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CRÍTICA

'Maps to the Stars': Hollywood raruno

El prestigioso director David Cronenberg intenta plasmar el lado más turbio de la Meca del Cine con esta sátira coral. Estreno en cines, el próximo 6 de marzo.

Por Adrián Lavado Moreno 4 de Marzo 2015 | 10:00

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Cuando se anunció que el prestigioso director canadiense David Cronenberg iba a abordar las miserias de Hollywood en su nuevo trabajo muchos comenzaron a salivar. Nadie como el responsable de títulos de culto como 'Crash', 'Scanners' o 'Vinieron de dentro de...' para poner sobre la mesa ese ambiente enfermizo y turbio que se presupone en la Meca del Cine, para reflejar los excesos y divismos de la fauna que se pasea por la gran pantalla. Tras un debut estadounidense aclamado, pero bastante alejado del estilo característico de sus comienzos, 'Maps to the Stars' se erigía como la oportunidad idónea para regresar a sus particulares obsesiones y hacer olvidar la pretenciosa 'Cosmópolis'. Pero por desgracia, se ha quedado a medio camino en todo.

'Maps to the Stars'

Todo aquello que esperamos de una película con semejante temática y dirigida por el canadiense aparece ante nuestros ojos: maltratos infantil, drogas, orgías, incendios... e incestos. Nada reprochable, pero Cronenberg se deja llevar poniendo toda la carne en el asador a través de un guion pretencioso y algo confuso. Los personajes están bien presentados, sin embargo, pronto comenzamos a ver que no dejan de ser histriónicos arquetipos sin trasfondo más allá de la excentricidad de sus actos.

El guion firmado por Bruce Wagner, en cuyos créditos encontramos productos bizarros como 'Pesadilla en Elm Street 3, guerreros de los sueños', se deja llevar por una prosa retórica de escaso impacto y diálogos que intentan abarcarlo todo, como el monólogo que repite en reiteradas ocasiones el personaje de la inestable Agatha Weiss. Sí que es cierto que en algunas ocasiones tiene divertidos dardos envenenados que dan de lleno en la diana, siendo especialmente gozoso para los cinéfilos los chistes autorreferenciales, pero no dejan de ser anecdóticos oasis en el largo y tortuoso desierto.

'Maps to the Stars' no es ni una comedia ni un drama, más bien una sátira desaforada que va dando palos de ciego hasta un final apresurado y trágicamente vacuo. Las vivencias de los personajes están llevadas al extremo, sin lograr empatizar con sus insanas motivaciones que concluyen de la manera más melodramática posible. Los diálogos son salvajes, pero excesivamente evidentes, lo que aleja bastante al espectador de la propia narración.

Estoy seguro que esta película gustará a los parroquianos de Cronenberg, ya que se vislumbran pequeños atisbos del estilo propio de su autor, pero al mismo también se siente como la más impersonal de sus obras, y la más prefabricada. Es lógico que no quisiera acercarse a los entresijos de la industria desde una perspectiva clásica como en la imperecedera 'El crepúsculo de los dioses', sin embargo, queda muy lejos de otras películas de corte más radical como la aclamada 'Mulholland Drive' o la más modesta 'Vivir rodando'.

'Maps to the Stars'

Un reparto de escándalo

Cuando me refiero a que el reparto está de escándalo es tanto por lo entrega de sus miembros como por lo escandalosamente desaprovechados que están, a excepción de Julianne Moore, que como es habitual en ella devora cada una de sus escenas entregándonos el personaje más fascinante, y no por ello más importante, de todos los presentados. Havana Segrand permite a la oscarizada actriz la oportunidad de lucirse en un registro que hasta el momento tan solo había tanteado, bordando su cometido y justificando cada uno de los premios conseguidos, entre ellos la Palma de Oro en el prestigioso Festival de Cannes. Solo por ella vale la pena echarle un vistazo a 'Maps to the Stars', pero también encontramos otros alicientes en Mia Wasikowska, que repite su eterno papel de joven desquiciada, o el desconocido Evan Bird ('The Killing'). Mucho más anecdóticas, pero no por ello loables, son las actuaciones de John Cusack, Olivia Williams o Robert Pattinson.