Si hay un personaje que ha marcado el concepto clásico del cliché del detective de la novela negra, ese es Philip Marlowe. Creado por Raymond Chandler en los años 20 del siglo XX, al aparecer en la revista Black Mask, aunque fue en 1939 cuando protagonizó su primera novela, 'El sueño eterno'. Adaptado múltiples veces al cine, la televisión y la radio, su regreso a la gran pantalla era algo que tarde o temprano iba a suceder. Y quien se atreve es el irlandés Neil Jordan. Director de películas emblemáticas como 'Juego de lágrimas', 'Entrevista con el vampiro' o 'Michael Collins', con 'Marlowe' busca traer el espíritu del cine noir clásico.
Eso sí, Jordan, quien firma el guion junto con William Monahan, no adapta una de las novelas clásicas de Chandler, sino que lleva a la gran pantalla 'La rubia de los ojos negros', escrita por John Banville (bajo el pseudónimo de Benjamin Black). Una novela autorizada (no es la única) con la que el personaje demuestra que su popularidad ha conseguido sobrevivir a la de su autor. Dado el tono de la cinta y el nombre de quien la dirige, la primera impresión es que todo apunta a una especie de revival al más puro estilo Patrice Leconte en 'Maigret'. Y produce esa sensación porque 'Marlowe' tiene una presentación que evoca todos los cánones habituales de la ficción noir.
Es más, pareciese que Liam Neeson era el indicado para encarnar al detective, dado su historial que combina papeles de prestigio con héroes de acción. A ello se suma que cuenta con actores de primer nivel, como Diane Kruger, Jessica Lange, Ian Hart o Alan Cumming. Ahora bien, a pesar de tener todos los ingredientes ideales para crear un regreso digno del personaje de Chandler, Jordan se estanca. Es más, ese cuidado estético evoca a 'El callejón de las almas perdidas', con la que Guillermo del Toro demostró tener un mimo por el diseño de producción, fotografía y vestuario exquisito pero se perdía en una trama que no terminaba de enganchar.
Una película que no está a la altura del personaje de Chandler
El caso de 'Marlowe' es peor, dado que la investigación, encontrar al amante desaparecido de una hermosa heredera que cumple con el cliché de la femme fatale, no consigue llamar la atención. Es más, el cómo se va enredando la investigación tampoco tiene giros de esos que consigue que el thriller y el suspense enganche. Es más, produce fatiga, dado que el desarrollo de los personajes es nimio. De hecho, el libreto no consigue que se consiga entender el carácter del detective. A diferencia de la cinta de Leconte, el film de Jordan carece de secuencias que insinúen aunque sea los motivos por los que Marlowe se ha vuelto un cínico.
Con un guion que no tiene en cuenta los detalles, cuando son algo esencial en una película de suspense en tono noir, la vuelta de Philip Marlowe al cine se antoja insuficiente y muy lejos de estar a la altura de la obra de Chandler o de su legado extendido a través de otros autores. Una lástima, dado que Neeson está magnífico, como el resto del elenco. Sin embargo, unas buenas actuaciones no son suficientes para levantar una historia que no logra encontrar ese toque de misterio con el que mantener la expectación hasta el final.
Lo mejor: La intención de recuperar el espíritu del personaje creado por Chandler.
Lo peor: Su trama no consigue atrapar, su intriga resulta insulsa.