Si hay una figura que ha fascinado (casi) siempre al público, esa ha sido la del villano. Debido a que los personajes antagónicos han gozado de mayor fondo que los heroicos, cuyas intenciones son muy claras desde el inicio. Por ello, tanto en producciones familiares como en otras pensadas para un público más adulto, la figura del villano ha ido reformulándose, permitiendo conocer personajes mucho más profundos, ricos en matices y carismáticos. Con sobrada experiencia en sacar el lado más bondadoso de personajes villanescos, DreamWorks regresa por todo lo alto con 'Los tipos malos'.
Adaptación de la saga literaria infantil de Aaron Blabey, conocida inicialmente en España como 'Animalotes' y titulada actualmente como 'Los tipos malos', esta propuesta es una de las más ambiciosas que ha podido verse recientemente procedente de DreamWorks y lo es en todos los sentidos, pues tiene una trama que se atreve a traer al cine familiar el estilo de cineastas como Quentin Tarantino o Steven Soderbergh. Es más, su escena inicial es digna de películas como 'Out of Sight' o 'Pulp Fiction'.
Con una presentación que es toda una declaración de intenciones, en la que ya puede verse que el filme tiene una animación innovadora, alejada del hiperrealismo de títulos recientes de otras factorías como Disney o Pixar y más cercana a una combinación de 3D CGI y estilo Cartoon que la hermana con cintas como 'Los Mitchell contra las máquinas'. La combinación de un estilo que le permite tirar de humor físico sumado a una sucesión de secuencias de persecuciones, acción, tiros, además de contar con diálogos afilados y situaciones underground que sorprenden por lo bien que son adaptadas al código familiar.
Y ahí está su principal virtud, el contar con una estructura que evoca a títulos como 'Ocean's Eleven' o 'Baby Driver' pero con un enfoque familiar en el que se introduce una moraleja que le otorga otro tipo de complejidad a la cinta. Aquí se entra en lo relacionado a la figura del villano, los cinco miembros de los Tipos Malos son cinco animales temidos por la sociedad: el lobo, la serpiente, el tiburón, la piraña y la tarántula. Marcados por los prejuicios, es interesante cómo el filme aborda el hecho de que individuos marcados por lo que la sociedad espera de ellos terminen cayendo en el concepto de profecía autocumplida.
Una propuesta ambiciosa e innovadora que evoca a 'Lupin III' y 'Zootrópolis'
La cinta sabe mostrar cómo se forma ese círculo vicioso y cómo es posible salir de ello rompiendo clichés y estereotipos para, para ello, es necesario contar con alguien que dé esa segunda oportunidad, que diga basta. Un mensaje familiar que sabe calar hondo. Lo curioso es que el filme tiene la suficiente sagacidad para hacer que ese mensaje funcione desde los dos polos. Aquel marcado por su procedencia puede ser bueno... y viceversa, donde surge la frase popular de 'unos se llevan la fama y otros cardan la lana'. Esto acerca al filme a 'Zootrópolis', cuya complejidad sobre el retrato de la corrupción política y los populismos la convirtieron en una de las obras maestras contemporáneas de la animación.
Pero no hubiera sido posible sin un guion bien elaborado que sabe aprovechar los cánones del cine familiar, de aventuras, del thriller y del noir. Aplauso para Etan Cohen, guionista de 'Tropic Thunder' y encargado de revitalizar la saga 'Madagascar', y para Hilary Winston, guionista series como 'Me llamo Earl' o 'Community'. Ambos saben traer el espíritu socarrón y ácido de 'Reservoir Dogs' a todos los públicos, sumado a que también mantienen la mirada irónica de los libros originales. Aunque esto no hubiera sido posible sin la dirección de Pierre Perifel. El cineasta francés es un veterano de la animación de DreamWorks, no podría haber tenido mejor puesta de largo que con una de las propuestas más innovadores y atrevidas de la factoría de 'Shrek' y 'Cómo entrenar a tu dragón'.
'Los tipos malos' podría ser la respuesta estadounidense y animal a 'Lupin III'. Personajes llenos de carisma, una trama que mantiene la intriga hasta el final, secuencias de acción muy bien llevadas, humor pícaro que logra momentos desternillantes y una animación vanguardista que recuerda que las propuestas comerciales también están hechas para la innovación. Ya ha llegado la primera contendiente para los Oscar de animación del año que viene.
Nota: 8
Lo mejor: Un estilo de animación fabuloso, personajes carismáticos y una equilibrada combinación entre el cine familiar y el toque Tarantino-Soderbergh-Guy Ritchie.
Lo peor: Es evidente que esto es decisión ejecutiva, pero se hubiera agradecido un doblaje castellano compuesto enteramente por profesionales de la actuación.
