CRÍTICA

'Mickey 17': Disparos desde el futuro al capitalismo y el imperialismo contemporáneo

Bong Joon Ho vuelve a la ciencia ficción para abordar importantes cuestiones sociopolíticas con 'Mickey 17', donde Robert Pattinson se luce.

Por Víctor Mopez Más 7 de Marzo 2025 | 18:22
La vida se me queda corta para ver todo el cine y las series que me gustaría.

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'Mickey 17'
'Mickey 17' (Warner Bros. Pictures)

Hay películas que hacen historia en los Oscar más allá de por llevarse el máximo galardón. Es lo que pasó en la 92ª edición de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas cuando en 2020 convirtió a 'Parásitos' en la primera cinta de habla no inglesa en hacerse con la estatuilla a Mejor Película. No fue el único, también se llevó la de Mejor Película Extranjera, Mejor Guion Original y Mejor Dirección para Bong Joon Ho, siendo la gran triunfadora de aquella noche.

La proyección otorgada por aquel éxito hizo que todo el mundo esperara con ganas el próximo proyecto del surcoreano. Hollywood le abrió sus puertas y para ello el cineasta ha vuelto a la ciencia ficción distópica, como hiciera en 'Okja' y 'Snowpiercer', sin abandonar el trasfondo sociopolítico que caracteriza toda su filmografía. Con 'Mickey 17', Bong Joon Ho, regresando la inglés, no solo ejerce de director, sino que también se encarga del libreto y de la coproducción.

Mark Ruffalo y Toni Collette, toda una caricatura en 'Mickey 17'
Mark Ruffalo y Toni Collette, toda una caricatura en 'Mickey 17' (Warner Bros. Pictures)

'Mickey 17' se basa en la novela casi homónima de Edward Ashton, 'Mickey 7', en la que se nos presenta una humanidad prácticamente colapsada que se lanza a buscar otros planetas que habitar. Su protagonista, Mickey Barnes, desesperado por sus deudas, se suma a una de estas expediciones como 'prescindible'. Es decir, se convertirá en un conejillo de indias con el que experimentar la adaptación al nuevo territorio, por lo que tendrá que morir en numerosas ocasiones. No obstante, una copia de sus recuerdos permitirá ser clonado una y otra vez para seguir con su cometido.

Sátira con el corazón de Robert Pattinson

Con esta premisa, Bong Joon Ho construye una comedia negra con la que, como si de un Caballo de Troya se tratase, dispara criticas y plantea debates morales y políticos de lo más actuales. Para ello explota su ingenioso humor desde lo absurdo y lo irreverente edificando una sátira sobre el capitalismo y el imperialismo (con todas las problemáticas que de ello derivan). Una empresa quizás demasiado ambiciosa.

Antes de entrar en estas cuestiones, el corazón de la película es su protagonista, Mickey, con el dilema existencial que se le presenta. ¿Qué significa la muerte? ¿Dejamos algo después de fallecer? ¿Cuándo deja de tener sentido la existencia? ¿Qué nos hace humanos? ¿En qué momento la vida se hace inhumana? Son varias las preguntas que se hace con profunda sensibilidad acercándose a una reflexión filosófica a la que Robert Pattinson carga de dimensión emocional.

Robert Pattinson, protagonista de 'Mickey 17'
Robert Pattinson, protagonista de 'Mickey 17' (Warner Bros. Pictures)

El actor se entrega por completo transformando sus movimientos y hasta su voz para encarnar a Barnes. Un personaje con dos caras cuando, por un error, coinciden dos copias, Mickey 17 y Mickey 18, con personalidades distintas. Pattinson demuestra su talento llenando a cada uno de matices en mitad de un conflicto tan magnético como hilarante. Continuando con las interpretaciones, Mark Ruffalo supone la nota más desafinada. Como Kenneth Marshall, el grotesco y narcisista líder político de la misión con ecos de Donald Trump y Elon Musk (y la película no lo disimula), llega a la sobreactuación, algo que no necesita un conjunto que ya abraza la excentricidad.

Capitalismo e imperalismo

Bong Joon Ho sitúa en el centro al capitalismo salvaje que, como nos contó en su entrevista con eCartelera, trata a los seres humanos como "piezas de maquinaria" y de la misma forma los reemplaza en aras de una producción que nunca para. La crisis climática también se aborda, pues se huye de la Tierra porque ya no es habitable. Se busca, por tanto, llegar a otro planeta al que solo accederán los privilegiados y los dispuestos a sacrificarse para sobrevivir. Así, el sistema de clases también es otro de los objetivos del surcoreano.

Naomi Ackie es Nasha en 'Mickey 17'
Naomi Ackie es Nasha en 'Mickey 17' (Warner Bros. Pictures)

El afán colonialista e imperialista que ciertos países practican hoy en día queda absolutamente retratado y ridiculizado. 'Mickey 17' no se anda con sutilezas ante una realidad que supera la ficción, poniendo el foco en la crueldad de, no solo señalar al diferente, sino hasta de querer arrasarlo. Para ello se sirven de unos monstruos alienígenas tan adorables como terroríficos que son un reflejo de pueblos oprimidos que sufren la ocupación extranjera. ¿Nos suena de algo?

Todos estos mensajes quedan más que claros en la película, aunque pueden llegar a diluirse especialmente en una segunda parte que se alarga demasiado. El metraje, unos 139 minutos, es uno de los grandes problemas de 'Mickey 17' y es que podrían haberse recortado un buen puñado de minutos. El abuso de lo absurdo, pese a que asegura un gran disfrute, y de llevar la sátira hacia el extremo también acaba provocado que pierdan fuerza estas reflexiones, que además la voz en off del protagonista se molesta en subrayar machaconamente. En cuanto a efectos especiales es sobresaliente.

'Mickey 17' es disfrutona utilizando esto como vehículo para tocar conciencias o, por lo menos, plantar una semilla de reflexión. Una sátira nada sutil en la que Robert Pattinson se luce y en la que Bong Joon Ho reafirma su lugar como uno de los cineastas más audaces y humanistas de la actualidad. No es perfecta, pero entre lo absurdo y lo sociopolítico resulta arrebatadamente provocadora. Ojalá las carcajadas pudieran cambiar el mundo.

'Mickey 17' se estrena en cines el 7 de marzo.

8
Lo mejor: El excelente trabajo de Robert Pattinson y el compromiso de Bong Joon Ho por cuestiones sociopolíticas abordándolas desde la sátira.
Lo peor: Le sobra metraje y llega a extremar demasiado lo absurdo.