Aristóteles dijo: "La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia de las cosas, no el copiar su apariencia". El artista alemán Julian Rosefeldt quiso dar un paso más en su trabajo, especializado en mostrar hipnóticos vídeos que son proyectados en museos e instalaciones con los que emite mensajes claros, sobre la cultura o diferentes ensayos, tanto filosóficos como sociológicos. Entre esos trabajos surgió 'Manifesto', que dado su éxito en el Centro de Imagen en Movimiento de Australia, el Park Avenue de Nueva York y en el Museum für Gegenwart de Berlín, se reconvirtió en un largometraje exhibido en cines y que, ahora, llega a salas comerciales españolas.
Bajo el lema "El arte requiere verdad, no sinceridad", Rosefeldt retrata en 13 segmentos diferentes manifiestos que marcaron el devenir de la sociedad del siglo XX, como también las influencias de los primeros años del siglo XXI. Los manifiestos, que pertenecen a diferentes autores como Karl Marx, Friedrich Engels, Tristan Tzara, Lucio Fontana, Filippo Tommaso Marinetti, Guillaume Apollinaire, Vasili Kandisnki, Louis Aragon, Olga Rozanova, Yvonne Rainer, Jim Jarmusch o Werner Herzog, recogen los alegatos de varias corrientes culturales como el situacionismo, el futurismo, el expresionismo, el dadaísmo, el suprematismo, el surrealismo o el minimalismo. Todos ellos están recitados por la actriz australiana Cate Blanchett, que se mimetiza en 13 personajes diferentes, con situaciones ajenas al manifiesto divulgado.
"Nada es original en el arte"
Para empezar, hay que tener en cuenta que 'Manifesto' se aleja de cualquier concepción narrativa propia del cine, enmarcándose en el cine experimental. Aunque al espectador ajeno le recuerde a los últimos largometrajes de Jean-Luc Godard o Alain Resnais, lo cierto es que 'Manifesto' es un interesante ejercicio de acercamiento de los movimientos sociológicos, filosóficos y culturales que marcaron el siglo XX y que, sin duda, siguen influyendo en esta era.
Los manifiestos no son recitados enteramente, dicho ejercicio hubiera provocado, realmente, hartazgo en el público, sino que son pronunciados solo en el encuadre de la cultura, ¿qué es el arte o un movimiento cultural? ¿Acaso estos discursos artísticos siguen siendo válidos e inspiradores en la actualidad? Planteamientos que son narrados con una Cate Blanchett camaleónica y espléndida en sus 13 personajes.
Los 13 manifiestos de Cate Blanchett
La actriz pasa de ser una bróker de Bolsa a una periodista de informativo que entrevista a una reportera que también la interpreta Blanchett, pasa de ser una mujer trabajadora (madre soltera y que trabaja en una obra) a una ama de casa tradicional y religiosa, también es un joven rebelde punk, como también una científica, una CEO de una importante empresa, una mujer que asiste a un funeral, una marionetista, una coreógrafa, una profesora de primaria y hasta un hombre vagabundo.
Quizás requiera un esfuerzo extra para el público, ya que los manifiestos no son fácilmente digeribles, pero vale la pena destacar esos trasfondos que se ven en cada uno de esos 13 retratos de Cate Blanchett, provocando hasta paradojas entre imagen y guion. Asombroso experimento que hay que recordar, no tuvo en su concepción la idea de ser visionado en una sala de cine, sino en un museo o galería de arte. Avisado el espectador, queda deleitarse con una película que se atreve a tocar todos los palos (desde el manifiesto comunista hasta el manifiesto del movimiento cinematográfico Dogma 95) con una Cate Blanchett que hipnotiza y ayudar a que el filme sea digerible para el público mayoritario.
Nota: 9
Lo mejor: La cuidada selección de los fragmentos de los manifiestos y, por supuesto, Cate Blanchett.
Lo peor: No es realmente una película, sino un ensayo audiovisual.