Siete años después de su sólida ópera prima, 'Techo y comida', el jerezano Juan Miguel del Castillo regresa con su segundo largometraje de ficción, con el que salta al thriller: 'La maniobra de la tortuga', adaptación cinematográfica de la novela homónima de Benito Olmo. Presentada en la Sección Oficial de la 25ª edición del Festival de Málaga, así como en la BCN Film Fest 2022, este cambio de género del cineasta no significa que haya perdido la mirada social que caracterizó a su primer largo.
Aunque el género sea el thriller, Del Castillo, quien firma también el guion de esta adaptación junto a José Rodríguez, realmente configura dos largometrajes en uno que suceden paralelamente hasta que terminan encontrándose, aunque eso no signifique que terminen entrelazándose completamente, al ser prácticamente dos tramas distintas. La primera es la investigación del asesinato de una joven de origen latinoamericano que ha sido brutalmente asesinada y violada y que hace que un inspector taciturno, atormentado por la muerte de su hija (la cual vivió un destino muy similar a la de la víctima del caso), busque expiar su culpa resolviendo el caso. Por otro lado, está la historia de su vecina, una treintañera que trabaja de enfermera y que, tras huir de su ciudad y haber denunciado a su marido por violencia machista, ve con horror cómo su expareja ha salido de prisión y vuelve a acosarla.
Por un lado, Del Castillo configura un thriller sobrio, con atmósfera underground, que tiene como protagonista al clásico detective atormentado por su pasado. Aunque el realizador aproveche todos los elementos clásicos del género, sabe llevarlos a su favor, creando una producción similar a las primeras adaptaciones al cine de las novelas de Lorenzo Silva, concretamente 'La flaqueza del bolchevique' y 'El alquimista impaciente'. Por otro lado, el director sabe crear una atmósfera incómoda, en la que deja en evidencia la sensación de impunidad que sienten ciertos hombres al cometer atrocidades como la sufrida por la víctima que da inicio a la historia. Por ese lado, Del Castillo trae su espíritu de cine social, aunque esa perspectiva será mucho más evidente con la otra trama paralela.
Un correcto thriller que destaca por su comprometida mirada social
Es en esa otra historia donde se aprecia una mayor mirada social, en la que sí se vislumbra la mano del director de 'Techo y comida', con Natalia de Molina de nuevo como protagonista. La actriz de Linares vuelve a encarnar con entrega el papel de una mujer que representa a otras tantas muchas. En este caso, se mete en la piel de una víctima de violencia machista cuyo terror no es un asesino en serie, tampoco un desconocido, sino su exmarido, lo que provoca que la tensión resida en pequeños y cotidianos detalles, como el cruzar una puerta o caminar por la calle. Además, la cinta pone en evidencia la falta de recursos del Estado en lo referente a proteger a las víctimas.
La trama de Molina está muy bien configurada, recordando, precisamente, que Del Castillo se perfila como uno de los cineastas de denuncia social más representativos del cine español actual y heredero de un estilo cinematográfico cercano al de los Dardenne o al que mostró Xavier Legrand en 'Custodia compartida'. A ello hay que sumarle que De Molina está magnífica, mostrando una de sus mayores virtudes como intérprete, su capacidad de compromiso con su papel.
Desde el punto de vista de drama social, 'La maniobra de la tortuga' funciona estupendamente; como thriller, la cinta aprovecha los elementos propios del género para ofrecer una sobria trama con una resolución que convencerá al público y que sabe cumplir con sus propias expectativas, lo que hace que esta propuesta sea un notable experimento para Del Castillo, que ha buscado aunar cierto toque comercial con un característico sello autoral.
Nota: 7
Lo mejor: La historia de Natalia de Molina, que bien podría haber sido la única y central.
Lo peor: El thriller es muy convencional, el protagonista no ofrece una mirada distinta.
