Es extraño encontrar en la cinematografía francesa títulos como 'Mamá María', que surca de manera natural y espontánea líneas tan -aparentemente- opuestas como la comedia comercial, la acción, el thriller y el drama social. Usualmente estos géneros suelen aparecer de forma separada o, si acaso, conjugando dos o tres elementes a lo sumo. El cineasta Jean-Paul Salomé realiza la que, sin miedo a decirlo, es su mejor película hasta el momento, una apuesta arriesgada que triunfa gracias a una portentosa e infalible Isabelle Huppert.
Basada en la novela 'La madrina' de Hannelore Cayre, la cual adapta al cine su propia novela junto con Salomé, 'Mamá María' tiene su principal fuerte en su protagonista. Debido a que su trama es extrema, con algunos momentos que pueden rozar el absurdo, solo alguien con la pétrea efigie de Huppert era capaz de ofrecer naturalidad y espontaneidad a una situación tan contradictoria como desvergonzada. La artista es capaz de darle credibilidad a una traductora de francés y árabe que trabaja con la policía y que decide pasarse al otro bando cuando le cae un alijo de droga.
Habituado el público a ver esa extraña naturalidad en títulos extremos como 'La encajera', 'La ceremonia', 'La pianista' o 'Elle', a muchos se les olvida que Huppert también ha protagonizado títulos más ligeros como 'Las hermanas enfadadas', 'Mon pire cauchemar', 'Tip Top' o 'Luces de París'. Y, aunque parezca que no, en esas propuestas aparentemente más accesibles también interpreta papeles extremos (solo Antonio de la Torre logra igualarla en ese sentido). Si Huppert pudo convertirse en una colegiala japonesa en 'Sans queue ni tête', el vestirse como una nueva rica proveniente de Dubai era pan comido.
Icónica Huppert, un papel hecho a su medida
Huppert se mueve como pez en el agua en un papel que comienza teniendo reminiscencias de sus personajes con Haneke o Verhoeven -la relación nociva con su madre, un padre delincuente-, para acabar por erigirse en una especie de nueva heroína del thriller, derrochando clase y, sobre todo, una espontaneidad que solo ella sabe dar. Es la intérprete la que logra que aquellos momentos cómicos, dignos de las cintas de Dany Boon, lleguen a otro nivel, con astucia e ironía.
Aunque es Huppert el alma del filme, el guion de Salomé y Cayre sabe atinar en lo referente al drama social. La cinta retrata la precaria situación de los llamados inmigrantes de segunda generación, de cómo el Estado aboca a esa juventud perdida a un círculo vicioso de narcotráfico, fanatismo religioso y terrorismo. Por otro lado, reivindica el poder femenino y cómo la fraternidad entre mujeres, situada en los márgenes, se convierte en la auténtica fortaleza que consigue que una misión suicida sea un plan de éxito.
Si con 'Je fais le mort', Salomé demostró buen atino en crear comedia negra sobre situaciones dramáticas y con su protagonista como principal fuerte (en ese caso fue François Damiens); con 'Mamá María' da un paso mayor, gracias a que cuenta con uno de los pilares del cine francés contemporáneo. Un thriller de Audiard, una comedia de Boon, un drama familiar de Haneke o Chabrol y una crítica social de Ladj Ly, todo en uno.
Nota: 8
Lo mejor: Isabelle Huppert. La escena en la que se convierte en la Daronne es ya icónica.
Lo peor: No gustará a quienes busquen una propuesta mejor estructurada.
