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CRÍTICA

'Maravillosa familia de Tokio': Divorcio a la japonesa

Yoji Yamada dirige 'Maravillosa familia de Tokio', continuación espiritual de 'Una familia de Tokio'. Protagonizada por Isao Hashizume, Kazuko Yoshiyuki, Masahiko Nishimura y Satoshi Tsumabuki.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 12 de Mayo 2017 | 11:20
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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En 2013, el cineasta Yôji Yamada deslumbró con su sentido y dedicado homenaje a 'Cuentos de Tokio' de Yasujiro Ozu con 'Una familia de Tokio', revisitación al clásico de 1953 con la mirada actual que ha dado el paso del tiempo. Quizás Yamada se quedó con las ganas de darle una respuesta ácida y algo satírica a ese bello tributo. De ahí que haya llegado 'Maravillosa familia de Tokio', una película que guarda el espíritu del costumbrismo de Ozu pero reconvertido en una disparata comedia de enredo familiar.

Maravillosa familia de Tokio

Shuzo Hirata lleva casi 50 años casado con Tomiko, su sufrida esposa. Amante de las juergas, ahora que puede hacerlo porque está jubilado, no pone mucha atención a su mujer. De hecho, se ha olvidado de que era su cumpleaños. Acostumbrada a su comportamiento, Tomiko no le dice nada. Sin embargo, cuando Shuzo le propone regalarle algo, Tomiko lo tiene muy claro: Quiere que le regale el divorcio. La separación del veterano matrimonio trastocará el equilibrio de la familia, sobre todo cuando entren en escenas sus tres hijos y sus tres respectivas parejas.

Lo primero que hay que tener claro es que 'Maravillosa familia de Tokio' no pretende ser un tributo a la poesía cotidiana del cine de Ozu, sino una versión paródica de lo que fue el verdadero homenaje, 'Una familia de Tokio'. Teniendo en cuenta ese concepto, el espíritu de uno de los maestros del costumbrismo japonés mantiene su esencia aunque reconvertido en una disparatada sitcom, de esas que llegan poco a territorio español, al menos desde Japón claro.

Maravillosa familia de Tokio

Porque lo que se muestra es digno de una comedia satírica como la serie de animación 'Shin Chan', con un abuelo cascarrabias, desconsiderado, juerguista, alcohólico y machista, toda una amalgama de defectos que hacen pensar en la paciencia que ha tenido su santa esposa. Es ahí justo lo interesante, la perplejidad del señor al conocer que su mujer, aquella que le ha aguantado durante casi 50 años, decida poner punto y final a su relación conyugal. Aunque se note una crítica sutil más que al divorcio, a la indiferencia afectiva del clásico marido (y hombre) japonés, dicha crítica se cubre de humor para evitar caer una película cercana a un drama propio de Hirokazu Kore-eda, para eso ya está 'Después de la tormenta'.

De ahí que la película guste, al ver la reacción de cada uno de los personajes al anuncio del divorcio (algo mal visto por la sociedad japonesa) del patriarca familiar. Sabiamente, Yamada tira de gags y momentos en los que el espectador sacará una buena sonrisa. Es ahí, quizás, cuando se puede percibir el espíritu clásico de Ozu, en las reacciones de sus hijos y en cómo afectará a su vida desde ese momento. También se percibe ese miedo a la soledad en la tercera edad, que hace que sea imposible no acordarse de 'Cuentos de Tokio', con pequeño homenaje incluido en el último acto de la cinta.

Maravillosa familia de Tokio

Quizás 'Maravillosa familia de Tokio' sea imperfecta, 'La casa del tejado rojo' o 'Nagasaki, recuerdos de mi hijo' fueron más redondas, pero eso no impide estar ante una agradable comedia de situación mezclada con ese poético costumbrismo sello del cine japonés. Cine feel-good proveniente desde el lejano oriente, algo que se agradece y se celebra.

Nota: 8

Lo mejor: Sus momentos de comedia, hecho con el agradable costumbrismo japonés de Yamada.

Lo peor: No resulta tan redonda como 'Una familia de Tokio'.