Tras fascinar a con su ópera prima, 'Ex Machina', el escritor y guionista Alex Garland prosiguió con el género con 'Aniquilación'. En esta ocasión, el realizador británico salta a otro género y se atreve con el terror con 'Men', presentada en la Quincena de Realizadores de la 75ª edición del Festival de Cannes y filme inaugural de la 26ª edición del Festival de Cine Fantástico de Bucheon. Un largometraje que ha llamado la atención por acercar el estilo minimalista de su primer trabajo a una propuesta cercana al cine de Robert Eggers o Ari Aster.
Lo primero es que su puesta en escena e inicio llaman la atención. Rodada durante la cuarta ola de la pandemia del COVID-19, el hecho de la protagonista se aleje de la ciudad para encontrar la paz en la tranquilidad de la campiña inglesa rememora esa época, aunque no sea la intención de Garland, que narra cómo una mujer viuda decide irse lejos del mundanal ruido para hallar la paz tras el suicidio de su marido. Garland sabe crear atmósfera y consigue convertir una apacible villa y un bosque ideal para leer o pintar en un escenario siniestro.
Pero, realmente, la cosa no va más allá. 'Men' es una parábola, una fábula espeluznante sobre la opresión de los varones sobre las mujeres, de cómo invaden su intimidad hasta límites insospechados y de cómo consiguen dominarlas incluso después de muertos. A ello se le mezcla un relato de terror folclórico, al apostar por un pequeño pueblo a lo 'Midsommar' y por introducir elementos sobrenaturales propios de la zona, como recientemente hizo Banjong Pisanthanakun en 'The Medium'. Si se le suma un intento de concienciar, al ser un relato sobre la masculinidad tóxica y los malos tratos, la combinación de ello podría salir bien.
Y sale bien, al menos al inicio, puesto que a Garland se le termina escapando 'Men', al romper cualquier lógica, incluso dentro de los códigos de la fábula tenebrosa. Es más, lo que podría haber sido una respuesta sobrenatural a 'Una joven prometedora' deriva en una propuesta que enfatiza demasiado en el trasfondo intelectual y termina zanjando su premisa con una serie de secuencias que provocan más asco que miedo, al más puro estilo gore, lejos del supuesto terror psicológico que aparentaba ser el filme al inicio.
Propuesta de terror que termina perdiendo su propio sentido
Garland tiene experiencia tanto en el terror, fue guionista de '28 días después', además de escribir el libreto de la distopía 'Nunca me abandones'. Sin embargo, el autor de 'La playa', termina convirtiendo su propuesta en un relato maniqueo, en el que la figura masculina no solo es retratada como malvada o perversa, sino que deja fuera de toda complejidad a su protagonista femenina, cuya trama que constantemente subyugada a los traumas provocados por el sexo opuesto. Es más, a diferencia de cómo Emerald Fennell retrató la venganza femenina y el trauma causado por los hombres en la citada película protagonizada por Carey Mulligan, Garland crea un personaje más pasivo.
A pesar de ello, sus actores se entregan en cuerpo y alma. Jessie Buckley, recientemente nominada al Oscar por 'La hija oscura', vuelve con un papel extremo, con el que transmite el trauma vivido por el suicidio del marido de su personaje, así como esto se convierte en una cárcel emocional de la que su cónyuge fallecido se convierte en guarda. A su lado, está un magistral Rory Kinnear, quien se enfrenta a un papel múltiple con el que logra mostrar todos los horrores del varón, con un toque espeluznante que consigue provocar reacciones diferentes dependiendo del papel que encarne.
Aunque Garland sea experto en crear atmósferas en ambientes cerrados, 'Men' se queda a medio gas. Su mirada sobre cómo el Pigmalión moderno termina superado por su creación en 'Ex Machina' funcionó, pero su fábula tenebrosa sobre el Hombre Verde se siente impostada, como si el cineasta quisiese cumplir ciertos requisitos propios del cine de terror de autor actual. El resultado es irregular y muestra que, de momento, el autor británico sabe crear ciencia ficción, pero que en materia de horror, no ha logrado encontrar ese toque que tanto le ha caracterizado en sus breves irrupciones como realizador, como tampoco en su faceta de guionista, al quedar lejos de '28 días después'. 'Men' provoca una sensación agridulce, como si fuese una propuesta que debía ofrecer más.
Nota: 5
Lo mejor: Las múltiples interpretaciones de Rory Kinnear, la atmósfera opresiva que se crea al inicio del filme.
Lo peor: La sensación de que Garland hace una huida hacia delante en su parte final.