Después de la intimista 'La inocencia', la castellonense Lucía Alemany da un giro radical para su segundo largometraje como directora con 'Mari(dos)', una disparatada comedia con la que busca deconstruir la masculinidad de la mano de Paco León y Ernesto Alterio, dos hombres que descubren que están casados con la misma mujer, encarnada por Celia Freijeiro, quien está en coma tras haber sido una de las víctimas de un alud que ha sucedido en el pueblo Malpaso.
La premisa es interesante y ya apunta a un cambio de perspectiva. Usualmente, al menos en el cine, se ha reflejado la doble vida de los hombres. El impulso para el inicio de la trama opta por traer a la comedia una realidad que mostraron de manera más dramática Alexander Payne en 'Los descendientes' o Antoine Barraud en 'Madeleine Collins'. La mirada de Alemany difiere en que busca romper una realidad que bien hubiera podido derivar en una situación melodramática. Aquí se ve la mano de sus guiones, Pablo Alén y Brexio Corral, quienes cuentan con experiencia en historias con protagonistas femeninas inusuales como '3 bodas de más' y '¿Qué te juegas?'
Se ven, sobre todo, buenas intenciones y el deseo de Alemany de conjugar comedia disparatada, comedia elegante y cine familiar. De ahí, que los momentos de humor más frontal, del llamado de brocha gorda, estén muy contados, llevando las situaciones cómicas a buscar la sonrisa cómplice antes que la gran carcajada. Por otro lado, la cineasta no olvida el toque de película para todos los públicos, que llega cuando entran en escena los hijos de ambos maridos.
Paco León y Ernesto Alterio saben tener química y cierta tensión sexual
Sin embargo, se notan ciertas divergencias entre la forma y el fondo. Alemany logra dirigir con elegancia lo que evita que se vea un trasfondo algo irregular, pero cuyo guion da demasiados bandazos en sus giros narrativos. La premisa parte bien hasta su parte final, cuando el libreto de Alén y Corral intenta evitar dejar demasiado bien a sus protagonistas masculinos.
Y comienza bien por el deseo de enfocarse en deconstruir el carácter de ambos protagonistas. Aquí hay buena química entre Paco León y Ernesto Alterio. El primero, quien encarna a un catalán afable, tiene cierto toque naíf que esconde un carácter pasivo-agresivo. El segundo es lo opuesto, excesivamente irónico, cínico y violento verbalmente. Los dos terminan dejando a un lado sus diferencias y viviendo una fraternidad ambigua, que la trama lleva a la comedia romántica, mostrando a dos hombres que deconstruyen lo que se espera de ellos.
Y todo bien hasta su final, cuando irrumpe en escena de nuevo el personaje de la esposa. Ahí, da la impresión de que los guionistas quieren evitar mostrar el lado más negativo del personaje femenino, provocando que ese mensaje de inversión de roles de género se quede a medias. Tampoco ayuda que, en su deseo de ser una comedia familiar, la historia abra subtramas que se quedan a medias y no llevan a ningún sitio.
Esa fricción en la trama provoca que 'Mari(dos)' sea una comedia correcta, pero que daba para mucho más. Tiene elementos que la diferencian de lo que puede esperarse de una propuesta así, lo cual es meritorio. Pero, tristemente, no termina de rematar.
