En 2011 llegó a las salas de nuestro país una cinta de animación para adultos que trataba con extrema delicadeza temas complejos como el Alzheimer y la tercera edad. 'Arrugas', basada en la novela gráfica del mismo nombre de Paco Roca, ganó el Goya a Mejor Película de Animación y se convirtió en toda una revelación. Este año, otra obra de Paco Roca, 'Memorias de un hombre en pijama', llega a los cines después de nacer como una publicación periódica. Y ya parte con una nominación al Goya.
La cinta es, a grandes rasgos, una comedia romántica y autobiográfica protagonizada por Paco, un cuarentón que alcanza su sueño de trabajar desde casa en pijama como dibujante de cómics. Sin embargo, una mujer llegará para desajustar su situación aparentemente ideal. La película varía la historia del cómic y no contó con el trabajo del autor, que se desvinculó del proyecto durante la producción. La cinta está dirigida por el debutante Carlos Fernández, y cuenta con las voces (y, en menor medida, los rostros) de Raúl Arévalo y María Castro como protagonistas.
Animación fiel y una banda sonora independiente
Empezamos por la parte buena. La animación en 'Memorias de un hombre en pijama' es sencilla pero efectiva, y hace honor al trazo del autor original. El dibujo capta a la perfección un aire de cotidianidad bello y agradecido, además de una iluminación muy lograda. La película recrea una Barcelona veraniega, nocturna y de media tarde, en la que apetece perderse. Además, el uso de la imagen real en el prólogo y el epílogo aporta dinamismo y frescura a la propuesta.
La banda sonora es de lo mejor de la película, pues corre a cargo de Love of Lesbian, uno de los grupos indie clave en España. La banda liderada por Santi Balmes aporta una nueva canción original, 'El astronauta que vio a Elvis', y es difícil entender por qué no está nominada al Goya cuando se lo merece más que la propia película. Además, también suenan clásicos del grupo como 'Allí donde solíamos gritar', que ayudan a hacer más amena la cinta. La película abusa un poco de su música, pero no podemos negar que los compases de los lesbianos son uno de los puntos álgidos de 'Memorias de un hombre en pijama'.
Machismo a raudales
Pero es que en la película no hay mucho más que rescatar. 'Memorias de un hombre en pijama' es una comedia romántica de esquema simplista que pone en su centro a un cuarentón blanco acompañado por sus amigos cuarentones blancos cuyas vidas son tan interesantes como suenan.
La historia está llena de micromachismos, del nivel de puntuar a las mujeres por su físico, y su protagonista femenina no podría ser menos acertada. Jilguero, el interés romántico de Paco, es como esa mujer ideal con la que fantasea todo hombre heterosexual de mediana edad. Está llena de curvas, le gusta el rock y Hemingway y siempre quiere tener sexo. Pero ni a Paco ni a la película le interesan los sueños o los problemas de Jilguero, y sus ambiciones profesionales solo se mencionan de pasada. La mujer está prácticamente vacía, actúa como un recipiente en el que el protagonista vierte sus deseos y también sus frustraciones.
Por otro lado, las decisiones de Paco en el terreno sentimental están marcadas por el miedo y los celos. Es un personaje infantil, egocéntrico, machista y patético (lo dice la propia película), lleno de inseguridades que no para de arrojar sobre Jilguero. Lo peor es que en 'Memorias de un hombre en pijama' se entrevé una cierta intención crítica hacia el comportamiento de Paco, pero la película nunca llega a condenarlo. De hecho, parece que lo excusa, casi diciendo "sí, es machista, pero es muy buena gente".
Una historia problemática
En cierto sentido, es como si la película supiera que su público podría ser similar a Paco (cuarentón, soltero y lleno de micromachismos) y le diera miedo señalar sus errores abiertamente. Así que a cambio les da un regalo, una ilusión de que ellos también pueden encontrar a su Jilguero, esa mujer perfecta, divertidísima y llena de sexo. Porque a pesar de lo mal que la tratan, a pesar de despreciar su carrera profesional, a pesar de ponerse celosos cuando ella queda con un exnovio, se la merecen. ¿De verdad nadie en el equipo de guionistas se dio cuenta de lo problemático de este planteamiento?
¡Cuidado! Spoilers menores en este párrafo
Mención aparte merece el tratamiento que la película hace sobre la comunidad LGTB+, que parece sacado de otra época. Jilguero tiene una amiga lesbiana y cuando Paco se entera, le propone que se vayan a vivir juntos, para evitar que se la "robe". Por suerte, Jilguero termina yéndose de fiesta con la amiga y dejando plantado a Paco, pero la visión homófoba del protagonista no es planteada como negativa en ningún momento. Además, se menciona a otra mujer bisexual cuyo único interés es, por supuesto, tener un trío con un hombre y una mujer.
Finalmente, 'Memorias de un hombre en pijama' incluye varias secuencias de cierto surrealismo que en algunos casos encajan, pero en otros resultan impostadas. A veces peca de buscar la risa con tantas ganas que se le ven los hilos. Por suerte, la duración juega a su favor (apenas sobrepasa la hora) y en ningún momento se hace pesada.
La película tiene una animación atrayente y una banda sonora que conquista al espectador, pero no tengo claro si estamos delante de una historia casposa y machista o ante un fiel retrato de la forma en que viven muchos hombres de nuestro país. Lo que sí sé seguro es que este tipo de relatos ya los hemos visto muchas veces, y esta cinta está lejos del momento actual. 'Memorias de un hombre en pijama' llega tarde, cuando el cine exige otros puntos de vista distintos a lo que ya conocemos. Y haciendo chistes que en plena ola del #MeToo harán sonrojarse a más de uno en la sala.
Nota: 5
Lo mejor: Su animación y su banda sonora.
Lo peor: Lo simple y machista que es su historia.
