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CRÍTICA

'Mascotas 2': La familia se amplía

Crítica de 'Mascotas 2', dirigida por Chris Renaud y escrita por Brian Lynch. Producida por Illumination Entertaiment y Universal Pictures. Sigue las andanzas de Max, Duque y Pompón.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 9 de Agosto 2019 | 12:19
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Tres años han pasado desde que Illumination y Universal sorprendiesen con 'Mascotas', una propuesta con la que el estudio de animación salía de su zona de confort, ofreciendo una película original que no estaba relacionada con la saga 'Gru: Mi villano favorito' y en la que los Minions brillaban por su ausencia. Una historia con unos personajes estupendos y refrescantes que provocó tal éxito, que no hubo dudas para producir una segunda parte. Pero, ¿'Mascotas 2' está a la altura de su predecesora?

Mascotas 2

Max, el terrier celoso de la primera película, se ha vuelto amigo de Duque, el gigantón Terranova al que acogió su dueña Katie en la primera película. Los años pasan y todo parece tranquilo... hasta que Katie se enamora de Chuck, se casan y tienen al precioso Liam. La vida de Max cambiará drásticamente al pasar a ser un perro de familia. El terrier acaba adaptándose, quizás demasiado, puesto que acabará volviéndose en un neurótico de la seguridad del pequeño.

Una secuela con una trama muy dispersa

Realmente 'Mascotas 2' tenía todos los ingredientes para repetir el éxito de su predecesora, personajes carismáticos, una animación exquisita y una trama que, a priori, es muy interesante. Sin embargo, la película tiene un gran problema: quiere abarcar demasiado. Una gran virtud de la primera cinta, fue que su historia era muy concreta, Max estaba celoso del recién llegado Duque y este trazó un plan para devolverlo con su dueño original.

Mascotas 2

Esta segunda tiene una premisa original, la llegada de un niño a la familia, pero Brian Lynch, guionista de la cinta, se dispersa con tramas secundarias que hubieran sido muy interesantes para una hipotética tercera entrega. Porque al final, que Max se relaje respecto al cuidado del pequeño queda enterrado en una sucesión de gags que buscan la risa fácil, otra trama relacionada con la explotación de animales en circos y la aventura de la perrita Bridget en recuperar un juguete que Max le ha pedido que cuide.

Sí, la primera película tuvo dos historias paralelas y funcionó gracias a un equilibrio entre ambas y porque estaban relacionadas. Sin embargo, esta película, como se ha comentado antes, se dispersa mucho en lo que quiere contar. Al final, con qué moraleja hay que quedarse: ¿la de dejar volar a los hijos? ¿la crítica a la explotación animal? o ¿la relación entre perros y gatos?

"Quien mucho abarca, poco aprieta"

Finalmente, la película tiene tantas pistas funcionando a la vez, que eso conseguirá que los más pequeños de la casa la disfruten, gracias a su continua sucesión de momentos cómicos, dramáticos o de acción.

Mascotas 2

Eso sí, se hubiera agradecido que dichas secuencias estuviesen mejor elaboradas, especialmente por el gran potencial que tenían todas las tramas expuestas en la cinta, en la que ningún personaje logra destacar, algo que no pasaba en su predecesora: ni Pompón reconvertido en superhéroe ni Bridget en gato consiguen lucirse, ni los debutantes tigre de bengala o la perrita Daisy; y todo porque el filme quiere contar demasiadas cosas y, como bien dice el refrán, "quien mucho abarca poco aprieta". Una segunda parte muy irregular que se queda lejos de su estupenda predecesora.

Nota: 5

Lo mejor: Su animación, que vuelve a deslumbrar.

Lo peor: Tiene demasiadas tramas y ninguna logra destacar.

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