entrenando en esa lógica puede disfrutarse, puesto que cada secuencia parece una sucesión de sketches en las que Hugo Benamozig y David Caviglioli, los cuales debutan como directores de largos con esta cinta, parecen hacer una parodia de 'Las aventuras de Tintin' y, de paso, burlarse de la mirada bienintencionada sobre la vida de los indígenas en la selva amazónica, así como también lanzar una ácida crítica a una situación de explotación económica que hace que, detrás de su humor zafio, esté un ejercicio de ironía nihilista.
Comedia absurda de brocha gorda
En esta propuesta de comedia y aventuras, todos los personajes son absurdos, desde el antropólogo con un problema de emancipación, baja autoestima y lleno de buenas intenciones -interpretado por Vincent Dedienne- hasta esa madre arrogante, gélida y despiadada, que tan bien sabe interpretar Catherine Deneuve. Logran estar al nivel Jonathan Cohen, Alice Belaïdi y Patrick Descamps.
El primero hace una lograda parodia del poder y el ejercicio de la gendarmería nacional en los territorios de ultramar, la segunda es esa líder que muestra cómo los pueblos indígenas han terminado sedados ante la atracción del mundo moderno y el tercero ejerce como vértice un peligroso círculo vicioso de explotación. No falta tampoco el retrato de cómo China ha logrado lanzar sus tentáculos hasta lo más recóndito del Amazonas. Solo faltaba que hubiera alguna crítica con Amazon de trasfondo, para rizar el rizo.
Quizás el gran pero de 'Maldita jungla' sea que su tono absurdo es demasiado omnipresente. Su mirada crítica y paródica cuesta mucho verla y, es más, puede dar lugar a malas interpretaciones. Su cobertura chabacana e incoherente terminan ahogando cualquier mirada crítica, acercando a la cinta demasiado más a las comedias destroyers de Philippe Lacheau o Nicolas Benamou. Quizás el planteamiento inicial de Benamozig y Caviglioli era más sarcástico y de humor negro pero el resultado final termina siendo una comedia puramente comercial cuyas intenciones quedan enterradas en chascarrillos de bar llevados a la selva.
Nota: 6
Lo mejor: Las escenas de la gendarmería con Jonathan Cohen.
Lo peor: Su humor de brocha gorda es tan grotesco que, en algunos momentos, podría considerarse despectivo.
