Si hay una industria que aún deja espacio para esas historias que logran el punto intermedio entre el cine comercial y el de autor, esa es la francesa. Estrenos recientes como 'Quisiera que alguien me esperara en algún lugar', 'Perfumes', 'Foto de familia' o 'Vacaciones contigo... y tu mujer' son buena muestra de ello. En esa línea, llega a salas de cine 'Mi niña', el nuevo largometraje de Lisa Azuelos, con el que vuelve a reencontrarse con los problemas de las relaciones materno-filiales.
Azuelos aprovecha una premisa convencional, la de la madre que vive el síndrome del nido vacío, para introducirse en la vida cotidiana de una mujer divorciada de cincuenta y tantos años que va redescubriéndose a sí misma, a través de un proceso de emancipación femenina fascinante, pues va a la par con los deseos de independencia y búsqueda de su propio camino de la hija protagonista.
En ese sentido, la cineasta, quien también firma el guion, parece dar una respuesta más madura y personal a lo que fue en su momento 'LOL (Laughing Out Loud)', en la que ya narraba los problemas entre una madre y su hija adolescente. A diferencia del filme de 2008, Azuelos acierta en enfocarse más en la madre, retratando una realidad que parece estar inspirada en la vida de la propia directora, sabiendo plasmar así situaciones tremendamente cercanas y familiares de muchas mujeres de su generación. De hecho, en ese retrato de la mujer divorciada del siglo XXI, la cineasta hace cierta crítica al machismo, pues continúa siendo la figura materna la piedra angular de los lazos familiares, pues el padre está prácticamente ausente en toda la cinta.
Un estupendo relato de emancipación femenina en la familia
Aunque Azuelos firma un notable largometraje, cuya experiencia personal se percibe en cada escena, 'Mi niña' no hubiera tenido la misma efectividad de no ser por su dúo protagonista. Sandrine Kiberlain es una de las intérpretes más versátiles de la cinematografía gala, muestra de ello son 'Elle l'adore' o 'En buenas manos', y es el principal punto fuerte del largometraje, mostrando a una fémina que comienza a verse como mujer, además de como madre. Un proceso nada sencillo y que Azuelos retrata con esmero y delicadeza. A su lado, una notable Thaïs Alessandrin, hija de la cineasta, cuyo papel también parece una evolución al que tuvo en 'LOL'. Su presencia refuerza más, si cabe, esa sensación de historia personal que envuelve al filme.
'Mi niña' es otro magnífico éxito del cine francés y una muestra de que Azuelos brilla más con relatos cercanos e intimistas, con un punto amable y ligero. Un relato femenino de emancipación, de descubrimiento propio, ideal para deleitarse y que vuelve a confirmar que las historias dirigidas y escritas por mujeres ofrecen un enfoque diferente y muy cercano sobre temas que, aparentemente, ya había sido tratados de forma similar. Una deliciosa comedia dramática.
Nota: 8
Lo mejor: La poderosa interpretación de Sandrine Kiberlain.
Lo peor: Su aparente convencionalidad y ligereza provocará que cierto público la infravalore.