En los menos de 20 años que lleva Illumination Entertainment haciendo películas han conseguido meter tres de ellas en la lista de las cintas de animación más taquilleras de la historia (sin ajustar la inflación del precio de las entradas). Este mismo año han estrenado su película más exitosa, 'Super Mario Bros.: La película', solo superada por 'Frozen 2' y el remake de 'El Rey León'.
Pero podemos considerar que la película del fontanero de Nintendo partía con ventaja al tratarse de la adaptación de uno de los personajes más famosos de la historia de los videojuegos, y una saga tan longeva y atemporal que podía atraer a niños y adultos por igual. No es lo mismo que 'Migración. Un viaje patas arriba', una película original que no está unida a ninguna propiedad intelectual y que tampoco incluye a los Minions, creación por antonomasia del estudio.
'Migración' es la historia de una familia de patos que jamás ha salido de su estanque porque Mack, el padre, prefiere la segura comodidad de lo conocido. Pero su esposa, Pam, no quiere que sus dos hijos acaben no viendo mundo por la cobardía de su padre, así que obliga a su familia a trasladarse a Jamaica para pasar el invierno. Por delante tienen un largo viaje en el que todo es nuevo, peligroso y emocionante.
Benjamin Renner, director de 'Ernest y Célestine', dirige (acompañado por Guylo Homsy, veterano de Illumination) y escribe el guion (junto con Mike White, creador de 'The White Lotus' y guionista de 'Escuela de rock') de esta aventura familiar en su primer salto a Hollywood. De su cine se nota un aire sencillo y naturalista. 'Migración' es lo que cabría esperar de una aventura sobre unos patos lanzándose a lo desconocido.
Este "road trip" sin carreteras lleva a los Mallard por distintos escenarios, como la ciudad de Nueva York o una especie de resort de lujo para aves. El humor y las dinámicas familiares marcan la aventura, que también guarda varias sorpresas para nosotros y que nos ponen en las patas de los protagonistas.
'Migración' brilla cuanto más se aleja de la película familiar convencional. La llegada a Nueva York, marcada por el uso del suspense y de un loquísimo plano secuencia frenético es una de las escenas más emocionantes junto con el coqueteo con el cine de terror (tranquilos, muy para todos los públicos) cuando se topan con quienes creen que son los enemigos naturales de los patos: las garzas.
También destacan lo bonitos que son los escenarios, en especial el estanque en el que vive la familia. El uso de la luz y de los efectos atmosféricos, por ejemplo en la llegada a Nueva York o en el primer contacto con las nubes al volar, dan algunos de los momentos más bellos en una película de Illumination.
La animación de los protagonistas también está bastante lograda, pero no cuenta con nada realmente especial en un año en el que todos los estudios han optado, con mayor o menor acierto, por intentar sorprendernos con estilos visuales rompedores. 'Migración' luce como la típica película de animación por ordenador. No es malo, pero tampoco resulta estimulante.
A Illumination le falta un poco de Illumination
Es algo que le ocurre también a la historia y los personajes. Aunque su escasa duración le da un ritmo estupendo y saltamos de un lugar a otro constantemente para conocer nuevos personajes o enfrentarnos a un nuevo obstáculo, la película no cuenta con una identidad realmente marcada para quedarse grabada después de verla. '¡Canta!' tiene las versiones de las canciones y un reparto muy carismático. Toda la saga 'Gru' tiene un protagonista interesante que subvierte el cliché del malo malísimo (cosa que no hace el principal antagonista de los Mallard, más allá de hacerlo mudo para remarcar que los protagonistas son los animales), tres niñas fantásticas, un toque muy loco y, por supuesto, los Minions. A 'Migración' le falta un ingrediente secreto.
Los Mallard cumplen como protagonistas y tienen dinámicas entre ellos que abre temas interesantes, como la posibilidad de que dos personas de un matrimonio tengan biorritmos tan distintos que pueda poner en peligro la relación o lo estimulante y satisfactorio que puede ser arriesgarse a dar un salto al vacío. Pero no deja de ser una película pensada principalmente para niños, así que no llegan a profundizar excesivamente.
Lo bueno es que sí tiene razones de sobra para gustar mucho a los más pequeños. Gwen y Dax, los hijos, son muy divertidos y la película les da momentos para lucirse. Personajes secundarios como la paloma Chump o el desastroso tío Dan también aseguran buenas risas, y el humor y la aventura les tendrá enganchados sin problemas todo el tiempo. Lo más importante es que les enseña que probar cosas nuevas puede dar miedo de primeras, pero que ya solo por el viaje merece la pena intentarlo.
Cualquier familia que busque pasar un rato divertido para los niños esta Navidad encontrará en 'Migración' una opción fantástica. No aburre ni trata a los niños como tontos. Tiene un apartado visual y técnico estupendo (y con mucho trabajo detrás). Y por momentos tiene ecos de esa marca de la casa que es esa locura, frenesí y desparpajo tan propios.
Pero ellos mismos son su propio listón. En Illumination han saltado al vacío un montón de veces, y la mayor parte de ellas les ha salido redondo. Un estudio francés que arrasó desde su primera película y ganó a gigantes tan asentados como Disney y DreamWorks en su mismo juego. Que consiguió que los niños acabaran cantando sin parar 'I'm Still Standing' de Elton John. Que logró hacer justicia a un icono como Super Mario, llevándoselo a su terreno. Que la película que va precisamente de arriesgar y lanzarse a lo desconocido sea tan convencional, tan segura, no parece propio de un estudio que fue verdaderamente capaz de ponerlo todo patas arriba.
