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CRÍTICA

'Maria Chapdelaine': El destino de una mujer en territorio de pioneros

Crítica de 'Maria Chapdelaine', dirigida y escrita por Sébastien Pilote. Basada en el clásico escrito por Louis Hémon. Protagonizada por Sara Montpetit, Sébastien Ricard, Hélène Florent y Antoine Olivier Pilon.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 5 de Agosto 2022 | 07:43
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Maria Chapdelaine': El destino de una mujer en territorio de pioneros

Considerada la gran novela de la literatura quebequesa, acercarse a 'Maria Chapdelaine' es un ejercicio de desafío cinematográfico. La obra del francés Louis Hémon es una de las más representativas sobre el espíritu de los pioneros y colonos francocanadienses, la cual se considera una alegoría del destino del propio pueblo de Quebec, cuyas ansias expansionistas quedaron reducidas a la región. Un libro que se atreve a adaptar Sébastien Pilote, con una propuesta cuyo esmero por el apartado escenográfico, aunado con un profundo respeto a la fuente original, permite ver una versión cinematográfica que va más allá de lo correcto.

Maria Chapdelaine

Respetando el espíritu literario del filme, Pilote, quien también firma el guion de esta adaptación, divide el largometraje por episodios, en los que se permite jugar con la periodicidad de las estaciones como retrato de la cotidianeidad de la familia Chapdelaine, que vive en una finca en la zona más al norte de Lac Saint-Jean, en Normandin, en plena expansión colonial. Territorio hostil por sus aciagos y gélidos inviernos, la cinta muestra cómo la dureza del clima termina curtiendo el carácter de sus protagonistas, especialmente el de la joven que da título tanto a la obra de Hémon como al filme de Pilote.

Pilote tenía el reto de darle una mirada de autor a la adaptación y ser fiel a la vez a las intenciones de Hémon con el libro. Un equilibrio complicado que el cineasta consigue gracias a acentuar el protagonismo de los territorios naturales de Normandin, la cual vive casi en un perpetuo invierno y que permite hacerse una idea de cómo era la dura vida de los colonos que buscaban mejores oportunidades en el nuevo mundo. El convertir la taiga canadiense en ese otro personaje principal permite respetar los diálogos parcos de un largometraje que tiene algo de 'Jauja' de Lisandro Alonso.

Maria Chapdelaine

En medio de escenas que permiten sentir ese espíritu de estar justo al borde de la frontera, Pilote se permite crear un largometraje de miradas contemplativas que transmiten esa sensación rural de que el tiempo pasa más despacio, invitando al público a fijarse más en unas interpretaciones certeras, con una heroína que juega con las miradas y en la que se perciben las sensaciones más con las expresiones de su rostro que con sus palabras. Se intuye así la predilección que tiene por uno de los tres varones que la pretenden, así como la tristeza que sufre por las adversidades a las que le somete la vida a pesar de tener 18 años o la resignación por repetir el destino de sus padres.

Un intimista y esmerado retrato del Quebec colonial

Pilote configura así una parábola sobre la historia del propio Quebec, de cómo los vástagos acaban siendo prisioneros de las ambiciones coloniales de sus progenitores. Aquí, el cineasta sabe respetar el significado de los tres jóvenes que buscan desposarse con Maria: François Paradis, Lorenzo Surprenant y Eutrope Gagnon. La libertad, la ambición y la paciencia. A diferencia de la obra de Hémon, Pilote busca ofrecer cierta mirada esperanzadora en la decisión que debe tomar la joven sobre su destino. Primero, es de agradecer que le dé una fuerza interior innata a la muchacha, especialmente en lo relacionado a contraer matrimonio, una obligación socialmente impuesta que Maria elige de manera que satisfaga parte de sus propios deseos.

Maria Chapdelaine

Por otro lado, Pilote rehúye el pesimismo de la obra original, mostrando cómo los fuertes lazos familiares y la lealtad inquebrantable a sus principios, permite a la protagonista moldear su propio porvenir dentro de las limitaciones propias de una muchacha de origen humilde en las antiguas colonias de la Canadá francesa de principios del siglo XX. Ello es posible gracias a la sobria interpretación de Sara Montpetit, nadie diría que se trata de su primer trabajo en el cine. La actriz está muy bien acompañada por primeras espadas de la interpretación quebequesa, como Sébastien Ricard o Hélène Florent. Mención también para los tres apuestos galanes, Émile Schneider, Robert Naylor y Antoine Olivier Pilon, este último continúa su carrera en ascenso mostrando carácter para las producciones de época.

Maria Chapdelaine

'Maria Chapdelaine' es una cuidada crónica de la historia de los colonos en el Quebec de principios del siglo XX. Pilote sabe traer el espíritu de la obra de Hémon con sumo respeto, con un cuidado drama de época, de mirada intimista, con unas actuaciones soberbias y un apartado técnico exquisito. El cineasta recuerda que Maria Chapdelaine es una heroína con una fuerza interior tan grande como la Ana Shirley de Lucy Maud Montgomery en 'Ana de las Tejas Verdes'. Un filme que vuelve a recordar la importancia de apreciar esta historias en la gran pantalla.

Nota: 8

Lo mejor: Su cuidada fotografía, diseño de producción y vestuario. La profunda mirada de Sara Montpetit.

Lo peor: Se hace algo larga en su parte final.